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El Carpazo, un festival tripulado por tenistas, motos y tetas

El Carpazo, un festival tripulado por tenistas, motos y tetas

Foto: Silencio Films

Foto: Silencio Films

Por: La Calavera

Es sábado 25 de abril. Son las 19h30. Al Carpazo saltan los Biorn Borg. Es sábado 25, son las 19h30, los gritos ensordecen, la emoción se desborda en el escenario Adidas Supercolor. Hay fanáticos de la mítica banda quiteña parados sobre los parlantes, hay chicas subidas en los hombros de sus amigos. Todos los quieren ver de cerca, hay empujones, hay ansias, hay éxtasis. La espera terminó, el reencuentro Borg ha llegado. Es sábado 25 y, a las 19h30, llega el clímax de la tercera edición del Festival.

Han pasado tres años desde que los Biorn Borg tocaron juntos por última vez pero la química entre ellos continúa intacta. La entrega se siente. Esta noche se juegan todo. Toño Cepeda, Bastián Napolitano, Pablo Maya y Sebastián Game juntos son pura energía frenética, explosiva. Sofía Abedrabbo los matiza. Ella brilla con fuerza, su voz es potente y se mueve con esa soltura a lo femme fatale que hace que el público se conecte desde la primera canción con ella,… con ellos. Ese público que llegó de todas partes de Ecuador para verlos. Ese público que conoce todas las canciones y las grita -mientras sacude la cabeza y poguea- de principio a fin.

Iceborg, Perro, Mermelada, E.T y 1980 son algunos de los temas que estallan desde los parlantes de la carpa. Parece que ellos se quedaron congelados en el tiempo, son dueños de una técnica potente que explota en vivo. Con Síndrome de Uppsala llega el clímax del clímax. Las revoluciones bajan un poco. La gente deja de saltar y de agitarse, es tiempo de respirar. Durante esta canción cierran los ojos, se conectan y vibran con la letra: “hay antenas de televisión y tú me recuerdas lo que sientes por alguien más”…

Los Borgs se despiden con Submarino. Esa es la última sobredosis de adrenalina que se contrasta con cierto aire de nostalgia. Ellos no quieren irse y nadie quiere que se vayan. “Déjennos ser” dice Sofía. Fue una hora repleta de baile y de relajo. Toño y Sofía se abrazan. Ella recuerda a sus fans lo mucho que los ama y también dice que los va a extrañar. Él agradece a todos por estar ahí, por la energía increíble que compartieron. Hay más abrazos, más sonrisas, más gritos eufóricos. La banda deja a sus seguidores satisfechos. La banda se va.

El Carpazo también rejuntó a otra importante agrupación dentro de la escena local: Tanque. Horas antes, a las 16h45, las tonadas punk habían ambientado la carpa grande mientras que, simultáneamente, el pop platónico de La Máquina Camaleón reventaba en un escenario más chico e íntimo, el Escenario Radio COCOA. Este espacio alterno fue ideal para quienes preferían la cercanía, el baile pegado, el calor. Allí también se presentaron Daniel Merchán, Babylon Fall Sound System, Mundos, Los Alkaloides y Estereo Humanzee.

Foto: Adrián Balseca

Foto: Adrián Balseca

El Mató a un Policía Motorizado tocó en el atardecer. Su repertorio fue un oxímoron: rock que calma, nostalgia que alegra, individualismo que unifica, explosiones sonoras que se cortaban con solos punzantes. Su presencia escénica envolvió sin mucho esfuerzo, como en Mujeres Fuertes y Bellas, Más o Menos Bien y Chica de Oro. Los riffs de guitarra marcaron el liderazgo y la voz de Santiago Motorizado engalanó el toque, con su suavidad pintaba armonías azules. Los aires melancólicos de su música adornaban la puesta del sol. El aire enfrío, ellos se despidieron.

La tarde fue soleada y el ambiente amistoso. La fiesta musical se inició en la carpa grande a las 14h30 con la Tripulación de Osos, una banda de indie rock en la que se nota la influencia de Queens of the Stone Age, The Strokes o Arctic Monkeys. Ellos tocaron temas de su nuevo disco, Robormiga. Los pulcros solos de guitarra de Juan Andrés Bustamante y los gritos rockeros de Mauro Samaniego fueron los protagonistas del show. A La Tri les siguieron Los Corrientes, de Guayaquil, una fiesta musical en la que el soroche no estaba admitido.

Son las 20h40 y afuera de la carpa la gente aún se repone de la intensidad que contagiaron los Biorn Borg. Lucecitas de colores adornan la zona de descanso, pequeños grupos de amigos están sentados sobre el césped, hay una rueda moscovita, una feria de diseño, puestos de comida… Los asistentes se hidratan y se preparan para el siguiente punto alto del Festival: Brazilian Girls.

Foto: Silencio Films

Foto: Silencio Films

En las pantallas hay figuras deformes de colores. Figuras psicodélicas que se quedan estáticas, como una televisión dañada, luego se mueven. Figuras que dan una probadita de lo que se viene: un viaje casi galáctico liderado por Sabina Sciubba. Ella es dueña de una sensualidad vocal única. Viste un voluptuoso vestido blanco y coquetea con el público desde que pisa el escenario por primera vez. A ella la acompañan Didi Gutman, Aaron Johnston y Jesse Murphy. Los teclados le dan un toque ochentero y groovy al repertorio. Es una fiesta en la que la banda neoyorquina juega con los géneros. Hay rasgos electrónicos, de house, reggae y toquecitos de tango. Sabina canta en inglés, en español… Brazilian Girls es una banda universal influenciada por la poesía y las vivencias del mundo. Una prueba de eso es el tema Me Gusta Cuando Callas, unos versitos de Pablo Neruda decorados con sintetizadores y un estribillo repetitivo y circular que pone a todos a bailar.

La canción Pussy traza el final. Es un tema colorido con rasgos reggae. Sabina se baja del escenario y se cuela en el público. Sus fans se acercan, bailan con ella, la abrazan, la tocan, ella sonríe y habla en español con un acento marcado. Ella deslumbra con su carisma y al final todos quedan enamorados.

El cierre de El Carpazo está cerca. La celebración culmina con Los Tetas, los chilenos que cantan al sexo, a la fiesta, al funk, al dinero y a las chicas. La poesía urbana se fusiona con funk, soul y rock. Ellos son la cereza del pastel.
Muchos de los asistentes han pasado más ocho horas en El Carpazo, pero no dejan de bailar. Son imparables.
Los Tetas encienden los ánimos con temas como Porcel y Papi ¿Dónde está el funk?. Los efectos visuales son un importante complemento. Hay algunas letras, fotos en blanco y negro y un baile de luces que hace de las suyas.
Los solos de guitarra y la batería reverberada elevan los ánimos y hacen que la gente se entregue al momento.
Llega la media noche y Los Tetas se despiden de un público que bailó y saltó al ritmo de su funk hasta el final.

Lectura:

El sábado 25 de abril estuvo lleno de coloridos contrastes. De propuestas nuevas, de reencuentros y de géneros tan variados como sus asistentes.
Uno de los puntos que reafirman que hay Carpazo para rato es la respuesta de la gente a este festival. Este año hubo aproximadamente 2,600 asistentes quienes dieron especial acogida a las propuestas locales. Algo que confirma que la escena está creciendo y que espacios como este son fundamentales para la música nueva.
El Carpazo es una vitrina ambiciosa, que cada año apunta más lejos.
La organización mejoró mucho desde el año pasado. Las bandas tocaron puntuales, el sonido fue prolijo y se vinculó a los espectáculos de este tipo con una conciencia ambiental.

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Da Pawn: ‘Sal de la cama y mueve tus piernas’

DaPawn Mauro (1)

Reseña del video Cambio de Tonalidad, de Da Pawn.

Por: Polo Damián Rodríguez

En un país tan diverso en naturaleza, los paisajes vienen a ser escenarios naturales impresionantes, sin embargo pocos han sabido explotar este gran recurso. Está bien, hemos visto en fotografías que los parajes locales son ideales, pero ¿en videos musicales? -en otros lugares del mundo deben crear de cero los paisajes-, reflexión primera a los 30 segundos del video oficial.

Ana Cristina Barragán toma este reto como propio. La joven cineasta explora junto a Mauro –vocalista de Da Pawn- las tonalidades de la reserva ecológica de El Ángel, una localidad incrustada en el norte del Ecuador.
‘Sal de tu cama y mueve tus piernas’ es una frase que enmarca el viaje introspectivo de un vocalista que aunque no es actor se vuelve uno con el entorno. Mi segunda reflexión es: debe cagarse de frío; y de inmediato la definitiva: este video tiene una muy buena fotografía.

Le pregunto a Mauro, ¿mucho frío? Sí, es densamente helado.

¿Tenías en mente que sería así el video? Yo me dejé llevar, lo imaginaba de manera diferente, el tema siempre me olió a whisky, cigarrillos, lo hubiera hecho en un cabaret (risas) para mí es así de crudo. Pero la intuición femenina le llevó a otra cosa interesante.

¿Te veías como actor principal? Me mentalicé antes y cuando ya estuve ahí sí me lo creí.

Los paisajes se vuelven recurrentes en la gráfica Da Pawn… No es algo intencional, es más como la gente que trabaja con nosotros lo percibe. Para mí lo que somos sería más psicodélico, pero es difícil que se comprenda el concepto. Quizás esa es la razón por la cual no disfrutamos del todo tocar el tema Casi Siempre, porque quisimos hacer música que sea un viaje en canciones pegajosas como en los 60’s pero la gente lo asoció siempre con algo súper sobrio y dulce.

¿El video anterior Dibujo Por Hoy, llenó sus expectativas? Las superó, porque no teníamos expectativas, solo salimos a jugar con la cámara de Andrés Cornejo y salió algo genial. Este nuevo video Cambio de Tonalidad es un punto de vista muy válido de nuestra canción, es otra cosa y eso es lo bueno de trabajar con otros artistas, así puedes ver qué tienen para expresar sobre lo que hacemos.

La música de Da Pawn logra que sean los mismos artistas visuales quienes se ponen al hombro el proyecto de dirigir un video musical. Y esto nos lleva a conversar directamente con la directora, quien en este año estrena su primer largometraje llamado Alba.

¿Por qué escogiste la reserva ecológica de El Ángel?

Quería explorar una narrativa sencilla que contara con tres elementos claves: un personaje, un lugar y una sensación. Al ser pocos elementos, el lugar tenía que tener una fuerza visual suficiente. Buscamos varias opciones, pero cuando llegamos con el equipo al bosque de Frailejones (al que nunca había ido) el lugar nos impresionó. Desde arriba te sientes en un cuento de hadas entre todos esos árboles pequeños que no terminan. Me pareció fuerte el contraste entre un personaje masculino, afectado, frío y un lugar de colores pasteles, con textura de orejas de conejo.
Con Mauro y con la banda, siempre quisimos que el video te dejara algo como perturbado y hermoso a la vez y ambos lugares tenían ese contraste con la narrativa y entre sí.

Estás por sacar Alba, la película, ¿qué te motivó a dirigir un video musical?
Nunca había dirigido un video musical y siempre había tenido ganas de hacerlo; me parece que como director puedes aprovechar un formato así de distinto para probar otras cosas. Te da la libertad de olvidarte de tener que contar una historia y enfocar tu energía a otras cosas. Pero principalmente fue la canción. Esa canción tiene algo muy potente, supongo que el instinto con el que fue creada y estuvo dándome vueltas mucho tiempo.

Cuando los chicos me contaron que iban a rodar su segundo video, y que viajaban Mauro y Pedro, me imaginé una historia de dos personajes -veo que Pedro está en la asistencia producción- ¿Hay alguna motivación para quedar solo un principal?
La canción tiene varios niveles de interpretación y queríamos que el video los potenciara, no al revés. Para eso necesitábamos alejarnos de la historia de amor, no porque no fuera válida, pero podía ser limitante. Al tener un solo personaje el lenguaje se volvía como más introspectivo y abría otras puertas. Buscamos algo cíclico, una emoción nostálgica, entre dos personajes hubiese sido diferente, menos “íntimo” quizás.
Más allá de ser el vocalista de la banda, intuía que el Mauro era perfecto para el personaje y tenía potencial. Hicimos algunos ensayos, conversamos mucho sobre las bases de la actuación y creo que hizo un gran trabajo.
El Pedro nos ayudó en todo, de hecho fue una muy buena energía en el rodaje y en general apoyó mucho en arte, a Claudia Hidalgo y en producción a Martin Guerrero. El resto de la banda nos ayudó también desde Quito y en la preproducción, no fueron porque no podíamos ir tantos.

Me gustó la fotografía -buen, muy buen ojo- dicen que para realizar videos hay dos vías: cuentas lo que dice la letra o te vas por la tangente y experimentas…
Nos interesaba experimentar un lenguaje más sugerente que narrativo. En la edición del video, con Andrés Cornejo, fuimos depurando todo aquello que estaba de más, como para volver a la idea primaria y a intentar dejarte huellas de algo que no ves, pero imaginas.
Estoy de acuerdo contigo en que la fotografía es muy sólida, estoy orgullosa del trabajo de Tomás Astudillo. Hemos trabajado juntos algunas veces, somos muy amigos, pero esta es la primera vez que compartimos un proyecto como director de foto y directora. Creo que hubo gran sinergia en el proceso de conceptualización y en el rodaje, rodamos de manera bastante impulsiva, contando con planos muy cerrados casi asfixiantes a planos abiertos, más largos y fijos. Intentamos elegir minuciosamente las texturas y los paisajes del espacio que tuvieran relación con el mundo interior del personaje.

Cuando las nubes se estremecen, es precisamente éste personaje quien de manera cíclica, en cámara lenta, vuelve a recostarse en su cama traída de los cuentos de Tolkien, en medio del bosque densamente helado; esperando a que alguien lo vuelva a resucitar.

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Reseña: Jack White en Porto Alegre

Foto: www.jackwhiteiii.com/

Foto: www.jackwhiteiii.com

Por: Antonio Villarruel

Jack White
Pepsi Onstage, Porto Alegre
24 de marzo de 2015

Una de las más felices iniciativas que las ciudades latinoamericanas con mayor escena musical brindan a los artistas que en ellas recalan es la de ofrecerles recintos medianos, que no sobrepasan las diez mil personas y escapan del almibarado rock de estadio o del ambiente masivo del clásico festival de primavera o verano europeo o norteamericano. Hay en ellos un mayor grado de intimidad, el sonido es exponencialmente mejor, el interés por los artistas que tocan en estos espacios escapa del consumo desaforado de las carteleras con mil nombres de músicos que tocan para todos y nadie simultáneamente, y a los que es imposible escuchar u observar entre mareas humanas.

A Jack White le tocó la suerte de presentarse en uno de estos espacios, en la ciudad de Porto Alegre, penúltima parada antes de regresar a encabezar Coachella, durante dos fines de semana, en pleno desierto californiano. Pese a haber recorrido un buen trecho por medio continente latinoamericano, White no dio muestras de cansancio. Aunque quizá sería mejor escribir que sus ingenieros de sonido no permitieron que, si esto realmente ocurría, se vislumbrara algún momento. Era tal la estridencia del Pepsi Onstage que la gente sentía que el suelo de concreto se trizaba o bailaba su propia melodía y luego volvía a su lugar.

Jack White desde sus inicios no solistas siempre fue la mejor síntesis de un rocanrol guitarrero de Led Zeppelin y, mejor aún, de la tradición musical del sur de los Estados Unidos. Como Uncle Tupelo, Counting Crows o Wilco, pareció haber desarrollado un extraño modo de absorción del guitarreo inglés y sus virtudes y de la cadencia de cabaret que fundía el country y la herencia bluesera de los campos de algodón. Sus mejores discos, como Blunderbuss, dan muestra de esto, y aunque por instantes no reniegan del estribillo pop, no se dejan inquietar por el formato facilón y buscan que los instrumentos y las letras de melancolía, asedio y hartazgo hagan su propia ruta.

Por supuesto, el resultado es casi siempre feliz y afirma lo que cree medio mundo: que White es de lo mejor que le ha pasado al rock en las últimas dos décadas y que, como productor, cantante (sí, tiene una excelente voz) o guitarrista está fuera del alcance de casi todo lo que le rodea. Hasta que exagera y deja de contenerse.
Lo que ocurrió el martes veinticuatro de marzo en Porto Alegre es la muestra de que no es suficiente tener quintales de virtud y unas pedaleras retro para lograr una presentación memorable. Al guión más que predecible del que no escapaban los solos de White, se sumó un bullicio que en cinco minutos transformaba todo el galpón en una sola sordina. Esto no es nuevo en White, y sus devaneos con la distorsión de las guitarras están presentes en toda su música. Lo que sí sucede es que están convenientemente dosificados y resultan, junto con los silencios y el piano, el violín, el banjo y la batería, en un nuevo ingreso a la tradición rocanrolera. Si todo lo anterior se borra y lo que permanece es la guitarra y su vibración, las otras armas dejan de participar en la interpretación. Y White no hace trash. Hace rocanrol y en sus mejores momentos un blues picaresco.

La complicidad que tiene White con sus músicos parece estar enraizada solamente con su baterista, pero no con su memorable tecladista, su bajista, ni su violinista que, cuando se dejaba oír, cantaba con una voz dulcísima y lo complementaba en el teclado. Las más de las veces tocaba aparentemente feliz un violín que en medio del bullicio no se escuchaba en absoluto. Esto sucedió con canciones como “Temporary Ground” o “Love Interruption”, que perdieron su aire sureño y ganaron ruido y saturación. Ni hablar de “Steady As She Goes” o “Broken Boy Soldier”, cargadas de guitarras en sus versiones originales, que sonaban como fugas hacia el éxtasis de un niño al que le acaban de regalar una guitarra nueva.

“Seven Nation Army”, una de las más prescindibles canciones de White, contó con el coro de al menos la mitad de las personas del Pepsi Onstage, y fue retrabajada de modo convincente y sentido. Por lo menos eso como consuelo hasta que remita el zumbido de los decibeles que bombardearon los oídos.

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Music Alliance Pact: Febrero 2015

mamasoydemente01Llega el Music Alliance Pact de febrero con la mejor música independiente de Latinoamérica y  el mundo. Para este mes, presentamos a Mama soy Demente, banda liderado por Carlos Bohórquez y Dennis Darquea que con su nuevo álbum, El Disco Rojo, aceleran nuestras pulsaciones invitándonos a una catarsis rockera. De este trabajo lanzado en enero por Ermitaño Records, presentamos el sencillo, La Buena Suerte.

 

Escucha a continuación cada canción del MAP. Si deseas descargar un tema en específico puedes dar click derecho en el título de la canción, o descarga un archivo zip con el compilado completo a través de Dropbox aquí.

ECUADOR: Plan Arteria
Mama Soy DementeLa Buena Suerte

Mama Soy Demente es una banda de rock experimental formada en el 2005 por El Ermitaño y Jolgorio Vocal. La Buena Suerte es el primer sencillo de su tercer y último álbum de estudio, El Disco Rojo (2015). Trabajo ecléctico que desborda energía y potencia.

ARGENTINA: Zonaindie
Enero Sera MioHasta Encontrarte

Se trata del proyecto artístico de la cantautora Sol Fernandez. Su música es la unión perfecta entre suaves melodías y dream-pop con arreglos y paisajes sonoros cuidadosamente construidos. Este tema pertenece a Enero3, su trabajo más reciente, que está siendo lanzado a través de BandCamp.

AUSTRALIA: Who The Bloody Hell Are They?
Nite FieldsPrescription

Prescription es el segundo simple de Depersonalisation, el esperado álbum debut del cuarteto de Brisbane Nite Fields. Mientras que el intrincado trabajo de guitarra y voces recuerdan a The Church, hay un tono húmedo y curiosamente distante aquí que es algo totalmente propio. Comenzando con guitarras punzantes y baterías ostentosas, la canción se repliega sobre sí misma hacia el final, llegando a ser un poco claustrofóbica pero de una manera íntima, susurrante. Nite Fields nos mantiene a raya, haciéndonos entrecerrar los ojos a través de una bruma de efectos y capas para aferrarnos a algo sólido, pero una vez que lo hacemos, habremos caido rendidos ante esta misteriosa banda.

CANADÁ: Ride The Tempo
WillowsThe Shape I’m In

Johnny McArthur y Eric Moore conforman el dúo electrónico Willows. Juntos se aventuran melódicamente en territorio incómodo. El remolino repetitivo subyacente en The Shape I’m In se asemeja a una sensación vertiginosa de intoxicación. Las ráfagas de energía son como los picos que inevitablemente se convierten en depresiones.

CHILE: Super 45
Sin ÓrbitaAtardecer

Sin Órbita es el dúo chileno conformado por Paula Roa y Martín Pérez Roa, quienes editaron el año pasado su primer trabajo, Neón EP (Sudamerican Records). Coqueteando con la electrónica y el soul, la propuesta de Sin Órbita bebe por partes iguales de la cadencia trip-hop de Massive Attack como de la sensualidad de AlunaGeorge. Este mes destacamos su sencillo Atardecer.

COREA DEL SUR: Indieful ROK
JoJo BlowhardGood Night

Bajo la consigna “mentir está bien”, JoJo Blowhard escribe canciones tristes que hacen una gran compañía. Su primer EP Good Night es de finales de 2013, pero ha tomado un segundo aire con el lanzamiento del video del tema homónimo. Una melodía sobria acompañada de la simpática voz de JoJo Blowhard, los tonos de Good Night seguirán siendo escuchados después del fin de la canción.

DINAMARCA: All Scandinavian
The Radar PostTraces

El compositor y productor Esben Svane lanzará su álbum debut como The Radar Post en abril de este año. El disco también será titulado The Radar Post (usará su nombre real para un disco en danés, más adelante) y acá está el primer gran sencillo, Trances, que también puedes bajar en formato WAV desde su SoundCloud.

ESCOCIA: The Pop Cop
MonogramAnno(mute)

Monogram, aka Liam Rutherford, apareció por primera vez en el MAP de agosto 2013 bajo el seudónimo Mast. El tema que destacamos, Romance, fue mi favorito de ese año. Anno(mute) es una oferta más sutil e inquietante, pero se mantiene fiel a su ética DIY. Trabajando desde un estudio remoto en la frontera, el toca todos los instrumentos, diseña su propio arte y produce sus videos promocionales para crear una experiencia completa.

ESPAÑA: Musikorner
Buck & CakeBrillo Labial

Según un amigo cercano de Buck & Cake, la música que Douche Buck y Cake Moss tocan, es acerca de «dejar la sutileza detrás, casándose con un hombre viejo y contando los días para su muerte, para heredar su fortuna. Es teñirse el pelo rubio usando productos baratos… y recargar tu botella de Chanel usando esa colonia de coco que compraste en una tienda de a dólar». Básicamente, el electropop de Buck & Cake es acerca de descuidadamente entregarte a los placeres de la vida.

ESTADOS UNIDOS: We Listen For You
Twin LimbLong Shadow

La música de Twin Limb es ése humo de una vela recién soplada, que baila y se desenvuelve. Sonidos minimalistas encuentran en sí se convierta en altas emocionales como el talento puro de Twin Limb, que se cuela a través de los gestos más pequeños de sus brillantes composiciones.

INDONESIA: Deathrockstar
MuchCarried Away

Desde Malang con mucho amor. El dúo, que consiste de Dandy Gilang y Aulia Anggia en la voz, te va a rockear con su ritmo fuzz-pop y abrazar con su cálida distorsión.

IRLANDA: Hendicott Writing
Featuring XWild Love

Un quinteto adolescente pop-rock proveniente de las callejuelas de la ciudad de Drogheda, en la costa este de Irlanda; Featuring X están ganando tracción debido a su sonido vivo, buoyante y por su habilidosa manera de dar hachazos con la guitarra. Wild Love es su distintivo cover del clásico de Rea Garvey, cargado de armonías y riffs luchadores. Además de las nuevas grabaciones, nos han prometido otra cosa, «algo especial» para este 2015.

ITALIA: Polaroid
HavahMeno Di Metà

Jonathan Clancy de His Clancyness y A Classic Education comenzó recientemente un nuevo sello discográfico llamado Maple Death. El lanzamiento inaugural es un EP split de 12», entre His Electro Blue Voice (ya en Sub Pop y Sacred Bones), quien contribuyó con un track hipnótico de 19 minutos, y Havah, el nuevo proyecto de Michele Camorani (de las leyendas hardcore-punk La Quiete y Raein). Havah tienen un sonido frio, oscuro y mucho más post-punk. Ellos suelen tocar rápidas y cortas canciones, y son increíbles.

JAPÓN: Make Believe Melodies
EriquGang Star

Cuando Eriq se centra un poco en la atronadora Gang Star, llega con uno de sus mejores números hasta la fecha. Aunque Eriqu añade algunos toques inquietantes como voces revueltas o arreglos que parecen sonar como un hombre recreando ladridos de perro.

MALTA: Stagedive Malta
YewsKeep Trying Till It’s Something

La cantante y compositora Yasmin Kuymizakis (Yews) se descompone y produce música electro-pop etérea en su dormitorio. Actualmente, con base en Londres, cada tiempo en sus presentaciones en vivo, hace ciertos cambios, jugando y re-adaptando sus sencillas canciones. Su EP debut, Selene, fue lanzado en 2014.

MÉXICO: Red Bull Panamérika
SotomayorCielo

Raúl Sotomayor y su hermana Paulina eran parte de la banda de la Ciudad de México, Beat Buffet, un combo de hip hop que se separó hace unos meses. No había pasado mucho tiempo cuando los hermanos anunciaron este nuevo proyecto, cuya tarjeta de presentación es Cielo, una hermosa canción downbeat, que transmite una sensual onda electropical.

PERÚ: SoTB
Los OutsaidersNiña

Los Outsaiders son una increíble propuesta garage-rock con base en Lima. Liderados por Charlie BTW, su sonido es influenciado por el rock’n roll clásico y contemporáneo. Recientemente lanzaron su primer álbum, producido por Gordon Raphael, quien anteriormente trabajó con The Strokes. Dale una oída a Niña, una de las mejores canciones de su disco.

PORTUGAL: Posso Ouvir Um Disco?
Cave StoryRichman

Oriundos de la ciudad de Caldas da Rainha, Cave Story son Pedro Zina (bajo), Gonçalo Formiga (voz, guitarra) y Ricardo «Caguincha» Mendes (batería). Su sonido hará las delicias de los fans de Pavement. Richman es un claro homenaje al gran músico estadounidense Jonathan Richman.

REPÚBLICA DOMINICANA: La Casetera
MULAUp & Down

MULA es un nuevo proyecto experimental formada por Anabel y Cristabel Acevedo (las gemelos del dúo folk Las Acevedo) y emergente DJ Rach Ro. A pesar de que sus orígenes musicales son muy diferentes, quieren desafiar ciertas ideas preconcebidas acerca de mezclar electrónica con estilos más urbanos. Up & Down, su primer sencillo, lleva desde los ritmos de reggaeton y acentos electrónicos para crear un viaje musical semejante a un viaje al espacio. Su primer disco completo será lanzado el 22 de febrero en su propio sello, Pulcra Records.

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El Disco Rojo de Mamá Soy Demente: una catarsis rockera

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Por: Carla Vera / @carlaverac

Es visceral. Es desafiante. Es oscuro, pero también tiene matices de color. Hay vibras pesadas que se difuminan con otras más livianas. El nuevo disco de la banda guayaquileña Mamá Soy Demente es una sobrecarga de emociones crudas acompañadas de poderosas melodías.

Líricamente, en el álbum nos encontramos con temas en los que parece que el corazón de Carlos Bohórquez y de Dennis Darquea se les salió del pecho, subió a sus hombros y desde ahí les susurró un par de versos al oído.
Como Una Herida Que No Se Puede Dejar De Lamer, una de las mejores canciones del disco. Melódicamente está cargada de rock and roll y vacila con la psicodelia con envolventes capas sonoras.
La letra hace que te sientas identificado. Te recuerda a esa herida, aún abierta, por la que todavía pasas la lengua. Los sentimientos estallan y flotan en el aire al ritmo de una batería que mete relajo, los coros se sienten como un lamento cantado. Es un tema real, es creíble, es humano.

Otra de las canciones que hacen que sacudas la cabeza es La Buena Suerte, unos versitos de Sam Shepard hechos canción. Sonoramente es un diez y marca el punto alto del disco justo antes de llegar a la mitad del viaje musical.

Con Profundidades y Globalización llegan los matices de color. Las intros de piano le dan un aire más nostálgico al disco. Las letras mantienen siguen el camino de lo visceral, lo transgresor, juegan mucho con la ficción para dar una bofetada a la realidad.

Con El sacerdote Sánchez, los dementes suben la revolución. Hay baterías reverberadas, se meten en tu organismo como disparos. Hay guitarras pesadas, con un toquecito industrial. ¡Bam!

La No Canción es un tema oscuro. La guitarra guía el viaje, pinta armonías azules, grises… El solo que llega casi a la mitad hace que te envuelvas en una espiral y que no quieras salir de ahí. Te acurruca y, cuando ya te acomodaste, se acaba. Quedas con los sentimientos desbordados y con los oídos atentos a ver qué sigue.

El cierre llega con Creo Que He Venido de una Nave Espacial. Un tema cortito que coquetea con la psicodelia.

El disco Rojo hace que te mires de frente con tu lado más oscuro. Hace que mires a los ojos al dolor. Hace que lo aceptes y luego hasta bailes con él.
El álbum mantiene el dinamismo, hace que subas, que bajes, te estrella contra el suelo y luego te levanta.
Después de escucharlo, apostemos, te lo vas a repetir.

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La Máquina Camaleón. Roja, un disco para volar

lamaquinacamaleon

Por: Carla Vera

Circular. Esa quizás sea la palabra que mejor define a Roja, el disco debut de La Máquina Camaleön. Ese es precisamente el movimiento y el dinamismo que mantienen las nueve canciones que conforman el disco. Todas fluyen y mantienen un hilo conductor claro, tanto lírica, como sonoramente.

El punto de partida del recorrido sonoro se da con Facetas, una canción en la que la voz de Felipe Andrés María, El Camaleön, juega el papel protagónico, es un tema cálido que engancha solo con una guitarra. En el minuto 2:50 se da un quiebre que marca el tono del disco. Teclados ochenteros que se fusionan con guitarras reverberadas y una batería que arma relajo.

El mensaje del disco es poderoso. Habla del cambio constante, de los contrastes, de las contradicciones, de caídas, de viajes.

Temas como Los Zanqueros, Hombre Oxidado y El Inmenso se sienten como relatos cantados en los que personajes coquetean con emociones intensas: el amor, el desapego, la sensación de volar y aprender a aterrizar…

Sonoramente, la propuesta de La Máquina Camaleön es una de las más originales de la escena. Hay rasgos de rock, de folk. Las melodías juegan con sintetizadores, teclados psicodélicos y coros envolventes, como Conectado, un tema espiral que vacila con la psicodelia y el pop.

El cierre se da con El Inmenso. Una canción bastante rockera, que invita a bailar.

El constante cambio y movimiento del Camaleön se plasman en Roja, un disco que se sostiene de principio a final. Ninguna de las canciones es estática. Ninguna mantiene la misma fórmula sonora, el factor sorpresa está siempre presente: hay quiebres melódicos y un factor teatral que atrae. Roja cuenta historias casi astrales con las que hasta el más común de los mortales se puede identificar.

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Mondo Sonoro. La revista gratuita más valiosa de España

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Por: Darío Granja | @darioxgranja

Como parte de Sonidos de la Nit, blog destinado a presentar una instantánea de la escena musical española y su relación con Latinoamérica, entrevistamos a Joan S. Luna, jefe de redacción de Mondo Sonoro, una de las revistas musicales más importantes de España, que cumple 20 años de trayectoria.

Hablar sobre los 20 años de una revista puede ser una actividad demasiado ambiciosa. Joan S. Luna, redactor jefe de la consagrada publicación musical, de distribución gratuita, responde a una serie de preguntas relacionadas con la revista y la escena musical de España. Cada respuesta es abordada con energía, lo que resalta su pasión por el oficio. Le gusta la música, pero sobre todo le fascina comentarla. Sus respuestas no son breves, no pueden serlo. Necesita ahondar más, crear contexto, dar ejemplos. “Perdona, pero me enredo como una persiana”, se justifica.

Mondo Sonoro es un medio atípico en el mercado español. Parte importante de su éxito y longevidad radica en factores que trazaron su historia. La revista empezó en octubre de 1994, en Barcelona, en un entorno que fue clave para el desarrollo de emprendimientos. “Después de las olimpiadas, la gente comenzó a creer en la ciudad. En aquel momento, un montón de gente se planteó la idea de hacer cosas por ellos mismos. Nos comenzó a llegar la cultura del ‘Do it yourself’ y salieron muchos sellos, fanzines y revistas. Entre ellas Mondo Sonoro”.

La revista, inspirada en las agendas culturales británicas de edición gratuita, comenzó a posicionarse al abrir una redacción en Madrid, para posteriormente trabajar en un sistema de ediciones locales. Actualmente, cuenta con ocho ediciones que cubren todas las regiones de España, las cuales la convierten en un medio de repercusión nacional con un equipo de redacción capacitado para dar seguimiento a los grupos emergentes de todo el país.

Esta apuesta, por enfocarse y destacar bandas de España, es una de las características que Joan defiende: “aquí nos hemos visto, un poco, con un complejo de inferioridad con respecto a los artistas internacionales, anglosajones. Hay un momento en el que decidimos sacar en portadas a bastante bandas nacionales en lugar de las internacionales. Yo creo que esa fue otra cosa que nos dio un posicionamiento muy claro en lo que era la prensa musical de ese momento. Comenzamos a sacar en portadas a grupos como Astrud, Def con Dos, Los Planetas, grupos que estaban subiendo, en aquel entonces. Este apoyo a las bandas lo hemos mantenido tanto en las portadas, en las ediciones locales, como en las fiestas demoscópicas que hacemos en febrero. Eso crea un poco más de escena. Permite que la industria independiente tenga un poco más de peso, que todos rememos en el mismo camino”

La relación con Latinoamérica es todavía un tema pendiente en la agenda de España y también del medio. Las razones son varias, explica Joan: “aunque ahora la gente joven lo ve de otra manera, desde mi punto de vista, antes se veía a las bandas desde una escala de importancia donde por encima de todo estaban las bandas anglosajonas, en una segunda posición las bandas consolidadas, después las españolas y, al final, las latinoamericanas. Entonces se pensaba, si las bandas españolas no son buenas las latinoamericanas son aun peores. Y se daba muy poca importancia a casos como los Soda Estéreo, que ahora ha sonado mucho por otros motivos, pero son grupos que podíamos haber descubierto en España de otra forma, desde hace mucho tiempo. Creo que los casos latinoamericanos, que han tenido más repercusión, han sido cuando han estado relacionados a la música de este país, como Calamaro, Los Rodríguez, toda la gente alrededor de Tequila”.

Para establecer lazos de comunicación e intercambio entre Latinoamérica y España hay un largo camino por recorrer. Sin embargo hay algunos ejemplos destacables. “Ahora hay esta especie de intercambio como Dorian y Babasónicos que han realizado giras en conjunto en España y Argentina. Es una especie de favor que se hacen entre bandas, ya que su público es muy afín. Yo creo que eso es bueno para todo, están intentando crear un poco de escena. Yo creo que en el rollo de España y Latinoamérica no se ha intentado buscar los puntos en común”.

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Sobre aquel eco que anuncia el fin de muchos medios de comunicación especializados y la actual crisis que existe en el área editorial, Joan responde optimista sobre el futuro económico de Mondo Sonoro. «Creo que a nosotros, todo lo que al principio jugaba en nuestra contra, ha sido lo que a la final nos ha hecho mantenernos económicamente mejor que otros medios con mayor respeto. Durante varios años Mondo Sonoro era percibido como lo peor, porque era una revista gratuita, que venía a ser la competencia desleal de otros medios. Que no dejábamos muy mal a los artistas porque siempre hemos sido de los que saca muy pocas críticas negativas. Y después porque sacábamos de todo. Por ejemplo, este mes salió en portada Foo Fighters, el mes anterior un grupo de electrónica española, otro mes Manu Chao, y así. Por lo que mucha gente lo veía como falta de criterio. Entonces todo eso, lo que al principio nos machacaban, es a la final lo que nos terminó consolidando un poco porque creo que la revista vuela. Siempre hay algo en el Mondo que te puede gustar y los anunciantes han sabido eso: que va a públicos muy distintos, y vuela”.

En dos décadas muchas cosas han cambiado. Aquel pequeño espacio de 16 hojas y distribuido solo en Barcelona, que no convencía por ser gratuito, y realizado por fans. Ahora es un medio ícono de toda España. La trayectoria de Mondo Sonoro es consecuente. Aquella revista que muchos la miraron por encima, ahora nadie puede dejarla de ver por su grandeza.

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Reseña QFCuenca

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Por: El Musikólogo

Primer día del qfCuenca: Debut Auspicioso

Los nervios del debut, esa sutil tensión de algún modo podía sentirse en el estadio Alejandro Serrano de la Ciudad de Cuenca, iniciaba el primer día del “QFCuenca” casi dos horas más tarde de lo planificado, y con poca afluencia de público ese instante; como diría el sabio popular: estamos todos los que somos.

Yahuarsónicos de Loja eran los encargados de estrenar el festival, y el escenario no les quedo grande merced a un buen número de seguidores que coreaban sus canciones y su despliegue de reggae fusión con gancho, nos contaron que tienen listo un disco nuevo y que no se detendrán luego del festival, buen comienzo, buen presagio. Otros debutantes fueron Radio Fantasma, cuya versión de la Cuenca musical modernista apaciguó un tanto los ánimos, eran locales, y sonaron perfectos, pero a pesar de los esfuerzos de Daniel Pinos (cantante), no logró levantar en su totalidad a la gente, no lo hicieron mal, solo hubo desconexión. Ricardo Pita fue una de las actuaciones más celebradas, el número de asistentes había subido considerablemente y se rindió ante la sencillez y el carisma del guayaquileño. Hay cosas tan inflamables que no hace falta mucho para encenderlas, eso es Pita, que ataviado con un poncho y una guitarra acústica medio rota convierte en himnos sus temas y frases, un lujo verlo en vivo. Después de su show, no había nada que pueda «mal tripearnos».

La primera presencia internacional era la de “Barrio Calavera”; el nombre refleja su acervo popular, de cotidiano, de cumbia, de música tradicional peruana que al mezclarlo con algo de ska latino, logra una receta para la algarabía y el público cuencano lo sabe. “…Somos el Barrio Calavera, alegres y rebeldes toda la vida” sentenció el cantante. Destaco grandemente la entrega del grupo, que saltaron a escena como desconocidos y se fueron dejando un estadio repleto de baile. Correctísimos.

Era el turno de “Los Corrientes” y la expectativa no podía ser más superlativa, su música es desenfadada, sin misticismos, de retórica directa e instrumentación diversa, entre el rock and roll y la fusión tropical. La aceptación se hizo unánime y no es para menos, el salto hacia la calidad que ha dado esta banda guayaquileña es inmenso. Poco a poco están ganando adeptos que han transformado en himnos sus temas, pude ver a mucho coreando “Soy Chiro”.

El ambiente se había prendido tanto sobre el escenario y en la explanada el sol era inclemente, los bomberos intentaban aplacar la incandescencia del cielo cuencano cuando “Keko Yoma” de Chile se hacía presente. Hay bandas que con una actitud irreverente y divertida se ganan al público de entrada, y si a eso le sumamos música disfrutable, disfraces y ambiente de fiesta, el resultado es un show atrapante. “Keko Yoma” no son unos virtuosos, hacen música descomplicada y sencilla, pero logran conectarse fácilmente con el público y eso no lo hace todo el mundo.

Caía la tarde, y lo vivido hasta ese entonces pedía que los “estelares” salgan a matar o morir; “Da Pawn” se subía al escenario mientras se encendían las primeras luces de colores. Más allá del griterío del sector femenino, había razones de expectación. Fue un debut como pocos, lleno de sencillez grandilocuente, de canciones que han trascendido lo folk, de descollante presencia y de una reflexión: al fin aquella brecha técnico-mental entre bandas extranjeras y bandas –llámese- locales, cada día se nota menos y satisface más. Se notó la preparación de la banda, presentaron temas nuevos y sonaron experimentadísimos pese a su juventud.

Sin temor a equivocarme diría que el show de Swing Original Monks fue visualmente el más exquisito del festival, cuidando cada detalle desde el juego de luces, el set list, el vestuario, hasta la ubicación de cada músico en el escenario; quien vio al diablo gigante apareciendo en escena sabe de lo que hablamos. No es mi estilo musical favorito, mas debo destacar la solidez de los músicos (sobre todo la jovencísima bajista); más allá de lo visual no es de obviar que en lo musical es un menú que ya lo hemos saboreado con gente como Bomba Estéreo o Calle 13 con sobrado éxito popular, hay recetas que se consumen con la misma voracidad sin importar el país.

Uno de los “estelares” de la noche lo constituía la legendaria banda local “Sobrepeso” toda una institución en la música ecuatoriana, quienes para este show contaban con la colaboración de Hernán Montalvo (Cuco) en voces, debido a la ausencia de Pablo Iñiguez quien no pudo arribar desde su residencia en España. ¿Qué más se le puede pedir a una banda tan aquilatada como esta? Creo que nada, con ese desfile de recuerdos, de riffs anejos como el vino, de emociones nuevas con canciones clásicas, como “El Ascensor” o “Explotar”, que siguen tan vigentes como el primer día. Si alguien tenía dudas de la sobrada calidad de esta agrupación, este concierto casi impecable debió despejar todas ellas, demostrando que Sobrepeso tiene bien ganado su status de icono del rock, quizá el único reproche fue que no tocaron “Adoquines de poder” la cual –a manera de premio consuelo- sonó por los altavoces apenas concluyó su actuación. Era el tiempo de Babasónicos.

El estelar de la noche se presentaba cual banda local, su continuo contacto con tierras ecuatorianas les resta algo de sorpresa pero no de efectividad, su música es tan transparente como práctica y Adrián Dargelos se erige como un efectivísimo relator de éxitos, su conexión con el público, su estatus de mito, sus temáticas a veces polémicas a veces provocadoras, al igual que su puesta en escena sobria y sin ambages hace de esta banda una estampa pop a la que nunca quieres dejar de observar por más que ya te la sepas de memoria. Uno a uno, temas conocidísimos dieron forma a una actuación que quizá para algunos ya sea redundante, pero para otros es única en su clase. Siempre destaco que esta banda no puede ser más profesional, pero siempre reprocho que hayan dejado atrás su pasado Rock en favor de un presente Pop. Así se cerraba el primer día, y lejos de cualquier mal presagio el QFCuenca, nos dejó con ganas de ver lo que sucedería al día siguiente.

Segundo día del qfCuenca: Sorpresa y Música como una tromba.

daculkinNuestro segundo día de QFCuenca se matizó por los excesivos cacheos en la puerta, a pesar de llevar acceso de prensa. No sé qué criterio se usa al momento de registrar a los asistentes en la puerta, señores de la policía ¡más mesura por dios! Y si van a actuar de una manera tan ridículamente tajante, pues que sea todo el día, pues a la mitad de la jornada ya puede empezar a sentirse en el ambiente el espeso y penetrante humo del cannabis. ¡Todo o nada!

Luego de pelear verbalmente por mi derecho a llevar correa atada al pantalón, corrí para tomar ubicación y observar el debut de “Da Culkin Clan”. Si esto fuera una entrega de premios, este jovencísimo grupo seria sin lugar a dudas el ganador del “artista revelación” por lo demostrado en escena. Atrevidos, simpáticos, mordaces, su onda despreocupada y clownsística (si es que existe esa palabra) hacen un show intenso, sin respiro. Rap, rock, hip-hop ¡lo que sea! No importa, el genio de estos chicos no tiene límite, juegan con gags líricos, texturas musicales contemporáneas, en un inteligente amasijo músico-teatral, no me cabe duda que si siguen por esa senda, serán un suceso.

Decabulla llegaban desde Machala con un disco nuevo bajo el brazo, “Robot”. Gran dosis de poderío hardcore, su entrada al QFCuenca podía escucharse desde la carpa de prensa (en donde me hallaba en ese instante) y acudí presurosos al llamado, una actuación con la que demostraron su excelente momento. Para el final contaron con la colaboración del legendario Ibo K Payne en voces en el tema “Radicales Libres” que está convirtiéndose en un verdadero clásico del grupo, este fue un momento altísimo del show, digno de recordarse.

Mi gran expectativa de este día era ver la actuación de “La Bicicleta del Diablo” y quedé simplemente extasiado del poder descomunal que producen estos 4 guayaquileños. Su música es directa, una tromba death metal sin contemplaciones. Con actitud cotidiana y dicharachera, típico de la región costa del país. La banda no solo es genial, sino divertidos entre cada tema, bromeando con al público pero sin poses, siendo naturales. Recomendaría a cualquier amante (o no) de este género “extremo” escuchar sin mesura a esta portentosa banda, ¡un acierto!

La cuota extranjera de este segundo día la iniciaba “Absolution Denied” una banda colombiana con una gran influencia de grupos norteamericanos de metalcore, con esa batería contundente, guitarras distorsionadas y voces guturales, además de una estética muy a la usanza de bandas contemporáneas, a pesar del sol calcinante no se inmutaron ni dieron respiro, su actuación no pasó desapercibida.

“Los Zuchos del Vado” es una banda clásica, muy arraigada en el público y eso les sirvió de mucho a la hora de salir a escena con su punk y ska luego de tan fulminante dosis metalera desplegada en el escenario. Arrancaron con “Don Soluca” y la energía del público se sentía coreando sus canciones que, por el hecho de ser locales, sonaban más delirantes que nunca. La experiencia de esta banda fue decisiva, cuando ya muchos los daban por desaparecidos, se mostraron más vigentes que nunca.

El calor hizo de las suyas y me obligó a salir de la zona de prensa para buscar refresco al inclemente sol cuencano, nuevamente los bomberos hacían su aparición y se armó una fiesta a parte, era una danza de la lluvia particular. Tuve que observar la actuación de “La Doble” desde otro sector, y pude ver su calidad como músicos, su oficio, su dominio instrumental, pero también visualizaba a la gente apagada, desconectada del show, lo cual me hizo pensar ¿fue esa la mejor hora, el mejor día para programar a esta banda? Cumplieron a cabalidad, pero el público no se inmutó.

La expectación que creaba “CURARE” era enorme, saltaron a escena con sobrada energía, venían a mostrarnos “Revive Esperanza” su más reciente CD, y hay que reconocer que esta banda con su propuesta suigeneris ha calado hondo en la gente, que de alguna manera se reconoce y se apropia de su música, la fusión de ritmos andinos sobre una base cuasi hardcore genera una energía inusitada en la gente, a pesar de los problemas de sonido que tuvieron, jamás claudicaron. Destacadísimos.

Era momento de los actos principales. “Carajo” viene precedido de una historia dilatada y su estatus de emblema hardcore no podía más que levantar revuelo, eran quizá los más esperados del día. Este power trio se las trae, su solvencia sobre escenario es impresionante, tuve el chance de verlos en 2009 y se han consolidado con los años. Corvalán tiene la desventaja de ser un bajista-cantante y no puede moverse sobre las tablas, pero no hace falta, transmite fiereza sin moverse, incólume y vociferante. Vilanova es un show aparte, de mis bateros favoritos de Sudamérica, siempre sobrio y preciso. Uno a uno los temas prendieron a un estadio que se rindió a sus pies, hubo tiempo de un encore y de una anecdótica rueda de prensa para la gente de Ultramotora.

“Basca” ha pasado a ser una leyenda, quizá no hay banda que haya tocado más veces en el Quitofest, quizá no hay banda más querida en Cuenca por casi todo tipo de público. Pero no es solamente su historia, es su evolución, el trasfondo de superación que ha experimentado el grupo a lo largo de sus años, logrando un sonido depuradísimo de thrash y acrecentando su background. Otra de las bandas que no tenía ya nada que demostrar, y sin embargo lo hicieron en propio suelo cuencano. Era hora del plato fuerte.

biohazardPienso que había mucho escepticismo a la hora de ver a “Biohazard” y hasta yo mismo debo confesar que le perdí la pista un poco a la banda tras la salida del referente Evan Seinfield, pero sabía de lo que son capaces estos new yorkers. Sin embargo pienso también que nadie estaba preparado para lo que se vendría, una descarga de energía como muy pocas en la historia del festival. “Biohazard” actúan como si sus vidas dependieran de ello; saltan, bromean, organizan moshpits, y van más allá. Billy Graziadei es espectacular, hizo que adecuaran unas escaleras frente al escenario para poder subir y bajar del mismo, e interactuar con la gente, ¡y de qué manera! Subido sobre su público tocó su guitarra demostrando la confianza en sus fans, y en un gesto impensado, casi al final del show subió a decenas de espectadores a escena, algo que desató una locura colectiva y el pánico en la gente de sonido. Como pocas bandas en la historia del festival, Biohazard dio una cátedra hardcore old school pero más allá se mostraron accesibles y sencillos, muy a pesar de nombres o posturas. Un show que deja sabor a satisfacción por donde se lo mire.

Pocas cosas hay que reprochar de este festival y que a la postre mencionarlas no le restaría lustre a una iniciativa muy interesante de mover el escenario a otras plazas. La música prolongada durante días, no hace más que dejarte nostalgia al final, y una sonrisa que dura horas y horas. ¡Hasta el próximo Quitofest!

Fotos:

Fernando Ruiz

Emilio Rodríguez

El Musikólogo

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