Foto: cortesía de María Emilia García

Foto: cortesía de María Emilia García

Siempre que hablo con mis excompañeras de colegio es para enterarme de algún chisme. Nunca me había tocado conversar con alguna acerca de su película sobre «matar corruptos para purgar el sistema» [recientemente premiada en Estados Unidos como la Mejor Película Internacional]. María Emilia García, directora y mil cosas más de La Descorrupción, responde mis preguntas. 

Cuando estábamos en el colegio me imaginé que ibas a ser diputada o presidenta. Hoy estás por estrenar una película sobre matar políticos. Irónico. ¿Algún absurdo/lamentable suceso en particular de nuestra historia moderna que te haya inspirado a hacer La Descorrupción? ¿Abdalá cantando con Yesenea Mendoza? ¿La «Navidad negra» de Elsa Bucaram? ¿Las caídas de Mahuad o Gutiérrez? ¿La crisis de 1999? [Si alguien me pregunta, mis momentos favoritos son el paseo del primer barril de petróleo ecuatoriano en 1972 y el «cenicerazo» a Dahik en 1990]

Sí hubo una época en el colegio en que me interesaba la política, pero esa época ha pasado. Debo confesar que, aunque soy periodista, muy pocas veces veo las noticias, jejeje. Siempre es lo mismo: cosas preocupantes. Prefiero ver series. Prefiero la ficción ahora. No recuerdo ningún suceso en particular o momento donde se me haya ocurrido la idea. Fue solo algo que se fue cocinando en mi cabeza. Recuerdo alguna ocasión escuchar a la gente mientras veía algún golpe de estado de los de antes -que pasaban a cada rato- decir que por qué no agarraban a algún político corrupto para que así “escarmiente” y eso fue lo que me dio la idea: ¿qué tal si una persona llegara a ese extremo?

Parte de La Descorrupción se financió con crowdfunding. ¿Qué tal la respuesta? Pienso que es un método al que -en nuestro país- le falta despegar. [Sorry, me olvidé de donar]

Sí le falta aún y la verdad no sé si llegue a funcionar acá. El crowdfunding de La Descorrupción fue un fracaso. Pero no con eso creo que deba ser siempre un fracaso. Creo que las personas que lo quieran usar deberían adaptar el método a nuestra realidad, por ejemplo: recoger donaciones en vivo.

No creo que hacer algo con menos plata signifique menor calidad, ¿pero qué implica? ¿Qué dificultades crees que pueden presentarse?

No, por supuesto que no implica menos calidad, pero sí puede ser limitante en cierto sentido. Depende de cómo uno aborde el reto. Hacer una película es un trabajo de equipo y al contar con poco presupuesto, primero tienes que asumir más roles de los que deberías dentro del proyecto, por ejemplo: ser la guionista/directora/productora/editora, hacer tus propios efectos, hacer las artes, etcétera. Y todo eso aumenta el tiempo que te demoras terminando el producto.

Parecía que en nuestro cine solo habían dos temas: el punk y el feriado bancario. ¿Cómo ves el panorama? Por cierto, ¿cuál es tu película nacional favorita? ¿Cuál no le recomendarías a nadie?

Mi película favorita hasta ahora de las que he visto es Qué tan lejos. Prefiero no decir cuál no recomendaría para no ofender a nadie.

Bueno, en términos de cómo veo el cine ecuatoriano, lo veo mal en cierto sentido porque todos los recursos para producción están concentrados en un solo lugar y lamentablemente esas producciones no están dando resultado. Cada año el promedio de asistencia baja más. Al menos si destinando los fondos a esas producciones viéramos un progreso o que despegue la industria cinematográfica en Ecuador, tendría sentido, pero eso no se ve. No veo una política de buscar que otras ciudades tengan proyectos que cuenten con financiamiento. Por ejemplo: hay un programa que se llama Ibermedia que ayuda a financiar películas y ellos tienen la política de que solo pueden escoger dos proyectos por país. Algo así se debería aplicar acá con los fondos concursables del CNCine.

 

¿Recuerdas la broma del ratón en Cuarto curso? Esa sí fue una película de terror de bajo presupuesto. 

Creo que sí, jeje.

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