Ideas musicales vanguardistas y evolución creativa desde el “Art Rock” hasta la “World Music”
Por: Santiago Endara
”La música muchas veces no necesita ser entendida, simplemente te afecta, sin saber por qué” – David Byrne
”Nosotros no hacemos música, la música nos hace” – David Byrne
Mejores Discos
Talking Heads: 77 (1977)
More Songs About Buildings and Food (1978)
Fear of Music (1979)
Remain in Light (1980)
Chico raro… adulto raro.
Cuando era niño, David Byrne casi no hablaba con otras personas y era tan retraído que sus conocidos lo describirían como un chico en los límites del autismo y definitivamente dueño de una personalidad bastante enigmática. Cuando tomaba una guitarra o cualquier otro instrumento se sumergía en él por horas y horas ajeno a lo que pasaba a su alrededor y años después, en una entrevista, David diría que al subir al escenario como líder de los Talking Heads, su timidez o cualquier tipo de incomodidad quedaban en el olvido, sea esta una crisis nerviosa o la peor de las gripes. Cuando vemos los conciertos de los Talking Heads, reparamos enseguida que, en efecto David Byrne nunca dejó de tener una personalidad bastante particular y eso fue un ingrediente adicional que dio incluso más atractivo a uno de los grupos trascendentales de la historia del rock.
Justamente, ser uno de los grupos más trascendentes en la historia del rock, o “dejar una marca” es lo que Tina Weymouth, la bajista del grupo, mencionó en una de sus primeras entrevistas cuando le preguntaron qué quería alcanzar con los Talking Heads.
Hoy en día el grupo neoyorkino es en efecto considerado como uno de los más importantes de la historia, tanto por la calidad de sus discos como por la forma creativa y aventurada con la que elaboraron sus trabajos, especialmente aquellas obras que salieron al público entre 1977 y 1980.
La música de los Talking Heads creció de forma orgánica, igual que el grupo. En el excelente video documental “Chronology”, del año 2012, somos testigos de la evolución de la banda desde un trío con un sonido bastante minimalista hasta un combo de más de 12 integrantes frecuentemente con dos bajos, varios sintetizadores, batería, congas y demás instrumentos y coristas. Esta evolución fue principalmente fruto de los intereses personales de David Byrne, quien desde un inicio se vio crecientemente atraído por sonidos y ritmos ajenos a los estándares del rock, sean estos afro-americanos, africanos o afro-latinoamericanos, los mismos que encontraron un espacio cada vez más preponderante en los discos del grupo.
Estilo vanguardista y estética “arty”
Los Talking Heads surgieron en una época de explosión creativa en la ciudad de Nueva York. Desde sus inicios en 1973 hasta el lanzamiento de su primer disco en 1977, la banda vivió en una ciudad que albergó varias explosiones musicales de diferentes estilos. En el interesante libro de Will Hermes “Love Goes to Buildings on Fire: Five Years in New York That Changed Music Forever”, el autor hace una crónica de todo lo que pasó en varias escenas neoyorkinas, desde la época de oro de la salsa, pasando por el jazz, el disco y la escena del club CBGB. Los Talking Heads formaron parte precisamente de la camada de grupos que salieron del CBGB en la misma época que Patti Smith, Los Ramones y Television. A pesar de que los grupos antes mencionados tocaban en el mismo local, su música y estilo diferían mucho.
Debido a que compartían escenario en Nueva York, a alguien se le ocurrió la idea de que la banda liderada por David Byrne podría ser buena compañía de Los Ramones y los embarcaron en el mismo tour por Europa, lo cual solo sirvió para marcar más las diferencias entre ambas agrupaciones. Mientras los Ramones se sentían muy mal en Europa porque extrañaban la comida estadounidense, no había juegos de Baseball y no les gustaba ir a museos, los Talking Heads, como buenos estudiantes de arte, estaban apasionados por los museos e interesados en aprender y experimentar cosas nuevas que poco a poco también fueron incorporando a su música.
Desde un inicio Talking Heads se quiso presentar como un grupo diferente a la norma de su tiempo. Encerrados en una época donde el punk, el rock progresivo y la música bailable se dividían el mercado musical, la banda liderada por David Byrne se mantuvo alejada de cualquiera de estas escenas. De hecho, es interesante reparar en la ropa y cortes de pelo de sus integrantes, que resultan bastante inusuales para la época ya que ninguno adopta un look de “estrella de rock” sino que al contrario, se ven de lo más normal. Tanto así, que el look y la actitud en el escenario de David Byrne fue calificada como “es un tipo con una apariencia tan normal que incluso llega a parecernos un poco anormal” y si se mira en perspectiva, su actitud sobre el escenario nos recuerda a veces a un personaje que por ser totalmente promedio resulta también algo inquietante, más o menos al estilo Sam Lowry del film “Brazil” de Terry Gilliam
La voz de David Byrne fue siempre un punto a destacar, ya que la misma es muy particular y tiene una mezcla de falsete con un aire algo desesperado que no siempre mantiene el tono a la perfección y pone en evidencia que el dueño de la misma es un personaje bastante sui-géneris. Una mirada entre penetrante y extraviada termina de complementar esa personalidad “rara” que el artista proyectaba sobre el escenario o en los videos.
Los discos de los Talking Heads son todos un escalón evolutivo en una escalera que va desde un sonido mayoritariamente asociado al “art rock” hasta la adopción total de un sonido de combo bailable con influencias africanas y latinoamericanas.
“Talking Heads: 1977” y el inicio de sus grabaciones
El álbum debut “Talking Heads: 1977” empieza con “Uh-Oh, Love Comes To Town” una canción que mezcla un aire funk con la inusual voz de David Byrne y arreglos de xilófonos que nos dan a entender desde un inicio que el grupo desea abordar la nave de la experimentación musical. Sin embargo, si se puede calificar de alguna forma a este disco, sería un clásico ejemplo de “Art-Punk” o “Art-New Wave”, y definimos el prefijo “art” como un deseo por extender los límites del rock en base a composiciones que incorporen elementos de otros géneros, como en este caso el funk, algo de jazz y un primer asomo de lo que en nuestros días los angloparlantes llaman “World Music” para referirse a música tradicional o étnica.
Otro aspecto que ubica a los Talking Heads dentro del espectro de banda de rock “artística” son sus letras, las mismas, que por ejemplo en la conocida canción “Psycho Killer” incorporan versos en francés, o que por ejemplo en el caso de “I Zimbra” incorporan algunas líneas del poeta Dadaísta alemán Hugo Ball.
En 1978 fue lanzado el disco “More Songs About Buildings and Food” el mismo que empieza ya a adoptar ritmos inusuales e instrumentación y efectos poco ortodoxos para la escena rock. Este sonido particular se logra entre otras razones por el novedoso trabajo de producción ejecutado por Brian Eno. La fascinación de la banda por ritmos afroamericanos se demuestra entre otras cosas con la adición del cover “Take Me To The River” de Al Green.
Es interesante ver también como la personalidad de David Byrne tanto sobre el escenario como en los videos fue aplomándose para ir desde un inicio como un tipo tímido y retraído en el escenario hasta transformarse en un líder de banda que anima los conciertos con pasos de baile bastante inusuales pero muy divertidos al mismo tiempo.
“Fear of Music” y “Remain in Light”
1979 fue el año de lo que es para muchos, el mejor disco de Talking Heads, “Fear of Music” el mismo que en efecto es una obra maestra del rock contemporáneo. El disco abre ya de forma franca con una canción de claros tintes africanos y los primeros versos suenan como un canto tribal subsahariano, pero en efecto son, como se mencionó unas líneas atrás, extractos del poema dadaísta “Gadji Beri Bimba”. El disco “Fear of Music” ha sido analizado de forma muy completa e intensiva en el excelente libro del mismo nombre por el crítico Jonathan Lethem, dentro de la famosa colección de análisis de discos “33 1/3”
Con “Remain in Light” de 1980, los Talking Heads alcanzaron para muchos su cénit creativo y artístico. Este disco de apenas ocho canciones en efecto también se alza como uno de los mejores discos de los ochentas por la consistencia que demuestra en su propuesta artística. Las canciones se empalman perfectamente la una con la otra en un paisaje musical que nunca pierde ni interés ni frescura.
Ultimos discos y separación
Tras “Remain in Light” David Byrne se concentra por algún tiempo en colaboraciones con su productor, Brian Eno y juntos sacan un par de discos de contenido interesante. Entre 1983 y 1988, los Talking Heads sacan 4 discos que tienen una serie de altibajos y demuestran un poco el agotamiento del concepto del grupo, pero que sin duda son también trabajos interesantes, especialmente “Speaking in Tongues” de 1983,
Los Talking Heads influenciaron a muchos grupos en los ochentas y noventas, donde se destaca Radiohead, grupo que tomó su nombre de una de las canciones del disco “True Stories” (1986). Asimismo se puede ver a muchos grupos de la escena neoyorkina de principios del S. XXI con una estética muy similar a la de los Talking Heads.
Tras la separación oficial del grupo, David Byrne siguió su proceso de descubrimiento de la “World Music” donde se puede destacar su disco “Rey Momo” (1989) en el cual intenta ritmos como el merengue o la salsa con resultados novedosos pero a los que les falta ese “sabor” que debe tener la buena música caribeña. Otro proyecto interesante de Byrne es su papel de curador de varias colecciones de música brasileña, como “Brazil Classics”, una colección de canciones de artistas vanguardistas destacados, especialmente relacionados al movimiento “Tropicalia”. Estos discos son un aceptable punto de partida para un neófito mercado anglosajón interesado levemente en la música brasileña, pero podrían ser mejores con un poco más de conocimiento del músico sobre un mayor número de artistas de la escena del MPB (Música Popular Brasileña).
Los Talking Heads fueron incluidos en el Salón de la Fama del Rock en el año 2002 y si bien se reunieron para tocar unos cuantos temas, no hay reunión permanente ni tour en la mira inmediata. Por el momento Byrne sigue muy activo en el mundo de la música en colaboración con otros artistas y en el año 2012 saco el disco “Love This Giant” con la artista St. Vincent.
¿Cuál es la mejor canción de los Talking Heads, cuál es su mejor disco? Esas son preguntas difíciles de responder, pero no hay mejor forma de decidirlo que tomar sus discos y oírlos con atención. Sin duda será una actividad muy divertida y en el proceso descubriremos algunas de las mejores canciones de la historia.
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