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Entrevista a Mamá Vudú: el regreso y 20 años

mamavudu

Por: Christian Reyes / Dario Granja

La banda que fue partícipe del génesis del rock alternativo local cumple 20 años. Pero dentro de este período hubo una pausa. Entendida como una separación o un deceso sin rumbo definido. Este hiato,  según nos cuenta Edgar Castellanos, no fue definitivo. Fue el momento preciso para centrarse en varios temas pendientes: proyectos paralelos, cerrar una etapa, limar asperezas. Hoy se reúnen para tocar y hablar sobre  ese feeling que comprende el retorno.

Cuéntanos sobre este ‘concierto regreso’ de Mamá Vudú tras casi dos años de  pausa.

Bueno, primero comentarle a la gente que nunca nos separamos oficialmente. Simplemente dejamos de tocar juntos porque queríamos descansar de la dinámica de la banda, que se había complicado un poco. Estábamos tratando de sacar adelante otros proyectos, a la vez, buscar la manera de retornar. Queríamos sentirnos más cómodos y resolver determinados problemas que siempre surgen y que son como detonantes para  que un grupo deje de tocar. Hemos estado muy entusiasmados en los últimos meses, buscando una manera  para poder juntarnos, y disfrutar como banda. De pronto comenzaron a surgir cosas y una de ellas fue el cumplir 20 años. De alguna manera queríamos cerrar un círculo, encontrar formas para que funcione este aniversario y sea satisfactorio para la banda y para la gente que nos sigue. Este concierto que nos propone la Casa de la Música nos viene muy bien para lo que estamos pasando, porque nos permite concentrarnos en un evento que por las características de ser íntimo nos permite un reto interesante: volver a las tablas y acercarnos a la gente. Que funcionen las cosas y que nos permitan ampliar los planes para este año

Hablando de sus proyectos musicales paralelos. En ese momento ¿Se les vino el regreso de la banda? ¿A quién de ustedes se le ocurrió esta idea?

Creo que todos hemos estado inquietos con lo que podía pasar. Nos ha costado sobre todo el trabajo psicológico. Primero, el tratar de sacar adelante otros proyectos hace que tengas cierta inercia con ese tipo de cosas. Roger y yo hemos estado activos en la cuestión musical, concentrados en nuestros proyectos. Pero sabemos que la actividad musical va más allá de ciertas cosas. Las ganas de tocar con otra gente, el mismo hecho de lanzar el disco Motel Ultra, que era una especie de reconocimiento al trabajo de Mamá Vudú, de alguna manera también nos motivó para pensar en que podamos volver. Y, una cosa que nunca quisimos dejar de hacer es el tocar en vivo. Tal vez está un poco frío el asunto de ponernos a componer y eso, pero creo que estamos en un buen momento para enfrentar la cuestión de presentarnos al público. Sentarnos a practicar ya es un reto, retomar la música otro. Acercarnos de una manera cariñosa, respetuosa y fructífera para todos es lo más importante. Luego viene el resto de cosas en este año. Esperamos que todo funcione bien, estamos empezando y queremos ser optimistas. Deseamos que obviamente la gente nos apoye en esta nueva etapa que no sabemos a dónde irá a parar.

Ha pasado un año y medio de la última presentación de Mamá Vudú que fue en el Carpazo ¿Cómo se siente eso de retomar los escenarios? Es un tanto contradictorio esto de ser una banda con tantos años… ¿Qué se siente al momento de enfrentar a nuevos públicos?

A parte de cualquier tipo de rutina o cansancio que pueda existir en una banda yo creo que lo principal, sobre todo en las bandas de rock y en la nuestra, nace de una explosión de espontaneidad durante la juventud. Pensando más en el amateurismo o en cosas que tienen que ver más con el instinto que con la razón. Obviamente eso es lo que hay que buscar de nuevo, tener esa sensación de que te sientes respaldado y  comprendido por otras personas y que a partir de eso puedes comunicarte con la gente, y esa gente se sienta inspirada. Hemos atravesado una etapa de crecimiento, de madurez, de aprendizaje y eso conlleva a que podamos retomar la música que habíamos hecho hace años. Darle otro aire y un nuevo impulso. Sentirnos nuevamente identificados con la música que hicimos antes.

Ustedes para este regreso han preparado un show. Coméntanos… ¿Cómo ha sido ese proceso de los ensayos y ese feeling que nuevamente se da como banda?

En este tiempo de pausa hemos tratado de mantenernos juntos como amigos principalmente, y eso ha servido para fortalecer esta reunión o por lo menos tener cierta calma para poder hacerla. Adecuamos aquí en la sala de mi casa una especie de estudio de ensayo con todos los aparatos y equipos que cada uno tiene por su cuenta. Hemos tratado de empezar suave, hacer algo que sea relajado y un poco más de acuerdo con nuestros ímpetus actuales. Hacerlo con calma. Disfrutarlo y no estresarnos con eso. Si vas a hacer rock lo principal debe ser ese disfrute natural y orgánico. Estamos tratando de ser más consientes también con lo que hacemos con nuestro sonido, creo que eso nos motiva a experimentar más con las guitarras, con el sonido acústico, con los instrumentos. Casi dejando a un lado la electrónica. Más para retomar el acercamiento a las canciones con un poco más de instinto y más de memoria muscular que a veces se va quedando.

Mamá Vudú insideNuestros amigos preguntan: ¿Cuál es la primera canción que volvieron a ensayar?

(Risas) Buena pregunta, no me había fijado. Creo que siempre empezamos con canciones que tenemos un poco más metidas en nuestros reflejos como Espuma Negra o Incéndialo Todo, que son canciones que sabemos tocarlas yendo poco a poco. Las sabemos y nos salen de una. Creo que una de las dos debe haber sido realmente.

¿Piensan retomar aquellas viejas canciones de los primeros disco de Mamá Vudú?

Tenemos 20 temas que representan los 20 años de la banda. Uno de los proyectos que tenemos para este año, espero se dé, es sacar un disco compilado como una especie de ítem para cerrar este círculo y relajarnos al respecto. Luego veremos lo que sucede: un disco, una gira, estás 20 canciones… Creo que sí habrá música de toda la historia de la banda, representando todas las épocas.

Mamá Vudú pudo ver el cambio de su público, la gente que acude a sus conciertos fue variando conforme pasó el tiempo. Creo que es una de las pocas bandas de rock que han tenido esa experiencia de ver cómo cambian sus seguidores.

Es un poco especial eso, a mi me parece un privilegio porque eso te hace abrir la cabeza y mantener una expectativa completa de la gente. El hecho de que muchos de mi generación no puedan comunicarse, a veces ni con sus propios hijos, es tenaz. Mientras que uno tiene el privilegio de subirse al escenario, tocar un instrumento y comunicarse con el público y con la música. Y puedes, todavía tener un hilo comunicante con los jóvenes de 15 años que podrían ser tus hijos. Eso es muy especial, te permite aprender, reflexionar y con humildad poder tener una apertura mental con respecto a todo lo que está sucediendo al rededor tuyo. Tener un panorama más amplio. Eso te alimenta y te sirve para mantenerte dinámico y despierto, con ideas que puedan seguir aportando para hacer música.

Ese privilegio tiene que ver con cómo muestra Mamá Vudú su música. Antes se compartian cassettes, CDs y ahora compartimos links.

Sí, como decía, cuando nosotros empezamos lo hicimos con cassettes, era prácticamente irreal poder grabar un disco. El cassette siempre fue la forma de compartir. Siempre como banda hemos estado indagando en todas las posibilidades tecnológicas, que sirven para compartir la música e inclusive como un objeto que te pueda servir para la venta. Aunque nunca ha sido nuestro prioridad. Nunca hemos podido sacar muchos discos para vender.  siempre lo justo que podamos manejar, tratando de solventar costos. Pero, cuando  el internet irrumpe de una manera tan abrumadora como la que vivimos ahora,  donde la mitad del flujo de nuestras ideas, conversaciones, conocimientos y experiencias atraviesa un enjambre de tecnología ya se transforma todo. Tienes que empezar a buscar otra forma de entender la dinámica de compartir tu música. Ya estamos pensando de otra manera. Debemos aprovechar el contacto directo con la gente en los conciertos para poder encontrarnos con la música de una manera que nos permita ese tipo de magia especial, que siempre tiene mucho del escucha con el músico y el feedback; para seguir dando música a la gente y mantener esas expectativas de comunicación, más  allá del lenguaje, de los clichés. Una idea de entendimiento entre las personas y de unión que creo que es lo fundamental.

¿Cómo se está armando la agenda para celebrar estos 20 años?

La estamos armando sobre el camino, estamos pretendiendo hacer una gira nacional. Esto de la Casa de la Música es lo primero que estamos tratando de hacer como para ir calentando motores y hacer cosas mucho más grandes y ambiciosas. Estamos seguros de que vamos a hacer una gira por muchas ciudades del país, estamos confirmando fechas y detalles… logística. No queremos sobrecargarnos de conciertos y tener este tipo de ciclos que tienes que pasar viajando, tocando intensamente. Queremos tener un control sobre eso para que esta experiencia sea un poco más disfrutable.

Cuéntanos de esta presentación en La Casa de la Música

El local es la sala pequeña de la Casa de la Música, muy bonito con una acústica excelente para 80 personas. Por eso queremos aprovechar para darle a la gente un show especial e íntimo. Vamos a intentar hacer otro show el mismo día, según la asistencia de la gente. Dos funciones. Y una vez superada esta prueba creo que vamos a tener más  seguridad para hacer eventos un poco más grandes y en otras salas. Ojala que todo se de de la manera que esperamos. En este show no va a haber preventa porque como es tan pequeña la sala… la gente debe ir con tiempo para poder comprar sus entradas. Cuesta 5 dólares, un precio accesible. El jueves 9 de mayo a las 19H30.

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