Nunca escatimaron en rarezas. En sus primeras presentaciones El Cuarteto de Nos se trepaba al escenario con globos prendidos de sus pelos y papel aluminio en sus piernas. Utilizando medias can-can y un telón que los cubría hasta la cintura; o se disfrazaban de viejas.
Fueron los creadores de “Tajo”, aquella ciudad ficticia de donde afirman proceder; o “Emilio García”, el primer e imaginario manager del Cuarteto. En sí, para Roberto Musso -vocalista y principal compositor-, cualquier muestra de libre expresión era aceptada por la banda, “por allá en Uruguay, hasta el 84 hubo dictadura militar, nuestra niñez y adolescencia se vio marcada por eso. La libertad, la vivimos ya cuando estábamos en la Universidad. Eso nos formó un poco distinto la visión de la vida”.
En su primera visita al Ecuador, El Cuartero de Nos aprovechó para presentarse con los medios locales, dando a conocer de esta forma a una de las bandas veteranas de la escena rockera latinoamericana que hace pocos años era totalmente desconocida fuera del Río de la Plata, pero que actualmente ha despertado el interés en todos los países de habla hispana con su insólita canción ‘Yendo a la casa de Damián’.
En uno de los bares más reconocidos de la escena alternativa quiteña, Roberto Musso habló con Plan Arteria, para comentarnos sobre el éxito del cuarteto, su disco “Raro”, la escena musical uruguaya, el extraño crecimiento de la banda durante estos últimos dos años y, sobre todo, para resolver la pregunta de fondo: ¿Cómo una banda con más de veinte años pudo convertirse en la propuesta más refrescante del rock latinoamericano?
¿Cómo se sienten ante la enorme apertura que ha tenido El Cuarteto de Nos a nivel latinoamericano?
Entusiasmadísimo te diría. Somos un grupo que estamos hace 23 años juntos, los cuatro nos conocemos desde muy pequeños. Es un grupo humano súper unido y fuerte con el cual poco a poco se fueron dando las cosas: de tocar totalmente amateur frente a un público muy reducido, a grabar discos, tocar para festivales grandes; hasta decir hoy por hoy que es uno de los grupos más populares de Uruguay y Argentina. Con este disco “Raro”, nos paso después de mucho tiempo algo que teníamos como en el tintero, algo que nos debíamos a nosotros mismos y de repente a nuestro público: el salir fuera del Río de La Plata. Se dio con “Raro” porque tiene canciones que trascendieron las barreras idiomáticas o regionales que tenían muchas canciones de nuestros anteriores discos.
Una de las principales características que distingue al Cuarteto de Nos de otras bandas definitivamente son sus letras. ¿Quién es el responsable de escribirlas?
La mayoría de las canciones las hago yo (Roberto Musso) en letra y música. Hay algunas que también compone y canta Santiago que es el bajista; Riki, el guitarrista, compone pero un poquito menos. Yo hago la letra y música con la guitarra, me hago una pequeña maqueta en la computadora y después el arreglo lo hacemos entre todos. Las letras en general quedan intactas. A mí me gusta ser muy obsesivo con las letras de las canciones, me gusta que cada frase tenga su significado, no poner palabras que rimen por rimar, o frases que suenen lindas porque suenen lindas. Yo creo que ese es el secreto de que muchas canciones de discos anteriores del Cuarteto sigan vivas. Creo que también va a pasar eso con “Raro”, que no se agotan las canciones con, una, dos o diez escuchas, sino que vas a escuchar ‘Ya no se que hacer conmigo’ luego de diez años y te seguirá sonando una canción fresca. Creo que la gente que escucha el Cuarteto busca algo original, sobre todo por el tema de la letra que es algo que no escuchó antes. Ese el detalle.
También hay que reconocer que nuestro primer público fuera de nuestra familia y amigos, fue público universitario. Todos los de la banda estudiamos carreras universitarias, entonces tocábamos en las facultades de ingeniería, arquitectura… eso estuvo bueno porque era un público más exigente que el normal. Entonces, el tema de las nuestras líricas exigía, en ese entonces, ser letras que enganchara al público universitario. Que no es lo mismo.
‘Yendo a la casa de Damián’ fue el tema de El Cuarteto que sorprendió a todos. Fue nominado al Grammy como mejor canción rock y se apuntó como uno de los mejores temas del anterior año…
Cuando mostré a los de la banda ‘Yendo a la casa de Damián’, me parecía que era la canción con menos potencial comercial del disco, porque se iba del formato radial: la canción dura cinco minutos. A pesar de que esta buena, me encanta como concepto artístico… pensaba que nunca la van a pasar por la radio; y como siempre me equivoque. ‘Yendo a la casa de Damián’ fue la canción que llamo la atención allá en España, y por la que la gente de Emi nos ficho. Incluso al inicio no fue escogida como corte de difusión ‘Yendo a la casa de Damián’. Cuando grabamos el disco, el primer corte que salió en Uruguay fue ‘Ya no se qué hacer conmigo’.
Tanto en la gira que realizaron por España como en su presentación en Quito, tocaron en lugares de capacidad mediana, para un máximo de quinientas o en el mejor de los casos mil personas; por otro lado la banda ha toca en mega festivales como el Rock Al Parque en Colombia o el Vive Latino en México. ¿Qué tan enriquecedor puede ser esos cambios tan drásticos en audiencia?
Eso ya viene desde hace tiempo. Nosotros en Uruguay desde hace cinco o seis años que no podemos tocar en lugares chicos, porque somos muy multitudinarios. Nosotros presentamos “Raro” en el Teatro de Verano de Uruguay, que es un anfiteatro al aire libre muy bonito que tiene capacidad para 5000 personas. Hicimos tres fechas ahí, en total fueron 15000 personas, que es un disparate para Uruguay, un país de 3 millones de habitantes y con una población muy avejentada porque la gente joven se sigue yendo para el exterior.
Pasar de tocar de un lugar de 300 personas a uno con capacidad para 15000 personas, a cualquiera le puede sonar psicológicamente… que te puede desbaratar el cerebro. Pero nos gusta tocar en lugares pequeños, porque fue una banda que creció tocado en lugares así, no fuimos una banda que tuvo una mega difusión, ni ganamos ningún concurso. Estar tocando en zonas chiquitas a nosotros nos encanta, además es una banda que tiene mucho más power con la interacción de la gente cerca. A mí me gusta más tocar en lugares chicos, que en festivales. No hay vuelta.
A nivel sudamericano, ¿crees que se están superando las barreras para que una banda local salga a tocar fuera de su país?
Nosotros vimos siempre que en Argentina eso es más natural, no sé si hay grupos de rock uruguayo que hayan editado en Ecuador. Uruguay está pasando por un buen momento, pero ahora. Hace diez o quince años atrás veíamos como inalcanzable tener el nivel de un grupo argentino. Pero hoy yo creo que a nivel artístico o de concepto estamos casi igual: convivimos con las personas que éramos fans. Artísticamente somos lo mismo, y ellos nos ven igual que nosotros a ellos. Eso es una cosa muy rara.
Existen bandas uruguayas que están dando que hablar a nivel latinoamericano como No te va a gustar o La vela Puerca. Desde tu punto de vista, ¿cómo esta la producción musical de Uruguay?
En Uruguay hubo un trabajo de muchísimos años para que las producciones sean buenas. En Argentina, por el tema de la guerra de las Malvinas en donde estaba prohibido pasar música en ingles, tuvieron un pico máximo de producción nacional y crecieron muchísimo. Nosotros a los grupos argentinos los veíamos como a grupos norteamericanos, viéndoles a ellos aprendimos muchísimas cosas, los estudiamos muchos, muchas veces teníamos que ir a grabar allá ya que los grupos tenían mucha mejor técnica. Entonces fuimos aprendiendo y lo practicamos en nuestro país. Nosotros vimos que el disco “Raro” era de calidad cuando se edito en España tal cual como lo sacamos, sin que lo remasterizaran, como es usual. También en cuanto a la nominación de los Grammy es importante recalcar que es la primera vez que un artista uruguayo está nominado con un disco grabado en Uruguay; porque si bien antes ya nominaron a Jorge Drexler, pero fue por un disco grabado en España. Esa nominación fue buenísima no solamente para el Cuarteto sino para toda la gente que esta laburando alrededor de la música, buen un bombazo, incluso los pibes que tienen una banda en Uruguay ven que eso les puede pasar a ellos también.
¿Cómo fue el trabajo con Juan Campodónico (productor de BajoFondo, La Vela Puerca, Jorge Drexler)?
Con Juan Campodónico, es la segunda vez que trabajamos. Hace 3 años hicimos una recopilación donde re-grabamos los grandes éxitos del Cuarteto. Pero la historia con Juan viene desde mucho más atrás. Él iba a vernos a los recitales nosotros cuando era chico, es mucho más joven que nosotros, tiene como 10 años menos. Con él nos juntamos para hacer nuestra primer recopilación de canciones de toda la época, con nuevos arreglos, más tres temas inéditos que teníamos. Trabajamos sobre ello y termino una cosa muy poderosa. “Raro” fue un poco el “pasado a limpio” de todo lo que fue esa experiencia.
Ustedes ya tienen 12 discos editados. Pero en países como Ecuador, Colombia o México los temas que el público va a solicitar en vivo son los últimos; todo lo contrario de lo que pasa con una banda con una larga trayectoria, en donde viven de éxitos pasados…
Eso es probablemente bueno para nosotros, los nuevos son los viejos jajá.
Nos paso eso en Uruguay. Porque viste que cualquier banda cuando saca un disco nuevo le resulta difícil meter los nuevos temas en su repertorio. En Uruguay nosotros hicimos un show de presentación de casi todo “Raro”, y la gente se recontra colgó, fue buenísimo. Nos quedamos con la boca abierta, lo habían escuchado todo, lo tenían, nos llamo mucho la atención como los pibes asiduos, querían saber las letras, aprendérselas. Yo no me imagine que podían aprenderse las letras porque son largas, ellos intentaban seguirlas, y las tomaron como un desafío personal.
Probablemente lo bueno para nosotros es estar presentando en el exterior canciones que tienen un año o dos de vida, y no estar tocando canciones de hace 15 años.
¿El Cuarteto de Nos nunca fue una banda radial?
Bueno no al principio. Ahora sí. Después de un disco que sacamos en el 94 que se llamó “Otra navidad desde las trincheras”, que fue el disco que nos saco del cinturón de gente del under. En esa época comenzaron a pasar nuestros temas en las discotecas, nos pasaban bastante en radio y comenzamos a llenar lugares grandes.
La propuesta nuestra tiene una cuestión que por un lado es divertida y por otro lado es un poco políticamente incorrecta. A nosotros obtener el apoyo a nivel de empresa o del estado nos costó muchísimo más que a cualquier otra banda. Nos llevo muchísimo más tiempo que a otra gente que obtuvo ese apoyo más fácilmente porque tenían un producto más amoldable. El Cuartero tuvo un tema que fue censurado (“El día que Artigas se emborrachó”), fue una cosa media fea, querían que la canción no saliera, era terrible. Por suerte la legislación uruguaya es como que muy abierta y el tema de la libertad de expresión siempre primó.
Hay un enorme peso que deben cargar las bandas under cuando se vuelven más populares. De repente el público antiguo no acepta el éxito: los tratan de vendidos. ¿Ustedes pasaron por eso?
Nosotros ya lo vivimos hace mucho tiempo con “Otra navidad desde la trinchera”. Para “Raro” ya habíamos superado ese problema.
Pero definitivamente para la mayoría de las bandas es un caso traumático. No sé si sea normal. Uruguay específicamente es un país donde hay una teoría de mesocracia, que es un gobierno del medio. Si vos sacas un poquito la cabeza para afuera, paah!
Antes también nos pasaba, como que el éxito no era perdonado. Como anécdota te digo que después de “Otra navidad desde la trinchera” que fue un disco triple platino, y el segundo más vendido en Uruguay, nuestro siguiente paso fue hacer un disco que se llamó “Barranca abajo”. Era reírnos de nosotros mismos, decir ahora viene la caída.
Pero sobrevivimos a ese paso, hay bandas de rock que muchas veces llegan a separarse por eso, es un momento fuerte, de crisis interna.
Este disco ya nos agarro muy maduros. El público nuestro entendió también de que no éramos unos pendejos que recién habíamos salido y que la recontra pegamos. Creo que la gente en Uruguay vio claro que estábamos trabajando desde hace mucho tiempo y nadie nos regalo nada. Ahora lo de los Grammy es una cuestión nacional, ahora hablas con una persona de Uruguay sobre el Cuarteto y es como que ¡vamos arriba ahí! Es como un partido de futbol, esta buenísimo eso de estar nominados, esta bárbaro.
Por: Darío Granja