Haciendo memoria. A través de la vitrina principal de la –ahora extinta- tienda de discos “tower records” se ofrece en la cartelera amarilla uno de los mejores platos del más exquisito rock fusión ecuatoriano. “Hoy Pulpo 3 en vivo”. Es el pre-estreno de su primer disco “excitador de frecuencias”. Aproximadamente 7:30 de la noche la agrupación se prepara para tocar un pequeño repertorio, en una tarima separada del suelo en menos de 50cm y con una localidad medianamente llena. En la prueba de sonido se escucha un fragmento del tema “La estación”.
Lo que se puede observar es a una banda que está despegando: a María Fernanda Karolys que se da vueltas por el local hablando con algunos asistentes e incitándolos que traigan a más gente para lo que va a ser su presentación, al “Piñas” totalmente concentrado en su bajo, y a una pequeña pero ya fiel cantidad de seguidores que los están esperando. Al parecer una tocada común.
Precedido por algún apuro del momento y sin tomar conciencia del acto, salgo del local, sin que antes comience la tocada, con la ingenua seguridad de que muy pronto los volveré a ver.
7 años después, esa decisión deja de pesar en mi conciencia. Pulpo 3 se encuentra de vuelta en los escenarios capitalinos por un par de semanas, luego de la visita de la vocalista de su residencia actual en la ciudad de los Ángeles.
Sábado 17 de marzo. El lugar del encuentro esta vez es el Pobre Diablo, bar/restaurante que se ha convertido durante más de una década en uno de los sitios más activos que promueven la cultura contemporánea. Con mesas de por medio, en el fondo se observa a tres pedestales de voz, una batería, una pantalla a lo alto y a un público que tiene algo que compartir: su nostalgia, su alegría de volver a ver a la banda, en definitiva su recuerdo.
Ya con local lleno, todas las mesas ocupadas y algunas personas de pie, suben al escenario Carlos Torres – guitarrista-, Pablo Cepeda (Piñas) – bajo- y Andrés Benavides – batería. Lo más notable al momento de observarlos son los contrastes del paso del tiempo: ya no parecen aquella banda del 2000 que luchaba como tantas otras por darse a conocer dentro de la aún prematura escena local. Pulpo 3 ha crecido.
Empiezan con un intro de rock fusión al puro estilo de la banda. Terminada esta entrada, sube inmediatamente María Fernanda Karolys que sin palabras de por medio inicia con “Siete Flechas”, para luego continuar con un nuevo tema: “Drástica”. Con una pausa la banda parece algo lejana, aun sin mucha entrega en el escenario, y con un público por satisfacer, continúan. Cada vez aumentando el dinamismo en la tarima, el tema “Mama habla” termina y deciden aventurarse con el tema que los dio a conocer en todo el país: “La estación”; ya con todas las de ganar, la banda inicia una nueva etapa. Desde este momento todo lo que se espera es a ese Pulpo 3 que se convirtió en uno de los referentes más versátiles y originales del rock ecuatoriano.
Suenan de seguido los temas ya clásicos como: “péndulo”, “Kuko”, “cosecha de humano”, solamente separados por algunas frases en cada intermedio del “Piñas” que poco se las puede comprender, pero que de una u otra forma terminan en una broma.
Después la banda presenta dos temas nuevos: “Adicta” y luego “De dos”. Lo que se puede apreciar de su nuevo trabajo es una fusión mucha más experimental, a veces un poco mas progresivos, pero siempre manteniéndose muy cercanos a su sonido ya característico.
Con las animaciones de VJ Electronpsychopath, se logra unificar a un concierto que sin necesidad de grandes artificios resulta lo suficientemente especial como la ocasión.
“Hiere al viento”, vuelve a hacer corear al público presente, mientras apuestan a tocar “camino lento”, esta vez, sin esos aires rapiados pero manteniendo la fuerza original.
Ya a estas alturas el concierto esta casi por terminar, el público pide otro tema más; pero antes de eso, Piñas se pone algo serio, coge el micrófono y expresa: “nosotros comenzamos hace más de 8 años la banda… y es muy bacán verlos a todos aquí”. Luego suena “Massokiss”, el cual sirve como último desahogo para que los fanáticos que los observaban de pie bailen es su propio terreno. Así, dan por terminada la presentación.
Minutos después ya con un local semi vacío me acerco a Andrés Benavides que se encuentra sentado al borde del escenario. Entre felicitaciones y algunas preguntas me comenta que ya tiene preparados cuatro nuevos temas los cuales quieren grabar para lo que sería un nuevo EP de Pulpo 3, sin embargo, aun es una decisión que tiene algo de incertidumbre, la cual principalmente se nota ya que luego de cada idea el baterista de pulpo 3 responde inconscientemente un: “pero no sé”.
Ya de salida es imposible sacarme de la cabeza el estribillo que se repite constantemente en el tema Camina Lento. “Cómprate un sueño por esta noche”.
Por: Darío Granja