Se divisaba la llegada de grupos de jóvenes y autos al Teleférico de Quito, ese era el preámbulo que se vivía en el concierto Reggae Funky Fiesta que tenía como invitada a la banda chilena Gondwana junto a agrupaciones ecuatorianas ya consagradas como Alma Rasta y Guerrilla Clika y una banda relativamente nueva: Spiritual Lyric Sound.
De verde, amarillo y rojo eran los accesorios que pintaban e identificaban a una cultura juvenil que ha ido creciendo y calando con sus ideales en jóvenes de todas las edades que hacían una fila inmensa que cubría la cuesta al Teleférico.
Al entrar ya se escuchaban los sonidos de Spiritual Lyric Sound, banda que contó con un buen show: líricas penetrantes que permitían ir interactuando con la gente que los acogió; sonidos reggae, dance hall, con un toque hip-hop y con un carácter propio y moderno dio apertura al show que se venía para largo.
En seguida llegaron Alma Rasta con un aire de reggae, roots y mucho amor, que llenó el espacio de buena vibra. El público coreo y bailó sus temas, que van desde un contenido social hasta las experiencias del día a día. Con un sonido mucho más maduro y condensado que permitió que el show siga fluyendo.
Vino el turno de los Guerrilla Clika, que empezaron a funkear, con un público reggae. A pesar de que en un inicio muchos se desubicaron con el estilo de los Guerrilla, la agrupación tocó con una puesta en escena que gracias a los años se ha solidificado. Al final cerraron el show con Andrea, una chica de Guayaquil que hizo el deleite del público, bailando y enseñando sus habilidades con el aro.
La gente empezó a corear: Gondwana, Gondwana, Gondwana, luego de esperar por poco tiempo salió la banda con Maxi Vargas a la cabeza, quien ha generado una renovación en la banda y de seguro nuevos adeptos debido a su carisma y voz.
Algo importante a destacar era que muchas de las personas que se encontraban en el concierto por primera vez escuchaban a las bandas nacionales, ya que iban por Gondwana, que con su último disco “Resiliente” han logrado vincularse a un target más comercial. El abrir puertas para que otras personas conozcan el trabajo musical local es un acto de madurez e interés para que la escena musical siga creciendo.
Gondwana avizoró que el show de ese día seria completo y que cumplirían todas las peticiones de la gente haciendo un recorrido por toda su carrera musical. Todas las personas asistentes corearon algunas o todas las canciones. Se bailó hasta las 1:30 y el espectáculo concluyó.
Nota: Cabe destacar la notable intervención de la organización que se preocupó de todos los detalles, efectuando un show sin percances, con un sonido impecable y respeto a las bandas y público.
Por: Vanessa Bonilla / Fotos cortesía: www.gondwana.cl