Engancha desde el principio y tiene pocos puntos débiles. Bien compuesto, vientos impecables, arreglos justos y equilibrados, algo raro en una banda tan grande y energética.
Quizá su disco anterior recibió mucha más cobertura mediática, Rolling Stone incluida, pero si tuviera que elegir un disco de la Rocola para llevarme a algún viaje largo y solitario, sería: “Gases Nobles & Metales Pesados”. Nombre volátil, químico y algo escatológico, que por su desarrollo, el orden de los temas y sus letras que conectan perfectamente con la historia personal de cualquier nacido post 1975 pre 1990 baja suavecito de inicio a fin en una acogedora trampa que siempre será bienvenida.
Parece que la Rocola Bacalao está pasando de ser una banda de himnos de mosh pit y festival local, a una de himnos personales, de buenas canciones. La experiencia acumulada en directo, Europa incluida y en discos producidos como dios manda, está rindiendo sus dividendos. Hay canciones hechas y derechas como “Indigerible”, que mezcla lo mejor de la música urbana ecuatoriana de los 80 hasta ahora. Un raro “tema compendio” que es imposible de localizar en un momento histórico especifico, sin duda, el mejor del disco por largo. También buenos guiños a temas referenciales de la sonidoteca mental hispana, como “Guayaquil City”.
Disco hispano-sonoro más que ecuatoriano, lo que se agradece por la variedad y coherencia, sin embargo, esa virtud multireferencial es la que nos lleva a sus peores momentos, en que la banda se pone demasiado complaciente con su público de kermesse, ejemplo, “Cita en el averno” o cuando sus influencias son demasiado obvias y aburridas. Aparte de esos pequeños puntos bajos, y del claro hecho que la voz líder a pesar de su personalidad, es capaz de cansar con más facilidad de la necesaria, es un disco que se defiende en casi cualquier liga.
Siendo sincero, he gozado mucho a la Rocola en vivo, casi nunca en disco, pero Metales… me encantó, excepto un par de temas que definitivamente están construidos en la lógica “usemos los localismos y démosle duro y rápido para generar un buen mosh”. Lógica legitima que no comparto, pero que no me impide reconocer que aquí hay disco.
La mezcla de Sacha Triujeque (Cerati, Kinky, Control Machete) nos invita a subir el volumen indiscriminadamente, lo que es un tanto raro al inicio, hasta acostumbrarse y el equilibrio a momentos es tan grande, que agobia. Despues uno empieza a acomodarse a esta mezcla/masterización llena de dinámica, dejando los detalles al alcance de la oreja. Bien. Gracias.
Desde la producción de Miguel Sevilla hasta la masterización por Tom Baker (Ray Charles, Beastie Boys, Deftones) este disco es un acierto.
Rocola Bacalao son:
Iván “Shadito” Mendieta – guitarra, voz
Fernando Vasquez – bajo
José “el Pollo” Terán – batería
Santiago “el Zucko” Rosero – percusión latina
Miguel Sevilla – teclados, saxo tenor
José Fabara – trombón
Galo Pozo – trompeta
Hernán “el Mono” Vélez – trombone
Hugo Ordoñez – saxo alto