King of limbs viene a ser el álbum en el que Radiohead mas se ha decantado por lo electrónico, un artilugio indie dance melancólico con aquel toque tan Greenwood y el peculiar falsete que hace de Tom Yorke un transmisor tácito de emociones.
El floreciente comienzo da la pauta (“Bloom”), cinco minutos llenos de un beat que nos trae a la mente un desconocido experimento de música tribal de algún universo perdido o creado en los recónditos espacios neuronales de los Ingleses, es el elevador teleférico auditivo para lo que se viene. “Morning Mr Magpie” es algo mas incesante compuesto por un beat casi bailable que minuto a minuto se va haciendo cabalgata electrónica; el orden de éste y los temas siguientes ha sido bien pensado, las canciones se discurren una a una sin sorpresas ni disturbios pasando por “Little by Little” hasta llegar a “Feral”, gracias a la generosa cadencia que son capaces de transmitir.
«Lotus Flower” – el single – podría ser considerada la estrella del álbum, muy al estilo Kid A con esa pintoresca y única «english – melancólica – alegría», que se permiten estos icónicos músicos (tan permisivo es su estatus que inclusive el video promocional en manos de cualquier otro quinteto, habría sido digno de sonrisas burlescas, y no es que se salgan con la suya totalmente, pero merced a su sonido siempre vanguardista, un video de estas características podría decirse que a ellos les es permitido) una canción que no puede pasar desapercibida y debe ser disfrutada una y otra vez sin empacho. ”Codex” empieza a bajar las revoluciones, el tempo y el telón, y nos va creando mas atmosferas inquietantes y universos de soledad e introspección (“…No one around, Just dragonflies, fly to the side, No one gets hurt, You’ve done nothing wrong…”). La lenta “Give up the Ghost” deja ver la predilección que Radiohead ha acumulado hacia la etapa mas contemporánea de los sonidos ingleses, sonido que muchas otras bandas han adoptado y que podemos evidenciar que solamente los de Abingdon han sabido potenciar de manera superlativa desde 1985.
Separator” deja algo más de energía inhóspita para el final, otra dosis de agridulce melodía y letras oníricas, de aquella sensibilidad de la que está plagada este álbum, canción que al terminar nos deja esperando por un tema más, como si estuviésemos en un show y pidiésemos con ansias el consabido “encore” que nunca llega.
Diríamos que en éste álbum prácticamente no hay mucho que reprochar a los reyes de esa extraña arquitectura sonora denominada “art-rock”, etiqueta que la critica siempre se encargó de adjudicarles y ellos de impulsar; quizá nos hace falta a los nostálgicos alguna reminiscencia de “Pablo Honey” o “The Bends” un riff algo mas truculento, menos efectos y mas decibeles, al igual que incluir un par de canciones más al álbum a nadie hubiese molestado pero en líneas generales este es un muy buen disco, para algunos quizá no justifica el tiempo de 4 años de espera, pero la continuación de «In Rainbows» se ha tardado el tiempo justo; desde luego «King of Limbs» no es el mejor de la carrera de Radiohead pero es algo que podemos escuchar con gran expectativa y sin decepciones, digna obra de quienes nos regalaron exquisiteces como el “Ok Computer”, lo recomiendo.
Hay muchos tipos de opiniones, esta es la nuestra. De algo estamos seguros y es que Radiohead aun no me ha fallado.
Por: El Musikólogo
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