No he escuchado Safari y por ahí tengo bajado Pod pero aún no lo he oído. O sea, técnicamente, no soy una fan a muerte de The Breeders. No soy una belieber del grupo. Resulta que con Last Splash es suficiente para mí. Es un disco tan bueno que elegí ir a una parada del tour por los 20 años de su publicación versus ir a ver a Danzig y Doyle en vivo el día anterior. Eso, o que no tenía plata para ir a ambos shows.
El concierto fue el 9 de octubre en un lugar llamado Grand Central, en Miami. A las 9pm -y durante media hora exacta- tocó Beach Day, la banda telonera, cuya vocalista era una mezcla entre Ronnie Spector y Anita, la huerfanita. Bacán. ¿Mencioné que solo hubo un grupo telonero? Despierten, es verdad, ¡no es un sueño!
The Breeders apareció a las 10pm en punto: tocaron dos canciones nuevas y luego, boom!, «New Year» y todo el Last Splash, una tras otra. Estuvieron completos: la misma formación del disco, junto a la man que toca el violín ahí en temas como «Invisible Man».
Luego de tocar y bajarse del escenario, Kim y Kelley se acercaron a unos cuantos nerds que estábamos ahí, curioseando. Me puse como fan japonesa cuando nos dieron la mano y nos firmaron cosas, como postales y el setlist. Fueron tan amables que parecía que estaba hablando con las hermanas dueñas del jardín de infantes al que va mi hijo y no con estrellas de rock.
Las fotos que tomé son terribles, lo que es normal en mí. Además, luego caí en cuenta que el celular no tenía activado el flash. A eso hay que sumarle que tenía al lado a un tipo de 2 metros con una camiseta de The Replacements que le gritaba a todos los que estábamos alrededor de él «PUT DOWN YOUR FUCKIN’ PHONE!».
PD. No le digan a mi papá que fui a este concierto.