El derecho a poner reggaetón

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Plan Arteria

lunesexyheader«Aquí ‘estar down’ significa irse ‘hasta abajo'». Y ahí tienen una de las mejores líneas de marketing de un grupo guayaco. Lunes Sexy [Jaime Nuñez del Arco y Eduardo Vélez] mezcla «El gato volador», Pulp, imágenes de Magneto [el grupo], videos de aeróbicos de los 80 y tiene el nombre de banda nacional más bacán que he escuchado desde Noise de Ginatta. Aunque terminaron haciendo un análisis sociológico del derecho que todos tenemos de poner y bailar reggaetón y la «discriminación y encasillamiento» dentro de la música, ver a Lunes Sexy en vivo seguramente debe ser tan bacán como tener sexo un lunes.

[PD. El 50% de mi Spotify es In Flagranti, Patrick Cowley y The Flirts]

¿Qué son? ¿Qué hacen?

Eduardo Vélez:
Es difícil definirlo: no somos DJs, peor aún músicos.
Los dos somos diseñadores.
Los que no son músicos, son críticos de música…

EV:
o escriben sobre música,
en blogs de música, jaja.

Jaime Núñez del Arco: Nuestro proyecto se llama Lunes Sexy porque desde el inicio lo conceptualizamos como un asunto entre lo sensual y sexual, en onda bailable, y con ritmos locales.
Cuando hablo de locales, hablo desde tecnocumbia hasta Milli Vanilli, música que es parte de nuestro imaginario.

EV: «We are electronic performers», como la canción de Air.

¿Sensual no es lo mismo que sexual, entonces? [Otra casi referencia a Spinal Tap. Vayan contando.]

JNdA: Lo sexual es una manifestación más cruda de lo sensual: mensajes más directos con respecto al cuerpo y al acto sexual en sí. Es algo que de todas maneras lo tratamos de dosificar y enfocar de manera inteligente, sin volverlo algo cliché y literal. Generalmente, lo sexual viene incluido en las letras de los tracks o en un sample o en el mismo ritmo que utilizamos como base para nuestros mashups. Es subliminal.

EV: O incluso en lo que la gente entiende como «reggaetón»: reggaetón = sexo.

¿La gente entiende toda esa explicación sociológica? Todo el mundo va a » tropezarse sin querer» con otras personas y a chupar.

JNdA: La música se asimila, no se intelectualiza. El público consume directamente lo que escucha y el objetivo final es que bailen. No buscamos mucho más que eso.

EV: A veces Jaime y yo sí intelectualizamos sobre estas cosas, por ejemplo, el «derecho» o pertenencia a tocar reggaetón. Mi exesposa me mandó un mail diciendo que era una vergüenza porque ahora tocaba reggaetón. Creo que el mejor momento de mi vida reciente fue cuando pusimos «El gato volador» y la gente respondió.

JNdA: Es interesante analizar el encasillamiento y discriminación que sufre un espacio que se lo considera tan amplio y democrático como la música. Hay gente que hace hip hop en Guayaquil que son unos genios, pero jamás los van a programar en un espacio de Las Peñas o Samborondón, simplemente porque: 1. Hacen música «urbana», y 2. Porque son de Las Malvinas. Eso lo extiendo hacia el comentario de Eduardo: pusimos «El gato volador» en nuestra primera tocada y eso se volvió un tema de «Lunes Sexy vale verga porque son unos manes que ponen reggaetón». Obviamente, ese rechazo es el primer paso a tener algún tipo de éxito: estás marcando un territorio, una filosofía y una estética y de ahí no te saca nadie. Luego la gente lo empieza a aceptar… ¡Al menos eso espero!

EV: Para muchos «manes» de la escena electrónica, punk o rock o lo que sea, es un insulto el reggaetón. Olviden eso, no hay escena de nada en GYE. Todos fracasaron, jaja.

Como para meternos de nuevo en contexto en el «¿qué hacemos?», cuando Jaime me invitó al proyecto, dije «sí, de una» porque no era necesariamente «hagamos cumbia y reggaetón». Yo lo asimilé como una oportunidad de hacer algo nuevo con sobras, restos de un montón de cosas que estaban ahí flotando. Por ejemplo, «Jay» [Jaime] ahora saca samples de su colección de CDs.

JNdA: Mi relación con el reggaetón y, en resumen, todo tipo de música tropical viene desde mi niñez, y justamente por su total ausencia [mis padres escuchaban soft rock en inglés, tipo Phil Collins]. Yo descubrí la salsa cuando ya tenía 18 años y desde ahí no he parado de escuchar ritmos latinos y tropicales. Además me gusta mucho bailarla y en fin, ese medio ambiente. Por otro lado está el tema del pop, el cual también me obsesiona. Entonces la idea de encadenar las dos cosas fue lo que plantó la idea de Lunes Sexy. Con Eduardo resultó genial porque él piensa de una manera más abstracta y genera más noise y ambientes. Si fuera yo solito, básicamente sería un DJ de Tropicálida mezclado con uno de Radio Disney.

EV: Mr. Wilson, si lees esto, ya sabes, bro: Lunes Sexy.

Dentro de mis mejores recuerdos está mi papá «blasteando» a la FANIA.

JNdA: Hice recientemente un mashup entre Miley Cyrus y The Breeders. Creo que vamos a seguir buscando por ahí, excarvando recuerdos y buscando el espacio entre lo bizarro y lo bailable.

De ley. Mi sueño es ver a 2manydjs.

EV: Conversando con una amiga, me acordé de «Todavía», de La Factoría. La busqué en YouTube, subí el volumen y tenía en mi trabajo a tres chicas entre 24 y 35 años cantando. Eso es Lunes Sexy. Lunes Sexy es un tipo recién divorciado yéndose de casa con sus cosas en una camioneta de balde de madera que se choca contra las oficinas de Google.

JNdA: Este primer mixtape que hemos producido establece mucho de lo que Lunes Sexy propone. Es una especie de manifesto o enunciado de principios. Recorremos desde nuestro imaginario adolescente pop, hasta el sonido reggaetonero y sexualizado de este tiempo, hasta nuestro soundtrack de música indie y electrónica del día a día… ¡La mayor parte del tiempo todo sonando al mismo tiempo!
Nuestro objetivo: que lo lancen en su cuarto entre cuatro amigos o en la pista de su próxima fiesta casera y los haga bailar. Con eso creo que cumplimos con nuestro pequeño granito de involución musical.

EV: Ojalá mi exesposa lea esto, jaja.


Al cierre de ésta edición no sé si estará ya listo el mixtape del que hablan arriba. Revisen www.lunessexy.com [no es paro, sí tienen un puntocom]

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