Historias

John, Paul, George y Ringo en sus etapas Post Beatles

John, Paul, George y Ringo en sus etapas Post Beatles

the beatles insideCarreras en solitario definidas por un pasado imposible de superar / por Santiago Endara

“Antes de cruzar la calle, toma mi mano, la vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes” … “Querido, querido, querido Sean”  – John Lennon, letra de “Beautiful Boy”

“Alguna gente quiere llenar el mundo con tontas canciones de amor, ¿Y que hay de malo en eso? Quisiera saber, porque aquí voy de nuevo: Te amooo, te amooo”  Paul McCartney, letra de “Silly Love Songs”

“El cielo se despejó, el día se aclaró, cerré mis ojos y mi cabeza tenía luz. Difícil de recordar el estado en que estaba, amnesia instantánea, del yang al yin” George Harrison, letra de “Blow Away”

Estaremos abrigados bajo la tormenta en nuestro pequeño escondite bajo las olas, descansando nuestras cabeza en el lecho marino, en un jardín de pulpos en la sombra”  – Ringo Starr, letra de “Octopus’s Garden” 

 

Mejores Discos

John Lennon: Plastic Ono Band (1970), Imagine (1971), Double Fantasy (2980)

Paul McCartney: McCartney (1970), Ram (1971), Band On The Run (1973), London Town (1978), Chaos and Creation In The Backyard (2005)

George Harrison: All Things Must Pass (1970), Concert For Bangladesh (1971), Cloud Nine (1987)

Ringo Starr: Sentimental journey (1970), Ringo (1973)

 

El sueño terminó.

El 10 de Abril de 1970, el tabloide inglés Daily Mirror salió a circulación llevando en su portada el titular “Paul is Quitting The Beatles” (Paul deja Los Beatles).  Para muchos era solamente un rumor al que tenían miedo de hacer caso, pero poco a poco el tiempo y los hechos empezaron a confirmar esta devastadora noticia y con ello la historia del mayor fenómeno cultural del último siglo llegaba a su fin.  Viendo en perspectiva, John Lennon posiblemente tenía algo de razón; los Beatles quizás nunca fueron más famosos que Jesús a nivel mundial, pero al menos en Inglaterra, Canadá, Japón, los países nórdicos y varios otros países desarrollados, sí habían llegado a ser más famosos que Jesús, pero más que nada más importantes y relevantes.  (Además que su vida también fue mucho más feliz que la del profeta nazareno, si se cree en lo que cuentan las truculentas historias de los evangelios)

Revolution

Lo más increíble cuando se habla de Los Beatles, es reparar que entre la grabación de su disco debut “Please Please Me”, de 1963 y el anuncio de la separación pasaron solamente 7 años y 19 días.  En esos 2575 días la música, el mundo, las costumbres y los valores habían cambiado de una forma tan espectacular como pocas veces se ha visto en la historia.

Recuerdo que cuando era pequeño, ni yo ni ninguno de mis amigos podíamos siquiera asociar las caras de la portada del disco “The Beatles 1967-1970” (Álbum Azul) con las caras del “Álbum Rojo” que los retrata en 1963.  Los Beatles habían tenido un cambio físico tan grande como los enormes cambios sociales de la década de los sesentas o como la enorme evolución que tuvo su música.

Básicamente nada en la historia del rock después de 1963 hubiera sido los mismo sin Los Beatles.  Todo hubiera sido diferente y muy seguramente hoy no estaríamos aquí leyendo esta nota.

Tras revolucionar el panorama musical para siempre, y todavía en sus “veintes”, los cuatro ahora desocupados se vieron de repente enfrentados a la pregunta: “¿Y ahora qué?”.

¿Qué más se puede hacer cuando ya has transformado la música popular hasta llevarla a terrenos nunca antes vistos, cuando ya has cambiado el mundo y la cultura del planeta para siempre?

Realmente estas preguntas no fueron nada difíciles de responder. La respuesta fue simplemente seguir haciendo música ya que era su pasión, eran buenos para eso y no sabían hacer nada más.

Siguieron su camino, cada cual por su lado, con su pareja y con su estilo propio.  Varios de los discos de John, Paul, George y Ringo como solistas son excelentes, pero Los Beatles como grupo realmente son mejores que la suma de sus partes.  Por más que lanzaron obras interesantísimas, ningún disco como solistas es tan bueno como su trabajo en conjunto posterior a 1965.

john-lennon-insideObras de solistas antes de la separación

Antes de su separación, habían ya aparecido varios trabajos como solistas.  El primero fue George Harrison con su casi netamente instrumental “Wonderwall Music” de 1968, el mismo que es la banda sonora para la película del mismo nombre.  Crecientemente frustrado por su pequeño cupo de dos canciones en cada disco de Los Beatles, Harrison lanzó también “Electronic Sound” en 1969.  Harrison en efecto tenía un cupo de dos canciones por disco con “Revolver” como excepción ya que lleva 3 temas y en el “Álbum Blanco” tiene 4 excelentes canciones, pero por ser disco doble también cae en el cupo de dos canciones por disco. Si se trata de calidad por encima de cantidad, “Abbey Road” es el punto culminante de Harrison donde sus dos aportes, “Something” y “Here Comes The Sun” son, de acuerdo a muchos, las dos mejores canciones del disco.

John Lennon utilizó el formato de disco para llevar un diario de su vida personal con Yoko Ono a través de los experimentales “Unfinished Music No.1 / Two Virgins” de 1968,  con su famosa portada donde posa desnudo junto a Yoko, y su secuela “Unfinished Music No 2 / Life With The Lions”, de 1969, que capta en portada a un triste Lennon sentado en el piso junto a la cama de hospital donde yace Yoko tras sufrir un aborto.   Cierran este periodo de discos el “Wedding Album” de 1969 y el disco en vivo “Live Peace in Toronto” de 1969 bajo el seudónimo de “The Plastic Ono Band”

Ringo lanzó en marzo de 1970 su disco “Sentimental Journey” con covers de canciones antiguas para, según él: “darle gusto a mi mamá”.

De todos estos discos, tal vez el de Ringo es el mejor, ya que los de Lennon y Harrison son demasiado flojos y como que abusan un poco del hecho de que por ser Beatles podían lanzar un disco de lo que sea y aun venderlo con éxito.

Obras de solistas después de la separación

paul-joveninsideSeis días después de anunciar su separación de Los Beatles, Paul McCartney también lanzó su primer disco de solista, grabado casi en secreto en su granja de Escocia y titulado simplemente “McCartney”.  Este disco deja ver ya de alguna forma lo que sería la carrera solista de Paul: unas cuantas buenas melodías interpretadas por un genio musical, pero con un control de calidad un tanto permisivo y que sufre los efectos de no tener un Lennon que ponga algo de limón en las a veces demasiado sacarinas composiciones macartianas.  A pesar de la manera casera en que fue grabado, “McCartney” es un disco bastante agradable de escuchar.

Entre los años 1970 y 1975 los cuatro Ex Beatles tuvieron su etapa más prolífica e incluso Ringo empezó a sacar al menos un disco por año, más que nada dedicándose a hacer covers.

La primera obra maestra post Beatle viene con el excelente (aunque un poquillo demasiado largo) “All Things Must Pass” (1970) de George Harrison.  ¡Un álbum triple!, pero que se entiende hasta cierto punto ya que George tenía represadas muchas canciones.  Este disco es bastante bueno, pero un alto porcentaje de su fama se debe a que contiene una de las 3 mejores canciones de los “Post Beatles”, la mítica “My Sweet Lord”, todo un himno para los hippies y los abundantes amantes de las filosofías orientales que habían en esos tiempos.

La segunda obra maestra vino con “Plastic Ono Band” (1970), donde John Lennon y la etérea Plastic Ono Band nos entregan una gran recopilación de canciones grabadas en una época en la que Lennon se había sometido a la terapia psicológica Primal Screampara exorcizarse un poco de su infancia de niño no muy querido por sus padres y que para colmo perdió a su madre cuando empezaban a retomar lazos.  Este disco tiene momentos sublimes y desgarradores y es una gran obra de arte.

Un tercer buen disco de esta época es “Ram” de 1970, donde Paul McCartney lanza un producto mucho más cuidado desde el punto de vista musical, pero, como siempre, sus letras se quedan en lo banal. John Lennon había dicho años antes que estaba cansado de las canciones de “abuelitos” que hacía McCartney, y la crítica dio la razón a Lennon.

En 1971 Lennon lanzó su también importantísimo “Imagine” que contiene la “canción himno” que le da título al disco, así como el mejor solo de silbido de la historia en “Jealous Guy” (tal vez en competencia con la canción “Young Folks” del grupo sueco Peter, Bjorn & John) y varias canciones más que sirven para hacer pública la agenda política de Lennon, proclamar su amor por Yoko y ventilar los problemas legales que al momento los tres Beatles tenían con McCartney.

1971 también vio nacer dos cosas importantes: la banda Wings, de Paul y el primer concierto benéfico de la historia, organizado por George Harrison y Ravi Shankar para recaudar fondos para la hambruna en Bangladesh. La grabación de este concierto salió al mercado también en disco triple como “The Concert for Bangladesh” atribuido a “George Harrison and Friends”, dentro de los que estaban Bob Dylan, Ringo, Eric Clapton, Billy Preston y otros.

La década de los setentas es prolífica en discos de los cuatro ex Beatles, algunos de mejor calidad que otros. “Band On The Run” (1973) y “London Town” de Paul (con Wings) son de los mejores esfuerzos, sin embargo tras años de su separación, misteriosamente la calidad de la música de los ex Beatles empezó a decaer un poco.

george_harrisoninsideLos ochentas y más allá

En 1980 y tras cinco años de retiro, John Lennon volvió al estudio con su bastante bueno “Double Fantasy”, el mismo que además de tener varias excelentes canciones como “Watching The Wheels”, “Woman”, “Starting Over” o “Beautiful Boy” tienen también varias canciones demasiado experimentales de parte de Yoko.  Este disco sin embargo tiene el triste encanto de ser la última obra de Lennon, ya que fue lanzado al mercado solo un mes antes de que el músico caiga mortalmente herido a la entrada de su apartamento en el Edificio Dakota, frente a Central Park.

Los ochentas dejaron varios discos interesantes por parte de George Harrison como “Somewhere in England” (1980) y su inolvidable canción “All Those Years Ago”, o el álbum “Cloud Nine” (1987) y sus excelentes “When We Was Fab” y “Got My Mind Set On You”, que revivieron la carrera de Harrison y lo impulsaron para formar el super grupo “The Traveling Wilburys” junto con Bob Dylan, Roy Orbison, Tom Petty y Jeff Lynne.

Paul McCartney tuvo también algunos aciertos con “Tug Of War” (1982) y “Flowers In The Dirt” (1989).

George Harrison murió en el 2001 de cáncer de garganta, lo cual no es ninguna sorpresa si se ve que en el 90% de filmaciones este sale fumándose un tabaco. Al momento de su muerte estaba trabajando en un disco llamado “Brainswashed”, el mismo que fue terminado por su hijo Dhani y lanzado póstumamente en el 2002. Un excelente recuento de la vida de Harrison se puede ver en el extenso documental de Martin Scorsese “Living In The Material World” (2011)

Ringo StarrinsidePaul McCartney ha sido siempre el más trabajador de Los Beatles y ha continuado sacando discos que a todo el mundo le parece que podrían ser mejores, pero Paul parece tener la muy respetable opinión de preferir la cantidad sobre la calidad.

 Ringo también sigue activo y a la fecha su último disco es “Ringo 2012” (2012). Lo más importante es que Ringo trabaja a su propio ritmo, ya que en alguna entrevista cuenta “Cuando estábamos en Los Beatles, éramos famosos y teníamos dinero, por lo que solamente queríamos descansar y pasar la vida de una forma relajada.  Siempre que sonaba el teléfono, sabíamos que era Paul que nos quería poner a trabajar para hacer otro disco de Los Beatles”

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¿Por qué es importante escuchar a Serge Gainsbourg?

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Por: Christian Reyes

La personalidad provocativa de este francés representa esas instancias rebeldes y emociones lascivas que experimentó un músico inquieto, con personalidad y seguro de su inventiva, al momento de sumergirse en los mares de un buen pop.

Serge Gainsbourg, llamado originalmente Lucien Ginsburg, brindó, en aquellos años sesenta, un gran aporte de modernidad y experimentación para la Chanson Francesa. Sus registros hablan de extravagancia, inhibición, protesta y un amor más carnal que afectivo. Su música ha coqueteado con el pop, el jazz, el reggae, el rock sinfónico, el dub, la música clásica, el funk, el rap o el ye-yé, por nombrar algunas. Ha compuesto más de 17 discos y seducido a innumerables mujeres. Muchas de ellas íconos de la música europea.

El por qué escuchar la música de Gainsbourg va más allá, de la simple curiosidad de conocer a profundidad el arte que emana un tipo tan controversial, es describir las vibraciones de esos momentos gloriosos de la composición llevada al clímax. Ya sea en el regazo de sus musas o en sus vicios: el cigarrillo y el licor. Y es que sonoramente siempre estuvo adelante de su generación.

serge gainsbourg binside3¡Buenas tardes, soy el chulo judío!

Serge se inclinó por la música gracias a su padre, quién le enseño a tocar el piano desde niño. La pintura fue su pasión, pero la tuvo que abandonar para poder subsistir. Trabajó como pianista en varios cabarets de París. La frase “¡Buenas tardes, soy el chulo judío!” le servía como impronta para saludar al público en sus shows. Su nariz y orejas pronunciadas, sus ojos saltones y su delgadez no le abrieron paso en la industria musical, pero sí a la hora de sucumbir a su mayor debilidad. Se dice que su poesía lograba esa conexión con sus más grandes trofeos: divas bellas y exitosas.

Hubo un momento importante en su vida, el trabajar-seducir a la adolescente France Gall. Una frágil chica con mucho talento e inocencia, que puso en lo más alto de Eurovisión la canción  ‘Poupée de cire, poupée de son’, en 1965. Esta fue la primera obra conocida de Gainsbourg. Luego, el enfant terrible la sumió en la interpretación de un furtivo tema ‘Les sucettes’, el que con disimulo hacía referencia al sexo oral. La cantante convertida en Lolita se vio timada y rompió las relaciones con el temible provocateur.

Isabelle Adjani, Vanessa Paradis o Juliette Greco pasaron por su cama y sus letras, pero fue con Briggit Bardot que su devoción por la belleza femenina llegó al punto más alto, al crear obras como  ‘Bonnie and Clyde‘, ‘Harley Davidson’ y ‘Comic Strip’. No se le puede atribuir a esta relación ’Je t’aime moi non plus’, aunque la compuso pensando en la sex symbol. Fue con Jane Birkin, su pareja mediática,  con quién llegó a la levitación con este himno al erotismo. El Vaticano no demoró en censurar el sensual poema.

Con Birkin mantuvo el equilibrio, por ciertos momentos. Junto a ella creó dos grandes discos: ‘Jane Birkin & Serge Gainsbourg’ y ‘Histoire de Melody Nelson’. El último considerado como el primer verdadero poema sinfónico de la era pop. Además, procreó a Charlotte Gainsbourg: “Tan bella como ella, tan fea como él”, sucesora que le siguió los pasos en la música y el cine.

Llevó al disco ‘Rock Around The Bunker’ a la autoburla, al reírse de su propia desgracia. En su juventud fue obligado a esconderse, debido a las leyes antisemitas durante la ocupación. Convirtió a ‘La Marseillese’ en una pieza reggae dub, que hizo enojar a Francia y al mismísimo Bob Marley por grabar con Rita Marley aquellas letras de fuerte contenido erótico. Además, su incursión por el cine no pasó por alto ya que retrató el lesbianismo en escenas de su película ‘Don Juan 73′, protagonizada por Birkin y Bardot.

 

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Controlando a Gainsbarre

Usualmente fumaba siete cajetillas de cigarrillos al día. Gitanes era su marca favorita. Cierta ocasión, en pleno programa televisivo, de sábado por la tarde, le dijo a la joven Whitney Houston que se la quería fornicar. Presa del alcohol que lo acompañó gran parte de su vida. Sufrió cuatro infartos que no lo mataron, al parecer, lo hacían inmortal.

Los medios lo invitaban para que haga de las suyas. Quemaba billetes o firmaba cheques en señal de protesta o, simplemente, para llamar la atención. Grabó un video  provocador: ‘Lemon Incest’, con su hija, ella en ese entonces, tenía 12 años. Conoció a Bambou, su última inspiración, a quien hizo cantar y grabar sus gemidos. Finalmente, no controló a Gainsbarre, su alter ego maldito, y murió luego de un quinto infarto, en 1991. Dejó de ser inmortal. Se dice que en su tumba, en Francia, lo acompaña el muñeco de la foto de portada de ‘L’histoire de Melody Nelson’.


jane-e-sergeinside2Llegando a la categoría de Héroe

La acertada biopic póstuma del director Joann Sfar  y la excelsa interpretación de Éric Elmosnino, lo colocaron en un altar en el 2010.  ‘Serge Gainsbourg Vie Héroique’ retrata, con precisión y con un delicado enfoque, la vida, música y excesos de tan incendiario genio.

Su sonido ha marcado a varias generaciones de artistas como Franz Ferdinand, Cat Power, Jarvis Cocker, Michael Stipe, Portishead, Tricky entre otros, quienes le brindaron devoción y pleitesía en el disco  ‘Monsieur Gainsbourg Revisited’. Entre grafitis y poemas, sus restos yacen en el mítico cementerio de Montparnasse, en París.

 

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ENTREVISTA: Sustancia Oxidada (Ecuador Jazz 2013)

banner_superior sustanciaoxidadaEs un sonido extraño y difícil de asimilar. Para poder entenderla, es necesario asistir y admirarla en un teatro. No es una cuestión elitista, simplemente “es la música que estamos haciendo en estos momentos”, comenta José Julián Velasco, vibrafonista de Sustancia Oxidada. Cuatro años atrás, Julián tocaba con Yussif Barakat (contrabajo). En una de esas sesiones de Jam, Yussif le presentó unas composiciones para un trío con batería. Tiempo después, entraron al IMC y en enero del 2012 conocieron a José Hernández.

Los tres se juntaron en un momento clave. “Estábamos en la onda de buscar algún sonido propio. Es un proceso larguísimo, dicen que es lo último que te llega. Así que nos pusimos a tocar y salió Sustancia Oxidada”, recuerda Julián. El nombre nació a partir de un cuadro del artista Mark Rothko, llamado Rust & Blue (óxido y azul). Justamente una pintura de tres colores con la que se sintieron identificados.

Dices que su música es rara. ¿Cómo se la podría interpretar?
No tocamos jazz, no hacemos jazz. Es muy pretencioso decir que lo hacemos, pero definidamente, nos encanta y es una de nuestras influencias. En ciertas composiciones, en la improvisación, hay ciertas secciones y hay cosas estilísticas que se parecen al jazz.  Pero es música experimental, jugamos con la improvisación libre, los solos… simplemente tocamos sin saber lo que va a pasar.

Ustedes recurren al espacio. ¿Cómo funciona esto en su música?
Para nosotros es muy importante. Es música con mucho espacio y tratamos de no llenar tanto. Además, por el formato de tres instrumentos, es raro, casi no hay tríos de vibráfonos, es extraño.

Dices que ahora, la manera de estudiar la música académica es a través del jazz. ¿Crees que exista un mayor acercamiento de las masas y de lo académico mediante éste género?
Es muy chévere tocar jazz. Vas a Marruecos y encontrarás un trío de jazz que sabe de estos estándares. Es un estilo súper universal. Se sabe que en mucha música del mundo la improvisación estuvo presente. Creo que a través de ese estilo, hay una acercamiento con las masas.

¿Cómo es el proceso de creación o cómo surge este sonido raro y extraño de su música?
El más creativo es Yussif. Él tiene muchas composiciones y ha estudiado algo de eso, entonces tiene mucha producción. Desde que empecé a tocar, el trío también te impulsa a componer. A veces él trae una composición o yo lo hago… después la leemos y cuando tocamos en concierto, estamos experimentando con la improvisación.

También nos ha servido tocar con grandes músicos, por ejemplo con Rodrigo Becerra, el principal contrabajista de la Orquesta Sinfónica de acá. Con él trabajamos mucho impro libre.

Si su música no es jazz, ¿cuál crees que sea el efecto en la gente que irá a festival?
Definitivamente un shock, además porque somos desconocidos, jóvenes e inmaduros artísticamente. Va a ser un “trauma” para el público. Pero bacán, es una oportunidad para darles ese trauma.

*La banda es parte del cartel de Ecuador Jazz 2013 y tocarán el viernes 1 de marzo en el Teatro Nacional Sucre a las 19:30.

Por: Marcos Echeverría / Fotos: Carolina Velasco

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Delfín en el Youfest 2012

En 2010, en Buenos Aires, se realizó la primera edición del Youfest: fue el primer hervor. Allí se juntaron varias figuras cuyas carreras se dispararon gracias al efecto viral del canal de videos. Entre ellos, en primera línea, estuvo Delfín Quishpe, quien desde entonces se convirtió en uno de los padrinos del evento y en uno de los actos más esperados. En aquella ocasión tocó en vivo junto a una banda comandada por El Remolón, y compartió el escenario con Wendy Sulca y La Tigresa del Oriente.

En 2012, en Madrid, el Youfest creció. Entre viejas glorias del mundo pop (Rick Astley, Locomía, Chimo Bayo, Kaoma), figuras catapultadas por Youtube (Brett Domino, Vázquez Brothers, Sung Bong Choi, Keenan Cahill, El Shakiro) y estrellas consagradas por cuenta propia (Primal Scream, Underworld, Felix Da Housecat, Diplo, Buraka Som Sistema), el cartel se llenó de más de 50 nombres del mundo entero. Entre todos, Delfín Quishpe atraía de manera especial.

Por fuera de los circuitos de la música folclórica ecuatoriana, ya reconocido como una figura global debido a su recorrido por Internet, el público que lo esperaba era joven, fiestero, insignia de esa identidad contemporánea que junta novelería, hedonismo y hipstería. El personaje de Delfín reunía lo kitsch, lo friki, lo gozador y lo pop-ular necesarios para disfrutarse en vivo.

Una orquesta de 13 músicos sirvió de base para las presentaciones de varios de los cantantes. Con arreglos de vientos, cuerdas y electrónica, ésta ensambló para Delfín Las Torres Gemelas, y para él, Wendy Sulca y La Tigresa del Oriente En tus tierras bailaré. Delfín se presentó los dos días del festival: 28 y 29 de septiembre. El primer día en el Centro Cultural Matadero y el segundo en la mítica discoteca La Riviera, donde actuó solo, sin banda, con el apoyo de una pista electrónica en plan popurrí.
Luego del concierto, en el camerino, Delfín recibiría una visita inesperada.

Espera la segunda parte de Delfín en el Youfest.

Revisa la segunda parte de Delfín en el Youfest

Texto y Foto: Santiago Rosero

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IGOR ICAZA: Sentimiento y respeto por las cuerdas

El músico ecuatoriano de larga trayectoria está a punto de sacar su nueva producción, se trata de Detrás de los Huesos, su disco en solitario. Una pieza que evoca las letras, las composiciones, la melancolía, el respeto por esos personajes que influenciaron su carrera como artista independiente.

Saludos Igor… ¿Cómo te sientes?

Estoy contento de tener estas buenas nuevas sobre mi carrera como solista y con mucha música bajo el brazo.

¿En qué estado se encuentra Sal y Mileto?

Bueno hemos decidimos parar, Luis Enríquez está radicado en Europa, estará un tiempo en Alemania y luego se va a Francia, así que decidimos pausar al grupo, no sabemos si volveremos a tocar, hemos dado un concierto de despedida y el grupo está prácticamente separado.

Estas preparando tu nuevo trabajo Detrás de los Huesos, háblanos de este disco.

Este es un proceso muy largo, tiene que ver mucho con mi trabajo con las cuerdas que comenzó desde la muerte de Paúl Segovia, mi compañero con el que formamos Sal y Mileto. Se remonta desde hace nueve años. En este tiempo he trabajado con las cuerdas con un sentimiento de completo respeto por lo que estas significan en la música, tomando en cuenta que mi carrera como percusionista ha sido con la que me he dado a conocer. Es bueno resaltar que en todos los discos de Sal y Mileto hay composiciones mías en la guitarra y también en mis otros proyectos me involucré mucho con las cuerdas. Como instrumentista en vivo comencé hace nueve años cuando forme el cuarteto Pléroma, con ellos saqué un disco y trabajé cuatro años. Y ahora, tengo este disco listo que voy a lanzar el 20 de diciembre en el Teatro del Colegio Benalcazar como un evento gratuito. Tengo la alegría de poder invitar a la gente que le interesa este proyecto gracias a la Dirección de Cultura del Municipio de Quito. El disco va a tener un costo muy bajo y el show será con muchos músicos e instrumentos en escena: chelos, guitarras, percusión andina, percusión árabe, teclados, vientos, es un montaje para un proyecto electro acústico.

¿Consideras este trabajo cómo íntimo en tu carrera?

Este disco tiene 10 tracks que son 9 de mi autoría completamente, el último tema es un pasillo de Paúl Segovia, mi compañero. Es un trabajo muy íntimo, tiene que ver con un montón de emociones mías. Además en este disco hago un acercamiento y un homenaje a muchos poetas latinoamericanos que me han acompañado en algunas etapas de mi vida. Al inicio fue un disco cantado y la mitad instrumental y luego se convirtió en un disco conceptual que tiene mucha simbiosis entre la música y la poesía. Tengo fragmentos de poemas musicalizados, así como poesía que luego se conecta con composiciones musicales y temas de mi total autoría. Este álbum me tiene muy contento por estos años de carrera, es un reflejo de lo que soy, un proceso que está entre el dolor y la melancolía. De esta forma me conecto con la poesía.

¿A qué poetas rindes homenaje en Detrás de los Huesos?

Entre los poetas que rindo homenaje están David Ledesma, un gran poeta guayaquileño, tengo un texto de Julio Cortázar, una letra de Pablo Neruda, un texto de Jorge Enrique Adoum, hay un texto introductorio fragmento de un poema de Vicente Huidobro. Para definir mi trabajo es un disco de poesía latinoamericana con música de mundo, obviamente hay un tinte miletero porque hay rock progresivo, hay atmosferas que conectan ese sentir del disco Cero y es obvio porque estoy involucrado con todo lo que es Sal y Mileto y en buena hora si hay semejanzas.
Es importante esto de regar la poesía por latinoamerica y que llegue a la gente que no conoce a David Ledesma o el trabajo de Paúl Segovia como compositor de música nacional.

¿Qué músicos te acompañarán en el concierto lanzamiento de esta producción?

He trabajado varios años como un trío: Grecia Alban en el Chelo, Daniel Vallejo en la guitarra eléctrica y yo en la guitarra acústica, con ellos grabé todo el disco. Además de eso tengo la suerte de contar con Daniel Mancero en los teclados, Rita María quien también grabó el nuevo disco de Sal y Mileto (que ya está grabado y espero que salga en marzo de 2013). Está Margarita Posada que hace coros y toca la percusión andina, Santiago Jiménez que hace algunos temas en el saxo, tengo como invitado especial a Bassem Ramadam que hace percusión egipcia, mi hijo Zack Icaza en la batería y Herman Mora, el último bajista de Sal y Mileto. Estamos trabajando para que sea una noche inolvidable y además puedan llevarse el disco por 5 usd, con la consigna de que están apoyando a un músico que ha dado mucha música al país.

El lanzamiento de Detrás de los Huesos de Igor Icaza será el 20 de diciembre a las 20H00 en el Teatro Colegio Benalcazar (6 de diciembre y Portugal), evento gratuito.

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El mundo paralelo de la música / Por Rocío Carpio

Alguien decía que en Quito levantas una piedra y encuentras un músico. La afirmación no resulta traída de los cabellos si abrimos la página de eventos de Facebook en una semana cualquiera de verano, y analizamos la oferta: por lo menos ocho conciertos condensados en tres días, en géneros que por supuesto van en directa relación con el círculo en el que uno se mueva. Esto quiere decir  que es muy probable que la oferta se triplique (o más) si pensamos que en la ciudad conviven distintas tendencias, usos y prácticas. La cifra no es despreciable.

La escena musical en Quito es diversa, y todo indica que con el paso de los años la escena se va ampliando y cada vez incluye propuestas novedosas para el medio. Apenas seis años atrás escuchar ópera en Quito era un evento extraordinario –por poner un ejemplo. Hoy en día ya se han montado obras líricas mundiales y laboriosos musicales tipo Broadway con personal exclusivamente nacional. Pero antes de pensar en espacios de difusión de lo que está considerado como música seria o académica, entremos en la génesis de la esfera musical de la ciudad.

Quito tiene una enorme tradición melódica. Poco registro hay de etapas anteriores a la República, pero se sabe que la música sacra y la popular de raíces indígenas o de tradición española era lo que se interpretaba mayormente. Ya en la etapa republicana, lo civil y lo festivo priman: pasacalles, aires típicos, valses, por un lado y por otro bandas de pueblo, hijas de las bandas militares de la Independencia.

Hasta bastante entrados los 1900, la formación musical en la ciudad era empírica y se daba informalmente, bajo el esquema maestro-aprendiz. No es hasta 1870, cuando se funda el Conservatorio Nacional de Música, que empiezan a formarse músicos académicos. La aventura duró siete años, pues Ignacio de Veintimilla lo cierra en 1877 debido a la falta de recursos económicos. Desde 1904, año en el que Eloy Alfaro lo reinagura, empieza la historia continua del Conservatorio, la cual coincide con el despunte del ritmo nacional característico del siglo XX: el pasillo.

Hasta la primera mitad del siglo XX las generaciones de músicos populares se abanderan del pasillo y se crea un verdadero movimiento de música nacional que empieza a perder fuerza en los años setenta de siglo pasado, cuando ritmos foráneos empiezan a calar en una ciudad que de repente presenta un crecimiento acelerado y un inevitable intercambio con el mundo.

Aunque entre los sesentas y setentas el rock hace su aparición –y también la música protesta latinoamericana–, otros ritmos conviven en espacios selectos desde hace varias décadas. La masificación de lo que podría agruparse como música urbana empieza en los ochentas, tiene su fuerza en los noventas y defi-nitivamente presenta un enorme crecimiento en la entrada del siglo XXI. La cantidad de músicos y agrupaciones que existe hoy en día en el Distrito Metropolitano es incontable. Aún si solo nos centramos en aquella que, siendo popular, no cabe dentro de la canasta de la música comercial.

¿Cómo se hace un músico en Quito?

Hoy en Quito, como toda metrópoli, conviven varios escenarios y propuestas musicales. El pasillo y la música popular, aunque con marcado declive en los setentas, nunca ha desparecido, y en los últimos años ha experimentado un renacer con jóvenes intérpretes que han socializado estos ritmos entre las nuevas generaciones (Los Hermanos Núñez, por ejemplo). A la par, surge un movimiento alterno de músicos que vienen de escuelas como el jazz, el blues o el rock, y que presentan renovadas propuestas mestizas, como es el caso de María Tejada, Álex Alvear o Carlos Grijalva.

Estos músicos pertenecen a una generación que sin dedicarse a la música académica, provienen de espacios formales de formación musical. Durante muchos años, el músico de ritmos populares se preparaba espontáneamente: clases privadas si había cómo, y mucho de aprender en el camino. El Conservatorio Nacional y unos pocos conservatorios o escuelas privadas eran los espacios de aprendizaje más comunes desde lo académico. Hoy la cosa es diferente.

La música popular y urbana ha dejado de ser un hobby para convertirse en una carrera profesional. Es el caso del Instituto de Música Contemporánea de la Universidad San Francisco de Quito, que funciona desde hace 13 años, y que tiene convenio con el Berklee College of Music, en California.   Igualmente, la UDLA ofrece una licenciatura de cuatro años en música.

“En los músicos locales, hay de todo: académicos, autodidactas… Pero la nueva camada viene  mucho más preparada”, explica José Fabara, integrante de la Rocola Bacalao, banda de ska fusión. Fabián Romero, músico y productor musical, opina que “somos autodidactas entre comillas, la mayoría ha tomado clases por aquí y por allá, sin una titulación profesional, pero con un gran conocimiento transmitido oralmente. Lo de autodidacta más bien lo aplicaría a las ganas de entender y analizar cómo funciona la música, sea el estilo que sea”.

Además del estudio puro de música, algunos institutos ofrecen carreras como sonido, diseño y producción de audio e incluso arreglos musicales, como es el caso del Instituto de Artes Visuales de Quito IAVQ. En conclusión, cada vez son más los espacios de formación, pero ¿existe un mercado para todas estas propuestas que se van solidificando? ¿Cómo se financia la música en Quito?

La autogestión es todo

La música masiva y comercial tiene otros canales de difusión y financiamiento y, por lo tanto, un mercado distinto. Entre la gestión privada empresarial que generalmente apuesta por productos extranjeros y el músico que literalmente se las busca, hay una enorme y obvia diferencia. Para Diego Falconí, radiodifusor y conductor del programa Área 51 de Radio Visión, existe demasiada autogestión en la escena “independiente”, que es básicamente la mayoría: “Desde mediados del 2005 para arriba, las bandas cada vez han tenido más fuerza para autopromover la producción de sus discos, los conciertos”.

Falconí cree que la autogestión finalmente resulta un problema, pues muchos terminan desistiendo por falta de apoyo. “Hace falta auspicio de la empresa privada y generar buenas estrategias comerciales”. Entre esa sensación de que la empresa privada ha empezado a quitar el apoyo a la difusión de la música está quizás la idea de que las instituciones públicas se han convertido en las grandes financiadoras de las artes en general.

Conciertos masivos como el QuitoFest, el Ecuador Jazz o la Semana del Rock tienen auspicios públicos, pero también están otro tipo de eventos como la Fiesta de la Música o el reciente Music Lab Festival, que se gestionan con auspicios y fondos privados también. Para Fabián Romero, la autogestión muchas veces puede volverse un problema porque un músico debería dedicarse a la música, ya que “hay gente que se ha preparado específicamente para eso y muchas veces los músicos no tenemos ese conocimiento”. Él personalmente financia sus proyectos musicales con trabajos relacionados como elaboración de bandas sonoras para obras de teatro, sonido para video, y dictando talleres de música y producción.

En la otra orilla, José Fabara defiende la autogestión pues “aunque demanda harto trabajo, es la única manera de mantenerse independiente. A nosotros nos ha funcionado durante 13 años”. Eso sí, cree que hay que estar muy bien organizado, “saber cómo armar una propuesta, qué ofrecer a un auspiciante, cumplir los acuerdos”. La idea de todo músico es lograr generar ingresos a partir de su trabajo, por eso muchos, como la Rocola, también se financian con la venta de discos, camisetas, afiches, y por supuesto, entradas a conciertos.

Lo difícil es hallar un público objetivo para su producción, dado que al ser ya un mercado pequeño demográficamente hablando, son pocos los pedazos del pastel disponibles. Entonces, ¿cómo hacen los músicos para hallar un público y difundir su trabajo?

Estrategias de difusión

Por el momento que se vive, el principal canal de socialización de la música hoy en día son las redes sociales y la Internet. Allí se anuncian conciertos y se difunden las nuevas propuestas. Además de los ya tradicionales Youtube y My Space, nuevos sitios como Reverbnation y Soundcloud permiten a los internautas escuchar bandas locales. El ya clásico evento de Facebook, es hoy por hoy la principal vía para dar a conocer conciertos pequeños en bares y discotecas.

Quienes se dedican a la música generalmente tienen sus propias páginas en redes sociales y lo complementan con las páginas web. Otros espacios importantes pero no muy masivos, son publicaciones especializadas virtuales como Plan Arteria, Telón de acero, Ecuarock, etc. Igualmente, hay páginas web que promocionan conciertos exclusivamente como conciertosytocadas.com o tocadas.com.

El mundo en la red tiene su propio acelerado ritmo, pero para Diego Falconí, se trata simplemente de herramientas, ya que considera que las redes sociales no son un medio de comunicación. Él cree que la radio es aún la mejor herramienta de difusión de la música. No obstante, la realidad de la radio en la ciudad es notoria: podemos hablar de un 90% de programación de música extranjera, aunque radios como la Pública, la Municipal, la Visión, la Metro o la COCOA de la USFQ tienen programas especializados en donde pautan música local y nacional.

Para Fabara, la gente que busca algo específico en la música simplemente no oye radio, sino que busca su música en Internet. Muchos oyentes señalan que la radio virtual Ultramotora es un importante espacio de difusión de bandas locales. Por otro lado, si de medios convencionales se trata, los periódicos le han dado gran cabida a las propuestas musicales locales los últimos años.

Fabara asegura que parte de la promoción son los medios tradicionales y recursos como afiches y volantes, pero cada vez se usan menos cuando se trata de conciertos pequeños. Ahora, todas estas estrategias de promoción ven la luz en espacios como salas de conciertos, bares, cafés y discotecas con una amplia oferta semanal.

Los eventos más grandes tienen dos tendencias: o forman parte de grandes festivales gratuitos en espacios públicos y abiertos o, dependiendo del género musical, son conciertos pagados de uno o varios artistas.

Por: Rocio Carpio | @marocape / Fotos: Martín Jaramillo
Texto publicado en Revista Q mes de Septiembre 2012

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