Por: Santiago Endara
“La mejor música está allí esencialmente para ayudarte a enfrentar al mundo” – Bruce Springsteen
”La fe ciega en los líderes o en cualquier otra cosa te matará” – Bruce Springsteen
Mejores Discos
Born To Run (1975)
Darkness On The Edge Of Town (1978)
Nebraska (1982)
Born In The USA (1984)
The Rising (2002)
Cronista social comprometido
Bruce Springsteen es un cantante y compositor que siempre ha tenido algo interesante que decir. Desde sus discos como cantautor estilo folk con mucho de Bob Dylan, hasta sus trabajos con un sonido épico y teatral, lo que siempre se ha mantenido firme es el compromiso por retratar y denunciar a una sociedad donde buena parte de sus habitantes se ven enfrentados a una vida difícil que no se asemeja en nada a ese concepto lejano y ajeno del sueño americano.
El sonido y las letras de Bruce Springsteen tienen sus raíces en ese idealismo de los años sesentas que buscaba un mundo mejor basado en una sociedad más justa y en un regreso a la vida comunitaria en armonía con la naturaleza. A diferencia de muchos artistas, que durante los años setentas nos ofrecieron una dosis de escapismo y quemeimportismo por el entorno, Bruce Springsteen se enfrascó casi en solitario en una cruzada quijotesca de denuncia de las desigualdades e injusticias de los Estados Unidos, un país que a través de los años se ha ido arrimando con mayor ahínco a una estratificación social más rígida en lugar de procurar ir hacia una sociedad más equitativa. Las denuncias de Springfield tienen el valor de venir desde una perspectiva autobiográfica basada en la realidad personal del autor y su vida en un pueblito pequeño enfrascado en una lucha desigual contra el olvido y la decadencia de la era post industrial.
Un estilo compositivo basado en la realidad personal
Hijo de un conductor de autobús de origen irlandés y de madre de origen ítalo-americano, Bruce Springsteen nació y creció en Freehold, New Jersey en 1949, en pleno apogeo del “Baby Boom”. A los 13 años consiguió su primera guitarra, lo cual sería un hecho que cambiaría su vida para siempre, ya que el instrumento se convirtió en su compañía, refugio y medio para canalizar sus ideas y su creatividad. A los 16 años comenzó a tocar en grupos locales y poco a poco se fue haciendo de un nombre propio en los circuitos rurales de su estado, hasta que en 1972 conoció a Mike Appel, quien se convertiría en su manager y conseguiría para Springsteen una audición con John Hammond, encargado de reclutar nuevos actos para Columbia Records. El ejecutivo de la disquera, quien también había descubierto a Bob Dylan y Aretha Franklin, no solo que se quedó impresionado con el talento y la energía de Springsteen, sino que lo calificaría como lo mejor que él había visto en 10 años, calificándolo como mucho mejor que Bob Dylan cuando este hizo su respectiva audición.
El punto vital de la composición de Springsteen es que, utilizando letras sinceras y emotivas, logra representar de forma acertada a los personajes comunes y sencillos de la clase trabajadora de los Estados Unidos, con su sinfín de ideales, logros, problemas y frustraciones.
Los primeros discos de Springsteen nos muestran a un artista todavía en proceso de formación y con una fuerte influencia de la canción social del folk de los años cincuenta y sesenta, pero que ya comienza a tener poco a poco un estilo propio que añade aires country y soul a un estilo de grabación que nos recuerda al muro de sonido hecho popular por Phil Spector.
Primeros pasos y discos vitales
Tras unos ambiciosos pero aun titubeantes primeros trabajos, los interesantes “Greetings From Ashbury Park, N.J.” (1973) y “The Wild, The Innocent and the E Street Shuffle” (1974), llegará en 1975 su primera obra maestra, el épico “Born to Run” donde las canciones alcanzan tanto en sus letras como en la instrumentación un nivel de dramatismo e importancia casi cinematográfica. Los temas de las canciones nos muestran frecuentemente a personajes enajenados con su entorno, muy “a lo Holden Caulfield” y en busca de una salida que se traduce en abandonar el pueblo donde han nacido o abandonar el estilo de vida que han elegido. Las excelentes canciones de “Born To Run” se van armando y preparando poco a poco hasta que en cierto momento determinado explotan llenas de emoción y épica ayudadas por la grandilocuente instrumentación que resulta especialmente emocionante por el gran sonido del saxofón de Clarence Clemons.
Si bien “Born To Run” se convirtió en un clásico instantáneo, aclamado por la crítica, el desempeño del disco en cuanto a ventas, si bien fue bueno, fue también mucho más moderado de lo que la disquera hubiese querido. Poco después del lanzamiento del disco, Springsteen se enteró que sus canciones no le pertenecían desde el punto de vista legal y se enfrascó en una contienda jurídica que tardaría varios años y pospondría su siguiente disco hasta 1978.
En 1978 finalmente llegó “Darkness At The Edge Of Town”, un excelente disco que continua tocando temas sociales como los pequeños combates ordinarios del día a día de los habitantes de esas zonas de los Estados Unidos que se enfrentaban a los grandes cambios de la matriz económica donde se estaba pasando de un modelo industrial a uno post industrial. La lucha de clases y la ambición de abandonar los pequeños pueblos por las grandes ciudades son dos de los temas que nos presenta “Darkness At The Edge Of Town” desde un ambiente más tranquilo y melancólico que su predecesor “Born To Run”.
Regreso a lo básico
“The River” (1980) nos lleva por varios estilos que no logran cuajar muy bien como una obra completa y el darse cunta de un cierto agotamiento de su estilo llevó a Springsteen a ensayar una nueva forma de aproximarse a las canciones en su trabajo posterior “Nebraska” de 1982. Este disco es una oscura obra de gran belleza acústica captado solo con una pequeña grabadora de 4 pistas que proyecta un sonido crudo y simple con canciones melancólicas que nos remiten a unos Estados Unidos taciturnos y polvorientos donde la soledad y el desencanto son más comunes que la vida feliz con familia y amigos en un país que vende esa imagen de bienestar a todo el mundo. Para quienes no gustan del sonido “Ópera Rock” de “Born To Run”, “Nebraska” es generalmente el disco favorito de Springsteen.
Éxito comercial, exposición masiva y conciertos de beneficencia
Tras la espartana producción de “Nebraska”, Springsteen retomó un sonido más pulido para su famosísimo “Born In The USA” (1984), álbum que vendió 15 millones de ejemplares solo en los Estados Unidos y que contiene varias canciones que se convirtieron en grandes éxitos comerciales. Debido a su carátula, un tanto de mal gusto, y por una mala interpretación del verdadero significado de la canción “Born In The USA”, este disco fue tomado como una obra de patrioterismo estadounidense, pero lo que realmente pretende “Born In The USA” es hacer una crítica frontal a la guerra de Vietnam y la desidia con la que el gobierno de los EE. UU. pagó a aquellos desafortunados que tuvieron que combatir en una guerra inútil más. Las otras canciones de “Born In The USA” se enmarcan también en el estilo de música protesta característica del compositor de New Jersey. Este disco puso a Springsteen de nuevo en el ojo del huracán y su autor se aprovechó de este éxito para sacar a relucir de nuevo su agenda política en base a conciertos benéficos y su destacada participación en la grabación de la canción “USA for Africa”.
A partir del éxito masivo de 1984, la segunda mitad de la década de los ochentas, Springfield se la pasa dando conciertos benéficos para obras sociales de todo tipo o relacionados con los derechos humanos. Toca en Alemania Oriental poco antes del derrumbe del muro de Berlín y encabeza la gira de Amnistía Internacional que entre otros países de habla hispana pasa por Argentina donde un Charly García desvariando como siempre le recuerda “Here in Argentina I am The Boss”
Búsqueda de nuevos medios y nuevos comentarios sobre nuestros días
Tras “Born In The USA”, los discos de Springsteen dejaron de tener el mismo brillo de antes. Posiblemente el éxito lo separó de esa realidad que había sabido retratar tan bien en sus discos anteriores. Unos cuantos discos sin mucho mérito son la producción entre 1984 y 1994, año en que vuelve a su forma y aporta la excelente canción “Streets of Philadelphia” a la película ganadora del Oscar “Philadelphia”. En 1995 lanza el disco “The Ghost of Tom Joad” cuya producción nos recuerda a la de “Nebraska” y cuya gira de promoción se dio en pequeños locales donde se podía lograr una atmósfera más íntima con el público.
Una nueva obra maestra llega en el 2002 con “The Rising” una observación poética y musical de los atentados del 9/11. Sin duda este disco es el que hace el comentario con mayor sentido y con más contenido de entre todos los artistas que intentaron abordar este tema después de los hechos. Springsteeen nos habla desde el punto de vista de un comentarista maduro y centrado que analiza de forma inteligente varios tópicos importantes relacionados a ese día trágico para el género humano.
Los últimos años han sido bastante activos para Springsteen quien ha lanzado un promedio de un disco cada dos años. Su vida personal ha sido privada y estable, consistente con su producción artística y si bien es cierto que su popularidad no es la de antes, también es cierto que su status como una de las leyendas vivientes de la música contemporánea está asegurado en la historia del rock.
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