Mientras análisis internacionales revelan la falta de creatividad en la industria musical extranjera, en el Ecuador existen jóvenes agrupaciones de gran talento que no le piden favor a ningún país y que lastimosamente se han visto forzadas a separarse o parar sus actividades musicales ante la escases de plazas de difusión y oportunidad para rentabilizar en diferentes mercados que supuestamente deberíamos tener en el país. Jóvenes agrupaciones musicales como, Sudakaya (Ambato), Biorn Borg(Quito), Sal y Mileto (Quito), Mamá Vudú (Quito), Los Pescados (Portoviejo), Penicilina (Guayaquil), entre otros otras; han anunciado simultáneamente su separación o pausa indefinida en menos de una semana.
Este es un estado alarmante para quienes laboramos en diferentes campos de los mercados musicales del país, a la vez un llamado de atención urgente a las instituciones culturales, direcciones provinciales y municipales, responsables y dueños de los factores de producción musical, medios de comunicación y organismos gubernamentales quienes no han implementado políticas públicas para el desarrollo, sustento y valorización del consumo de arte musical a nivel nacional. Un país sin diversificación cultural (nacional), es un país triste e ignorante. Al público y lectores; no apoyen al artista, porque apoyar da pena; disfruten y valoren los pocos artistas nacionales que quedan.
Carta a diarios nacionales, gobierno y responsables de políticas públicas para la mejora de los mercados musicales en el Ecuador (espero la publiquen)
Por: Daniel Merchán | cabeza-de-gato.blogspot.com