Uruguay está lleno de Rock bizarro… Desde el “Gris” que pregona Loop Lascano hasta terminar “En el Limbo” con La Vela Puerca.
La “república oriental” es un terreno propicio para el desarrollo del Rock como género aún contestatario e irreverente tomando en cuenta el clima de la región. Allá los bares calificados como “music halls” promueven generosas programaciones inherentes a la escena nacional proyectándolas así a un mercado más ambicioso y redituable como el argentino.
Así han forjado auténticas bandas de culto cuyas hinchadas, cual equipo de fútbol, les profesan una profunda devoción que los inspira a continuar en un negocio que, a pesar de la evolución, parece ser aún una mala idea. Destacadísimas y excéntricas agrupaciones han florecido a partir de este “futbolero” apoyo musical, una de ellas el mítico Cuarteto de Nos, de los hermanos Musso (Roberto y Ricardo), Alvin Pintos y Santiago Tavella.
Aparecieron en 1984, han editado 12 discos con los cuales han partido en sendas giras por Argentina, Colombia, México y Europa. La “joya” de su corona son las líricas de su álbum “Raro” (2006) con el cual terminaron de proponer su abierta denuncia de un rock integral y “free lance” después de 22 años llenos de mutación. “Yendo a la Casa de Damián” rompió listas de éxitos en toda la ribera del Río de la Plata cubriendo la necesidad de toda banda por tener un himno que los preceda. De allí en más todo sería cuestión de tiempo para que lograsen competir de “igual a igual” con sus vecinos argentinos, que por su parte experimentaban con un Rock mucho más surrealista y light.
El humor negro los convierte en los “Les Luthiers” de la música uruguaya realizando juicios inteligentes e hilarantes de la cotidianidad que sociedades casi homogéneas como en Latinoamérica encuentran en el arte el oportuno desahogo. Cada que les place rozan el folk resaltando así ciertas tonaditas de tango que sin duda completan el encanto del cuarteto menos “cumbiambero” pero más camaleónico.
La cursilería y la elegancia son el combustible para sus parodias, siempre certeras y “teledirigidas” contra cualquiera que las promulgue sin mayores tapujos ni intermediarios. Su coloquial cosmovisión los vuelven un acertijo difícil de resolver, es inevitable caer en su trampa, pues los títulos de sus cortes no suelen dar mayores pistas de lo que la canción ha de involucrar.
“Al borde de la separación”, era el titular que sugería la prensa uruguaya en relación a la posible disolución de la agrupación tras su éxito comercial con “Raro”, acusando disputas creativas entre los integrantes, pero a comienzos de este año los rumores se vinieron abajo con la “filtración” en los principales portales de descarga de música de varios cortes de lo que sería un nuevo trabajo.
Pero el 17 de Septiembre en las tiendas recaló con autoridad su decimosegundo disco “Bipolar”, que cuenta con 12 tracks que develan una magistral habilidad para que el humor y egocentrismo de los músicos se combinen en un álbum lleno de potenciales sencillos.
“Bipolar” es una obra ideal para un momento de enfado, es imposible no sonreír al menos tras terminar de escucharlo. “Me Amo”, una reedición de su disco “Cortamambo” es la carta de presentación de un trabajo muy bien realizado por una de las más veteranas bandas de Latinoamérica a la cual el tiempo parece no haberle pesado en lo absoluto.
Un experiencia musical totalmente distinta, 41 minutos de un Rock bizarro que no pierde su esencia contracultural ni la diversidad de recursos líricos, un buen aporte para acompañar a las frías tardes quiteñas de inicio de invierno, esperemos poder verlos en escena por acá en un futuro no muy lejano.
Por: Sebastián Cobos Rivadeneira / Fotos: cortesía Cuarteto de Nos
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