noviembre 14, 2009

BLOG: Historias de un sillón reclinable – ¿And you?

Inicio 9 Opinión 9 Blog 9 BLOG: Historias de un sillón reclinable – ¿And you?
Plan Arteria

Oscar_2

“Pero las fotos son sólo un resumen de la parte feliz de los viajes. Las anécdotas (en su mayoría) no se cuentan en píxeles.  Resulta que en Trujillo también ha habido travestis y que estos han sido los vecinos de hotel”.

Cuando uno viaja asume una actitud de gringo. Todo es bacán, todo es hermoso, todo wonderful. El mismo arquetípico ángel empuñando una espada no causaría tanta impresión si estuviera colocado en una plaza de Machala, pero como estamos en Trujillo (Perú) es básico tomarse una foto ahí, debajo del monumento.

IMG_1769Esta ciudad, como cualquiera que se ufane de ser turística, está llena de gringos y europeos mochileros y taxistas sapos al acecho. También tiene iglesias con querubines regordetes, plazas con fotógrafos igual de antiguos que sus cámaras, casas coloniales ‘tuneadas’ por fuera y museos de cualquier cosa antropológica-histórica.

En estos pueblos-parada todo es fotografiable, mucho más si está pintado de un color medio chillón. Y si el gringo gasta pila captándolo todo en su Nikon, uno le sigue la corriente. Y si el extranjero está medio cerca, uno accede contento cuando escucha un “Picture, please”.

Of Course, encantadísimo, please say chesse para que se le vea sonreído. Luego se le entrega la cámara en la mano y se le sonríe con cara de Your Welcome. La rutina se repite en todo lugar. Primero la foto, luego la respectiva revisión para ver si no se ha salido con los ojos cerrados y posteriormente la búsqueda de un comedido para que en cambio nos tome la foto a nosotros. Para subir al Facebook, sino ¿qué chiste?

Pero las fotos son sólo un resumen de la parte feliz de los viajes. Las anécdotas (en su mayoría) no se cuentan en píxeles.  Resulta que en Trujillo también ha habido travestis y que estos han sido los vecinos de hotel. En el Hostal Lima bastó un dólar cincuenta por persona para pasar la noche; es un poco más barato para los que necesitan una habitación solamente para un ratito. Muy tarde, ya cogimos las llaves y era muy noche para ponerse a buscar un sitio con sábanas sin manchas, duchas con cortina y focos sin una aureola de moscos.

La verdad es que no hubo mayores sorpresas, salvo un desfile gratuito de potos flacos rellenos a la fuerza, una coordinación insuperable entre guiñadas de ojo y sonidos de taco, risas escandalosas, y siluetas sui generis que se iban bajando la minifalda al salir de los cuartos. Tras ellas, los borrachos…

IMG_1693Ya en buen plan, la Trujillo ‘de postal’ es la ciudad donde se encuentran las ruinas precolombinas de Chan Chan; una metrópoli hecha de adobe (gracias Wikipedia). En mis palabras: lo más cercano a Egipto que creo que voy a conocer.

También hay hoteles que sirven desayunos americanos y difieren la diversión hasta doce meses, librerías con descuentos y farmacias donde se vende Inka Kola. Además, Trujillo posee centros comerciales con salas de cine -que apestan a mantequilla- y su respectivo proveedor de cajitas y caritas felices.

No hay por donde perderse. Este es un punto para intercambiar medias sonrisas con los gringos, seguir aburridamente a los guías de los museos y preguntar a los taxistas si el clima siempre es así de frío. Que así mismo es, dicen… Que nos ‘arropemos’ nomás porque Lima está peor, que bienvenidos al Perú hermanos ¿chilenos?, ¿son de Colombia?, ¿Do you speak Spanish?

Sí, de ley, ¿and you?

Pin It on Pinterest