Se aproxima la aprobación de la nueva Ley de Comunicación. Ésta, entre otros artículos, solicitaría a las radios incluir en su programación el 50% de participación nacional; el llamado uno por uno. Ante esto ya se ven las primeras impresiones de acuerdo y desacuerdo. Quienes están en contra opinan que a la música ecuatoriana le hace falta calidad, por eso no suena en las radios y como tal no puede competir con la música extranjera; además los medios, muchos de ellos monopolios, aducen que deben trabajar por lo que les conviene y con esta Ley estarían obligados a hacer algo que no encaja en su formato.
Este tema se presta para varias reflexiones. Propongo analizar con varias interrogantes las causas de todo lo que adolecemos ahora.
-Tal vez los grandes medios se preguntarán ¿por qué se hace todo esto? La respuesta es sencilla y no se necesita razonar mucho para saberla: porque hicieron y hacen mal su trabajo. Así de simple.
La génesis fue hace muchos años atrás, cuando las empresas de radio, tv, diarios iniciaban sus actividades, al mismo tiempo lo hacían los métodos de difusión de sus productos que deseaban ofertar a las audiencias; al final todo es un negocio y los medios son las tiendas. La música sólo es canal para sus ventas, el aliciente. Así lo concibieron.
Por años se ejecutaron estrategias y se crearon estereotipos que hacían todo menos comunicar. Procuraban solo vender. Estos estereotipos (pinchar discos sin ningún aporte informativo, no tener producción en programas radiales, solo la música extranjera es la que vale, etc) ¿de dónde los heredaron? Copia de otros países no son. Miremos el progreso en temas de comunicación en países aledaños, fijémonos en cómo trabajan medios mexicanos, argentinos, chilenos, colombianos. Hasta en las radios más comerciales tienen algo que decir, una producción detrás. Acá no, y esto es preocupante.
¿Por qué existe poca oferta musical en los medios? La pobreza musical que los medios ofrecen se origina por la falta de principios profesionales que generen contenidos educativos. Por décadas, los medios se cerraron al conocimiento. Esto produjo en el mercado una carencia de alternativas musicales. Mientras afuera crecían los músicos y los festivales, también crecían los medios y ellos sabían que, si proponían algo con fondo, la recepción sería mayor e inteligente. Acá el resultado fue la ignorancia en las audiencias.
Le responsabilidad la tomaron cuatro dueños de radios y quienes estuvieron detrás del micrófono. Ellos nos impusieron “El ramillete de cuatro músicos que suena constantemente”. O sea, todo fue producto de la mala costumbre. Esta fórmula recae ahora en los pocos conciertos que hay y que son los mismos. Y aunque estos siempre se abarroten no ofrecen otra posibilidad de crecimiento cultural. Solo dejan estática la ignorancia.
¿Porqué la música ecuatoriana no es productiva? La respuesta la doy con otra pregunta ¿Cómo va a ser productiva si no se difunde, si no suena, si la gente no la conoce, si no se vende? Los grandes medios afirman que no hay calidad en la música ecuatoriana y pocos músicos tienen talento. No sé que piensen los lectores, pero para mí el talento es intrínseco en cada uno, al desarrollarlo se hace notable. Nadie nace con una guitarra y un disco de oro bajo el brazo. Ni los mismos Arjonas, ni los mismos Beatles. Los músicos que han logrado mediana trascendencia lo han hecho gracias a la autogestión. Lastimosamente en el Ecuador no se ofrece un plan económico ni menos educativo a nivel académico que identifique y explote las destrezas artísticas.
Independientemente de cuál sea el gobierno que apruebe y ejecute esta Ley, es evidente que nos urge un cambio ante los malos procederes de las dinastías dueñas de todo lo que suena en nuestro país. Los medios de comunicación son nuestros profesores, de ellos aprendemos un gran porcentaje de las cosas que sabemos. Su falta de visión es la culpable de todo, aquella que reflexione en el producto final que puede ofrecer un buen ejercicio de la ética profesional. Si los medios comunicaran con responsabilidad se darían cuenta que hay muchas opciones musicales que pueden florecer y dar sus frutos en beneficio de medios, disqueras, productores de eventos, público, turismo, etc. Todo es cíclico y si ahora hay una involución es porque desde el inicio no se hicieron bien las cosas, es necesario el cambio, pero también debemos ser conscientes que toda Ley es ambigua.
Por: Christian Reyes | @doncricrireyes