Historias

Talking Heads, la música muchas veces no necesita ser entendida

Talking Heads, la música muchas veces no necesita ser entendida

talking-heads_insideIdeas musicales vanguardistas y evolución creativa desde el “Art Rock” hasta la “World Music”  

Por: Santiago Endara 

”La música muchas veces no necesita ser entendida, simplemente te afecta, sin saber por qué” – David Byrne

”Nosotros no hacemos música, la música nos hace” – David Byrne

 

Mejores Discos

Talking Heads: 77 (1977)

More Songs About Buildings and Food (1978)

Fear of Music (1979)

Remain in Light (1980)

 

Chico raro… adulto raro.

Cuando era niño, David Byrne casi no hablaba con otras personas y era tan retraído que sus conocidos lo describirían como un chico en los límites del autismo y definitivamente dueño de una personalidad bastante enigmática. Cuando tomaba una guitarra o cualquier otro instrumento se sumergía en él por horas y horas ajeno a lo que pasaba a su alrededor y años después, en una entrevista, David diría que al subir al escenario como líder de los Talking Heads, su timidez o cualquier tipo de incomodidad quedaban en el olvido, sea esta una crisis nerviosa o la peor de las gripes.  Cuando vemos los conciertos de los Talking Heads, reparamos enseguida que, en efecto David Byrne nunca dejó de tener una personalidad bastante particular y eso fue un ingrediente adicional que dio incluso más atractivo a uno de los grupos trascendentales de la historia del rock.

 

TalkingHeadsinsideBuscando “dejar una marca”

Justamente, ser uno de los grupos más trascendentes en la historia del rock, o “dejar una marca” es lo que Tina Weymouth, la bajista del grupo, mencionó en una de sus primeras entrevistas cuando le preguntaron qué quería alcanzar con los Talking Heads.

Hoy en día el grupo neoyorkino es en efecto considerado como uno de los más importantes de la historia, tanto por la calidad de sus discos como por la forma creativa y aventurada con la que elaboraron sus trabajos, especialmente aquellas obras que salieron al público entre 1977 y 1980.

La música de los Talking Heads creció de forma orgánica, igual que el grupo.  En el excelente video documental “Chronology”, del año 2012, somos testigos de la evolución de la banda desde un trío con un sonido bastante minimalista hasta un combo de más de 12 integrantes frecuentemente con dos bajos, varios sintetizadores, batería, congas y demás instrumentos y coristas.  Esta evolución fue principalmente fruto de los intereses personales de David Byrne, quien desde un inicio se vio crecientemente atraído por sonidos y ritmos ajenos a los estándares del rock, sean estos afro-americanos, africanos o afro-latinoamericanos, los mismos que encontraron un espacio cada vez más preponderante en los discos del grupo.

Estilo vanguardista y estética “arty”

Los Talking Heads surgieron en una época de explosión creativa en la ciudad de Nueva York.  Desde sus inicios en 1973 hasta el lanzamiento de su primer disco en 1977, la banda vivió en una ciudad que albergó varias explosiones musicales de diferentes estilos.  En el interesante libro de Will Hermes “Love Goes to Buildings on Fire: Five Years in New York That Changed Music Forever”, el autor hace una crónica de todo lo que pasó en varias escenas neoyorkinas, desde la época de oro de la salsa, pasando por el jazz, el disco y la escena del club CBGB.  Los Talking Heads formaron parte precisamente de la camada de grupos que salieron del CBGB en la misma época que Patti Smith, Los Ramones y Television.  A pesar de que los grupos antes mencionados tocaban en el mismo local, su música y estilo diferían mucho.

Debido a que compartían escenario en Nueva York, a alguien se le ocurrió la idea de que la banda liderada por David Byrne podría ser buena compañía de Los Ramones y los embarcaron en el mismo tour por Europa, lo cual solo sirvió para marcar más las diferencias entre ambas agrupaciones. Mientras los Ramones se sentían muy mal en Europa porque extrañaban la comida estadounidense, no había juegos de Baseball y no les gustaba ir a museos, los Talking Heads, como buenos estudiantes de arte, estaban apasionados por los museos e interesados en aprender y experimentar cosas nuevas que poco a poco también fueron incorporando a su música.

Desde un inicio Talking Heads se quiso presentar como un grupo diferente a la norma de su tiempo.  Encerrados en una época donde el punk, el rock progresivo y la música bailable se dividían el mercado musical, la banda liderada por David Byrne se mantuvo alejada de cualquiera de estas escenas.  De hecho, es interesante reparar en la ropa y cortes de pelo de sus integrantes, que resultan bastante inusuales para la época ya que ninguno adopta un look de “estrella de rock” sino que al contrario, se ven de lo más normal.  Tanto así, que el look y la actitud en el escenario de David Byrne fue calificada como “es un tipo con una apariencia tan normal que incluso llega a parecernos un poco anormal” y si se mira en perspectiva, su actitud sobre el escenario nos recuerda a veces a un personaje que por ser totalmente promedio resulta también algo inquietante, más o menos al estilo Sam Lowry del film “Brazil” de Terry Gilliam

La voz de David Byrne fue siempre un punto a destacar, ya que la misma es muy particular y tiene una mezcla de falsete con un aire algo desesperado que no siempre mantiene el tono a la perfección y pone en evidencia que el dueño de la misma es un personaje bastante sui-géneris.  Una mirada entre penetrante y extraviada termina de complementar esa personalidad “rara” que el artista proyectaba sobre el escenario o en los videos.

Los discos de los Talking Heads son todos un escalón evolutivo en una escalera que va desde un sonido mayoritariamente asociado al “art rock” hasta la adopción total de un sonido de combo bailable con influencias africanas y latinoamericanas.

 

Talking+Heads+inside“Talking Heads: 1977” y el inicio de sus grabaciones

El álbum debut “Talking Heads: 1977” empieza con “Uh-Oh, Love Comes To Town” una canción que mezcla un aire funk con la inusual voz de David Byrne y arreglos de xilófonos que nos dan a entender desde un inicio que el grupo desea abordar la nave de la experimentación musical.  Sin embargo, si se puede calificar de alguna forma a este disco, sería un clásico ejemplo de “Art-Punk” o “Art-New Wave”, y definimos el prefijo “art” como un deseo por extender los límites del rock en base a composiciones que incorporen elementos de otros géneros, como en este caso el funk, algo de jazz y un primer asomo de lo que en nuestros días los angloparlantes llaman “World Music” para referirse a música tradicional o étnica.

Otro aspecto que ubica a los Talking Heads dentro del espectro de banda de rock “artística” son sus letras, las mismas, que por ejemplo en la conocida canción “Psycho Killer” incorporan versos en francés, o que por ejemplo en el caso de “I Zimbra” incorporan algunas líneas del poeta Dadaísta alemán Hugo Ball.

En 1978 fue lanzado el disco “More Songs About Buildings and Food” el mismo que empieza ya a adoptar ritmos inusuales e instrumentación y efectos poco ortodoxos para la escena rock. Este sonido particular se logra entre otras razones por el novedoso trabajo de producción ejecutado por Brian Eno.  La fascinación de la banda por ritmos afroamericanos se demuestra entre otras cosas con la adición del cover “Take Me To The River” de Al Green.

Es interesante ver también como la personalidad de David Byrne tanto sobre el escenario como en los videos fue aplomándose para ir desde un inicio como un tipo tímido y retraído en el escenario hasta transformarse en un líder de banda que anima los conciertos con pasos de baile bastante inusuales pero muy divertidos al mismo tiempo.

“Fear of Music” y “Remain in Light”

1979 fue el año de lo que es para muchos, el mejor disco de Talking Heads, “Fear of Music” el mismo que en efecto es una obra maestra del rock contemporáneo.  El disco abre ya de forma franca con una canción de claros tintes africanos y los primeros versos suenan como un canto tribal subsahariano, pero en efecto son, como se mencionó unas líneas atrás, extractos del poema dadaísta “Gadji Beri Bimba”.  El disco “Fear of Music” ha sido analizado de forma muy completa e intensiva en el excelente libro del mismo nombre por el crítico Jonathan Lethem, dentro de la famosa colección de análisis de discos “33 1/3”

Con “Remain in Light” de 1980, los Talking Heads alcanzaron para muchos su cénit creativo y artístico. Este disco de apenas ocho canciones en efecto también se alza como uno de los mejores discos de los ochentas por la consistencia que demuestra en su propuesta artística.  Las canciones se empalman perfectamente la una con la otra en un paisaje musical que nunca pierde ni interés ni frescura.

 


Ultimos discos y separación

Tras “Remain in Light” David Byrne se concentra por algún tiempo en colaboraciones con su productor, Brian Eno y juntos sacan un par de discos de contenido interesante. Entre 1983 y 1988, los Talking Heads sacan 4 discos que tienen una serie de altibajos y demuestran un poco el agotamiento del concepto del grupo, pero que sin duda son también trabajos interesantes, especialmente “Speaking in Tongues” de 1983,

 

talking-headsinsideLos Talking Heads influenciaron a muchos grupos en los ochentas y noventas, donde se destaca Radiohead, grupo que tomó su nombre de una de las canciones del disco “True Stories” (1986).  Asimismo se puede ver a muchos grupos de la escena neoyorkina de principios del S. XXI con una estética muy similar a la de los Talking Heads.

Tras la separación oficial del grupo, David Byrne siguió su proceso de descubrimiento de la “World Music” donde se puede destacar su disco “Rey Momo” (1989) en el cual intenta ritmos como el merengue o la salsa con resultados novedosos pero a los que les falta ese “sabor” que debe tener la buena música caribeña.  Otro proyecto interesante de Byrne es su papel de curador de varias colecciones de música brasileña, como “Brazil Classics”, una colección de canciones de artistas vanguardistas destacados, especialmente relacionados al movimiento “Tropicalia”. Estos discos son un aceptable punto de partida para un neófito mercado anglosajón interesado levemente en la música brasileña, pero podrían ser mejores con un poco más de conocimiento del músico sobre un mayor número de artistas de la escena del MPB (Música Popular Brasileña).

Los Talking Heads fueron incluidos en el Salón de la Fama del Rock en el año 2002 y si bien se reunieron para tocar unos cuantos temas, no hay reunión permanente ni tour en la mira inmediata.  Por el momento Byrne sigue muy activo en el mundo de la música en colaboración con otros artistas y en el año 2012 saco el disco “Love This Giant” con la artista St. Vincent.

¿Cuál es la mejor canción de los Talking Heads, cuál es su mejor disco? Esas son preguntas difíciles de responder, pero no hay mejor forma de decidirlo que tomar sus discos y oírlos con atención.  Sin duda será una actividad muy divertida y en el proceso descubriremos algunas de las mejores canciones de la historia.

 

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Bruce Springsteen: Creador de retratos realistas de la Norte América profunda.

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Por: Santiago Endara

“La mejor música está allí esencialmente para ayudarte a enfrentar al mundo” – Bruce Springsteen

”La fe ciega en los líderes o en cualquier otra cosa te matará” – Bruce Springsteen

 

Mejores Discos

Born To Run (1975)

Darkness On The Edge Of Town (1978)

Nebraska (1982)

Born In The USA (1984)

The Rising (2002)

 

Cronista social comprometido

Bruce Springsteen es un cantante y compositor que siempre ha tenido algo interesante que decir.  Desde sus discos como cantautor estilo folk con mucho de Bob Dylan, hasta sus trabajos con un sonido épico y teatral, lo que siempre se ha mantenido firme es el compromiso por retratar y denunciar a una sociedad donde buena parte de sus habitantes se ven enfrentados a una vida difícil que no se asemeja en nada a ese concepto lejano y ajeno del sueño americano.

El sonido y las letras de Bruce Springsteen tienen sus raíces en ese idealismo de los años sesentas que buscaba un mundo mejor basado en una sociedad más justa y en un regreso a la vida comunitaria en armonía con la naturaleza. A diferencia de muchos artistas, que durante los años setentas nos ofrecieron una dosis de escapismo y quemeimportismo por el entorno, Bruce Springsteen se enfrascó casi en solitario en una cruzada quijotesca de denuncia de las desigualdades e injusticias de los Estados Unidos, un país que a través de los años se ha ido arrimando con mayor ahínco a una estratificación social más rígida en lugar de procurar ir hacia una sociedad más equitativa. Las denuncias de Springfield tienen el valor de venir desde una perspectiva autobiográfica basada en la realidad personal del autor y su vida en un pueblito pequeño enfrascado en una lucha desigual contra el olvido y la decadencia de la era post industrial.

Un estilo compositivo basado en la realidad personal

Hijo de un conductor de autobús de origen irlandés y de madre de origen ítalo-americano, Bruce Springsteen nació y creció en Freehold, New Jersey en 1949, en pleno apogeo del “Baby Boom”.  A los 13 años consiguió su primera guitarra, lo cual sería un hecho que cambiaría su vida para siempre, ya que el instrumento se convirtió en su compañía, refugio y medio para canalizar sus ideas y su creatividad.  A los 16 años comenzó a tocar en grupos locales y poco a poco se fue haciendo de un nombre propio en los circuitos rurales de su estado, hasta que en 1972 conoció a Mike Appel, quien se convertiría en su manager y conseguiría para Springsteen una audición con John Hammond, encargado de reclutar nuevos actos para Columbia Records.  El ejecutivo de la disquera, quien también había descubierto a Bob Dylan y Aretha Franklin, no solo que se quedó impresionado con el talento y la energía de Springsteen, sino que lo calificaría como lo mejor que él había visto en 10 años, calificándolo como mucho mejor que Bob Dylan cuando este hizo su respectiva audición.

El punto vital de la composición de Springsteen es que, utilizando letras sinceras y emotivas, logra representar de forma acertada a los personajes comunes y sencillos de la clase trabajadora de los Estados Unidos, con su sinfín de ideales, logros, problemas y frustraciones.

Los primeros discos de Springsteen nos muestran a un artista todavía en proceso de formación y con una fuerte influencia de la canción social del folk de los años cincuenta y sesenta, pero que ya comienza a tener poco a poco un estilo propio que añade aires country y soul a un estilo de grabación que nos recuerda al muro de sonido hecho popular por Phil Spector.

bruce-springsteen insidePrimeros pasos y discos vitales

Tras unos ambiciosos pero aun titubeantes primeros trabajos, los interesantes “Greetings From Ashbury Park, N.J.” (1973) y “The Wild, The Innocent and the E Street Shuffle” (1974), llegará en 1975 su primera obra maestra, el épico “Born to Run” donde las canciones alcanzan tanto en sus letras como en la instrumentación un nivel de dramatismo e importancia casi cinematográfica.  Los temas de las canciones nos muestran frecuentemente a personajes enajenados con su entorno, muy “a lo Holden Caulfield” y en busca de una salida que se traduce en abandonar el pueblo donde han nacido o abandonar el estilo de vida que han elegido.  Las excelentes canciones de “Born To Run” se van armando y preparando poco a poco hasta que en cierto momento determinado explotan llenas de emoción y épica ayudadas por la grandilocuente instrumentación que resulta especialmente emocionante por el gran sonido del saxofón de Clarence Clemons.

Si bien “Born To Run” se convirtió en un clásico instantáneo, aclamado por la crítica, el desempeño del disco en cuanto a ventas, si bien fue bueno, fue también mucho más moderado de lo que la disquera hubiese querido.  Poco después del lanzamiento del disco, Springsteen se enteró que sus canciones no le pertenecían desde el punto de vista legal y se enfrascó en una contienda jurídica que tardaría varios años y pospondría su siguiente disco hasta 1978.

En 1978 finalmente llegó “Darkness At The Edge Of Town”, un excelente disco que continua tocando temas sociales como los pequeños combates ordinarios del día a día de los habitantes de esas zonas de los Estados Unidos que se enfrentaban a los grandes cambios de la matriz económica donde se estaba pasando de un modelo industrial a uno post industrial. La lucha de clases y la ambición de abandonar los pequeños pueblos por las grandes ciudades son dos de los temas que nos presenta “Darkness At The Edge Of Town” desde un ambiente más tranquilo y melancólico que su predecesor “Born To Run”.

Regreso a lo básico

“The River” (1980) nos lleva por varios estilos que no logran cuajar muy bien como una obra completa y el darse cunta de un cierto agotamiento de su estilo llevó a Springsteen a ensayar una nueva forma de aproximarse a las canciones en su trabajo posterior “Nebraska” de 1982. Este disco es una oscura obra de gran belleza acústica captado solo con una pequeña grabadora de 4 pistas que proyecta un sonido crudo y simple con canciones melancólicas que nos remiten a unos Estados Unidos taciturnos y polvorientos donde la soledad y el desencanto son más comunes que la vida feliz con familia y amigos en un país que vende esa imagen de bienestar a todo el mundo.  Para quienes no gustan del sonido “Ópera Rock” de “Born To Run”, “Nebraska” es generalmente el disco favorito de Springsteen.

bruce sinsÉxito comercial, exposición masiva y conciertos de beneficencia

Tras la espartana producción de “Nebraska”, Springsteen retomó un sonido más pulido para su famosísimo “Born In The USA” (1984), álbum que vendió 15 millones de ejemplares solo en los Estados Unidos y que contiene varias canciones que se convirtieron en grandes éxitos comerciales.  Debido a su carátula, un tanto de mal gusto, y por una mala interpretación del verdadero significado de la canción “Born In The USA”, este disco fue tomado como una obra de patrioterismo estadounidense, pero lo que realmente pretende “Born In The USA” es hacer una crítica frontal a la guerra de Vietnam y la desidia con la que el gobierno de los EE. UU. pagó a aquellos desafortunados que tuvieron que combatir en una guerra inútil más.  Las otras canciones de “Born In The USA” se enmarcan también en el estilo de música protesta característica del compositor de New Jersey.  Este disco puso a Springsteen de nuevo en el ojo del huracán y su autor se aprovechó de este éxito para sacar a relucir de nuevo su agenda política en base a conciertos benéficos y su destacada participación en la grabación de la canción  “USA for Africa”. 

A partir del éxito masivo de 1984, la segunda mitad de la década de los ochentas, Springfield se la pasa dando conciertos benéficos para obras sociales de todo tipo o relacionados con los derechos humanos.  Toca en Alemania Oriental poco antes del derrumbe del muro de Berlín y encabeza la gira de Amnistía Internacional que entre otros países de habla hispana pasa por Argentina donde un Charly García desvariando como siempre le recuerda “Here in Argentina I am The Boss”

Búsqueda de nuevos medios y nuevos comentarios sobre nuestros días

Tras “Born In The USA”, los discos de Springsteen dejaron de tener el mismo brillo de antes.  Posiblemente el éxito lo separó de esa realidad que había sabido retratar tan bien en sus discos anteriores.  Unos cuantos discos sin mucho mérito son la producción entre 1984 y 1994, año en que vuelve a su forma y aporta la excelente canción “Streets of Philadelphia” a la película ganadora del Oscar “Philadelphia”.  En 1995 lanza el disco “The Ghost of Tom Joad” cuya producción nos recuerda a la de “Nebraska” y cuya gira de promoción se dio en pequeños locales donde se podía lograr una atmósfera más íntima con el público.

bruce-springsteen inside2Una nueva obra maestra llega en el 2002 con “The Rising” una observación poética y musical de los atentados del 9/11.  Sin duda este disco es el que hace el comentario con mayor sentido y con más contenido de entre todos los artistas que intentaron abordar este tema después de los hechos. Springsteeen nos habla desde el punto de vista de un comentarista maduro y centrado que analiza de forma inteligente varios tópicos importantes  relacionados a ese día trágico para el género humano.

Los últimos años han sido bastante activos para Springsteen quien ha lanzado un promedio de un disco cada dos años.  Su vida personal ha sido privada y estable, consistente con su producción artística y si bien es cierto que su popularidad no es la de antes, también es cierto que su status como una de las leyendas vivientes de la música contemporánea está asegurado en la historia del rock.

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John, Paul, George y Ringo en sus etapas Post Beatles

the beatles insideCarreras en solitario definidas por un pasado imposible de superar / por Santiago Endara

“Antes de cruzar la calle, toma mi mano, la vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes” … “Querido, querido, querido Sean”  – John Lennon, letra de “Beautiful Boy”

“Alguna gente quiere llenar el mundo con tontas canciones de amor, ¿Y que hay de malo en eso? Quisiera saber, porque aquí voy de nuevo: Te amooo, te amooo”  Paul McCartney, letra de “Silly Love Songs”

“El cielo se despejó, el día se aclaró, cerré mis ojos y mi cabeza tenía luz. Difícil de recordar el estado en que estaba, amnesia instantánea, del yang al yin” George Harrison, letra de “Blow Away”

Estaremos abrigados bajo la tormenta en nuestro pequeño escondite bajo las olas, descansando nuestras cabeza en el lecho marino, en un jardín de pulpos en la sombra”  – Ringo Starr, letra de “Octopus’s Garden” 

 

Mejores Discos

John Lennon: Plastic Ono Band (1970), Imagine (1971), Double Fantasy (2980)

Paul McCartney: McCartney (1970), Ram (1971), Band On The Run (1973), London Town (1978), Chaos and Creation In The Backyard (2005)

George Harrison: All Things Must Pass (1970), Concert For Bangladesh (1971), Cloud Nine (1987)

Ringo Starr: Sentimental journey (1970), Ringo (1973)

 

El sueño terminó.

El 10 de Abril de 1970, el tabloide inglés Daily Mirror salió a circulación llevando en su portada el titular “Paul is Quitting The Beatles” (Paul deja Los Beatles).  Para muchos era solamente un rumor al que tenían miedo de hacer caso, pero poco a poco el tiempo y los hechos empezaron a confirmar esta devastadora noticia y con ello la historia del mayor fenómeno cultural del último siglo llegaba a su fin.  Viendo en perspectiva, John Lennon posiblemente tenía algo de razón; los Beatles quizás nunca fueron más famosos que Jesús a nivel mundial, pero al menos en Inglaterra, Canadá, Japón, los países nórdicos y varios otros países desarrollados, sí habían llegado a ser más famosos que Jesús, pero más que nada más importantes y relevantes.  (Además que su vida también fue mucho más feliz que la del profeta nazareno, si se cree en lo que cuentan las truculentas historias de los evangelios)

Revolution

Lo más increíble cuando se habla de Los Beatles, es reparar que entre la grabación de su disco debut “Please Please Me”, de 1963 y el anuncio de la separación pasaron solamente 7 años y 19 días.  En esos 2575 días la música, el mundo, las costumbres y los valores habían cambiado de una forma tan espectacular como pocas veces se ha visto en la historia.

Recuerdo que cuando era pequeño, ni yo ni ninguno de mis amigos podíamos siquiera asociar las caras de la portada del disco “The Beatles 1967-1970” (Álbum Azul) con las caras del “Álbum Rojo” que los retrata en 1963.  Los Beatles habían tenido un cambio físico tan grande como los enormes cambios sociales de la década de los sesentas o como la enorme evolución que tuvo su música.

Básicamente nada en la historia del rock después de 1963 hubiera sido los mismo sin Los Beatles.  Todo hubiera sido diferente y muy seguramente hoy no estaríamos aquí leyendo esta nota.

Tras revolucionar el panorama musical para siempre, y todavía en sus “veintes”, los cuatro ahora desocupados se vieron de repente enfrentados a la pregunta: “¿Y ahora qué?”.

¿Qué más se puede hacer cuando ya has transformado la música popular hasta llevarla a terrenos nunca antes vistos, cuando ya has cambiado el mundo y la cultura del planeta para siempre?

Realmente estas preguntas no fueron nada difíciles de responder. La respuesta fue simplemente seguir haciendo música ya que era su pasión, eran buenos para eso y no sabían hacer nada más.

Siguieron su camino, cada cual por su lado, con su pareja y con su estilo propio.  Varios de los discos de John, Paul, George y Ringo como solistas son excelentes, pero Los Beatles como grupo realmente son mejores que la suma de sus partes.  Por más que lanzaron obras interesantísimas, ningún disco como solistas es tan bueno como su trabajo en conjunto posterior a 1965.

john-lennon-insideObras de solistas antes de la separación

Antes de su separación, habían ya aparecido varios trabajos como solistas.  El primero fue George Harrison con su casi netamente instrumental “Wonderwall Music” de 1968, el mismo que es la banda sonora para la película del mismo nombre.  Crecientemente frustrado por su pequeño cupo de dos canciones en cada disco de Los Beatles, Harrison lanzó también “Electronic Sound” en 1969.  Harrison en efecto tenía un cupo de dos canciones por disco con “Revolver” como excepción ya que lleva 3 temas y en el “Álbum Blanco” tiene 4 excelentes canciones, pero por ser disco doble también cae en el cupo de dos canciones por disco. Si se trata de calidad por encima de cantidad, “Abbey Road” es el punto culminante de Harrison donde sus dos aportes, “Something” y “Here Comes The Sun” son, de acuerdo a muchos, las dos mejores canciones del disco.

John Lennon utilizó el formato de disco para llevar un diario de su vida personal con Yoko Ono a través de los experimentales “Unfinished Music No.1 / Two Virgins” de 1968,  con su famosa portada donde posa desnudo junto a Yoko, y su secuela “Unfinished Music No 2 / Life With The Lions”, de 1969, que capta en portada a un triste Lennon sentado en el piso junto a la cama de hospital donde yace Yoko tras sufrir un aborto.   Cierran este periodo de discos el “Wedding Album” de 1969 y el disco en vivo “Live Peace in Toronto” de 1969 bajo el seudónimo de “The Plastic Ono Band”

Ringo lanzó en marzo de 1970 su disco “Sentimental Journey” con covers de canciones antiguas para, según él: “darle gusto a mi mamá”.

De todos estos discos, tal vez el de Ringo es el mejor, ya que los de Lennon y Harrison son demasiado flojos y como que abusan un poco del hecho de que por ser Beatles podían lanzar un disco de lo que sea y aun venderlo con éxito.

Obras de solistas después de la separación

paul-joveninsideSeis días después de anunciar su separación de Los Beatles, Paul McCartney también lanzó su primer disco de solista, grabado casi en secreto en su granja de Escocia y titulado simplemente “McCartney”.  Este disco deja ver ya de alguna forma lo que sería la carrera solista de Paul: unas cuantas buenas melodías interpretadas por un genio musical, pero con un control de calidad un tanto permisivo y que sufre los efectos de no tener un Lennon que ponga algo de limón en las a veces demasiado sacarinas composiciones macartianas.  A pesar de la manera casera en que fue grabado, “McCartney” es un disco bastante agradable de escuchar.

Entre los años 1970 y 1975 los cuatro Ex Beatles tuvieron su etapa más prolífica e incluso Ringo empezó a sacar al menos un disco por año, más que nada dedicándose a hacer covers.

La primera obra maestra post Beatle viene con el excelente (aunque un poquillo demasiado largo) “All Things Must Pass” (1970) de George Harrison.  ¡Un álbum triple!, pero que se entiende hasta cierto punto ya que George tenía represadas muchas canciones.  Este disco es bastante bueno, pero un alto porcentaje de su fama se debe a que contiene una de las 3 mejores canciones de los “Post Beatles”, la mítica “My Sweet Lord”, todo un himno para los hippies y los abundantes amantes de las filosofías orientales que habían en esos tiempos.

La segunda obra maestra vino con “Plastic Ono Band” (1970), donde John Lennon y la etérea Plastic Ono Band nos entregan una gran recopilación de canciones grabadas en una época en la que Lennon se había sometido a la terapia psicológica Primal Screampara exorcizarse un poco de su infancia de niño no muy querido por sus padres y que para colmo perdió a su madre cuando empezaban a retomar lazos.  Este disco tiene momentos sublimes y desgarradores y es una gran obra de arte.

Un tercer buen disco de esta época es “Ram” de 1970, donde Paul McCartney lanza un producto mucho más cuidado desde el punto de vista musical, pero, como siempre, sus letras se quedan en lo banal. John Lennon había dicho años antes que estaba cansado de las canciones de “abuelitos” que hacía McCartney, y la crítica dio la razón a Lennon.

En 1971 Lennon lanzó su también importantísimo “Imagine” que contiene la “canción himno” que le da título al disco, así como el mejor solo de silbido de la historia en “Jealous Guy” (tal vez en competencia con la canción “Young Folks” del grupo sueco Peter, Bjorn & John) y varias canciones más que sirven para hacer pública la agenda política de Lennon, proclamar su amor por Yoko y ventilar los problemas legales que al momento los tres Beatles tenían con McCartney.

1971 también vio nacer dos cosas importantes: la banda Wings, de Paul y el primer concierto benéfico de la historia, organizado por George Harrison y Ravi Shankar para recaudar fondos para la hambruna en Bangladesh. La grabación de este concierto salió al mercado también en disco triple como “The Concert for Bangladesh” atribuido a “George Harrison and Friends”, dentro de los que estaban Bob Dylan, Ringo, Eric Clapton, Billy Preston y otros.

La década de los setentas es prolífica en discos de los cuatro ex Beatles, algunos de mejor calidad que otros. “Band On The Run” (1973) y “London Town” de Paul (con Wings) son de los mejores esfuerzos, sin embargo tras años de su separación, misteriosamente la calidad de la música de los ex Beatles empezó a decaer un poco.

george_harrisoninsideLos ochentas y más allá

En 1980 y tras cinco años de retiro, John Lennon volvió al estudio con su bastante bueno “Double Fantasy”, el mismo que además de tener varias excelentes canciones como “Watching The Wheels”, “Woman”, “Starting Over” o “Beautiful Boy” tienen también varias canciones demasiado experimentales de parte de Yoko.  Este disco sin embargo tiene el triste encanto de ser la última obra de Lennon, ya que fue lanzado al mercado solo un mes antes de que el músico caiga mortalmente herido a la entrada de su apartamento en el Edificio Dakota, frente a Central Park.

Los ochentas dejaron varios discos interesantes por parte de George Harrison como “Somewhere in England” (1980) y su inolvidable canción “All Those Years Ago”, o el álbum “Cloud Nine” (1987) y sus excelentes “When We Was Fab” y “Got My Mind Set On You”, que revivieron la carrera de Harrison y lo impulsaron para formar el super grupo “The Traveling Wilburys” junto con Bob Dylan, Roy Orbison, Tom Petty y Jeff Lynne.

Paul McCartney tuvo también algunos aciertos con “Tug Of War” (1982) y “Flowers In The Dirt” (1989).

George Harrison murió en el 2001 de cáncer de garganta, lo cual no es ninguna sorpresa si se ve que en el 90% de filmaciones este sale fumándose un tabaco. Al momento de su muerte estaba trabajando en un disco llamado “Brainswashed”, el mismo que fue terminado por su hijo Dhani y lanzado póstumamente en el 2002. Un excelente recuento de la vida de Harrison se puede ver en el extenso documental de Martin Scorsese “Living In The Material World” (2011)

Ringo StarrinsidePaul McCartney ha sido siempre el más trabajador de Los Beatles y ha continuado sacando discos que a todo el mundo le parece que podrían ser mejores, pero Paul parece tener la muy respetable opinión de preferir la cantidad sobre la calidad.

 Ringo también sigue activo y a la fecha su último disco es “Ringo 2012” (2012). Lo más importante es que Ringo trabaja a su propio ritmo, ya que en alguna entrevista cuenta “Cuando estábamos en Los Beatles, éramos famosos y teníamos dinero, por lo que solamente queríamos descansar y pasar la vida de una forma relajada.  Siempre que sonaba el teléfono, sabíamos que era Paul que nos quería poner a trabajar para hacer otro disco de Los Beatles”

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¿Por qué es importante escuchar a Serge Gainsbourg?

serge-gainsbourg-1968inside

Por: Christian Reyes

La personalidad provocativa de este francés representa esas instancias rebeldes y emociones lascivas que experimentó un músico inquieto, con personalidad y seguro de su inventiva, al momento de sumergirse en los mares de un buen pop.

Serge Gainsbourg, llamado originalmente Lucien Ginsburg, brindó, en aquellos años sesenta, un gran aporte de modernidad y experimentación para la Chanson Francesa. Sus registros hablan de extravagancia, inhibición, protesta y un amor más carnal que afectivo. Su música ha coqueteado con el pop, el jazz, el reggae, el rock sinfónico, el dub, la música clásica, el funk, el rap o el ye-yé, por nombrar algunas. Ha compuesto más de 17 discos y seducido a innumerables mujeres. Muchas de ellas íconos de la música europea.

El por qué escuchar la música de Gainsbourg va más allá, de la simple curiosidad de conocer a profundidad el arte que emana un tipo tan controversial, es describir las vibraciones de esos momentos gloriosos de la composición llevada al clímax. Ya sea en el regazo de sus musas o en sus vicios: el cigarrillo y el licor. Y es que sonoramente siempre estuvo adelante de su generación.

serge gainsbourg binside3¡Buenas tardes, soy el chulo judío!

Serge se inclinó por la música gracias a su padre, quién le enseño a tocar el piano desde niño. La pintura fue su pasión, pero la tuvo que abandonar para poder subsistir. Trabajó como pianista en varios cabarets de París. La frase “¡Buenas tardes, soy el chulo judío!” le servía como impronta para saludar al público en sus shows. Su nariz y orejas pronunciadas, sus ojos saltones y su delgadez no le abrieron paso en la industria musical, pero sí a la hora de sucumbir a su mayor debilidad. Se dice que su poesía lograba esa conexión con sus más grandes trofeos: divas bellas y exitosas.

Hubo un momento importante en su vida, el trabajar-seducir a la adolescente France Gall. Una frágil chica con mucho talento e inocencia, que puso en lo más alto de Eurovisión la canción  ‘Poupée de cire, poupée de son’, en 1965. Esta fue la primera obra conocida de Gainsbourg. Luego, el enfant terrible la sumió en la interpretación de un furtivo tema ‘Les sucettes’, el que con disimulo hacía referencia al sexo oral. La cantante convertida en Lolita se vio timada y rompió las relaciones con el temible provocateur.

Isabelle Adjani, Vanessa Paradis o Juliette Greco pasaron por su cama y sus letras, pero fue con Briggit Bardot que su devoción por la belleza femenina llegó al punto más alto, al crear obras como  ‘Bonnie and Clyde‘, ‘Harley Davidson’ y ‘Comic Strip’. No se le puede atribuir a esta relación ’Je t’aime moi non plus’, aunque la compuso pensando en la sex symbol. Fue con Jane Birkin, su pareja mediática,  con quién llegó a la levitación con este himno al erotismo. El Vaticano no demoró en censurar el sensual poema.

Con Birkin mantuvo el equilibrio, por ciertos momentos. Junto a ella creó dos grandes discos: ‘Jane Birkin & Serge Gainsbourg’ y ‘Histoire de Melody Nelson’. El último considerado como el primer verdadero poema sinfónico de la era pop. Además, procreó a Charlotte Gainsbourg: “Tan bella como ella, tan fea como él”, sucesora que le siguió los pasos en la música y el cine.

Llevó al disco ‘Rock Around The Bunker’ a la autoburla, al reírse de su propia desgracia. En su juventud fue obligado a esconderse, debido a las leyes antisemitas durante la ocupación. Convirtió a ‘La Marseillese’ en una pieza reggae dub, que hizo enojar a Francia y al mismísimo Bob Marley por grabar con Rita Marley aquellas letras de fuerte contenido erótico. Además, su incursión por el cine no pasó por alto ya que retrató el lesbianismo en escenas de su película ‘Don Juan 73′, protagonizada por Birkin y Bardot.

 

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Controlando a Gainsbarre

Usualmente fumaba siete cajetillas de cigarrillos al día. Gitanes era su marca favorita. Cierta ocasión, en pleno programa televisivo, de sábado por la tarde, le dijo a la joven Whitney Houston que se la quería fornicar. Presa del alcohol que lo acompañó gran parte de su vida. Sufrió cuatro infartos que no lo mataron, al parecer, lo hacían inmortal.

Los medios lo invitaban para que haga de las suyas. Quemaba billetes o firmaba cheques en señal de protesta o, simplemente, para llamar la atención. Grabó un video  provocador: ‘Lemon Incest’, con su hija, ella en ese entonces, tenía 12 años. Conoció a Bambou, su última inspiración, a quien hizo cantar y grabar sus gemidos. Finalmente, no controló a Gainsbarre, su alter ego maldito, y murió luego de un quinto infarto, en 1991. Dejó de ser inmortal. Se dice que en su tumba, en Francia, lo acompaña el muñeco de la foto de portada de ‘L’histoire de Melody Nelson’.


jane-e-sergeinside2Llegando a la categoría de Héroe

La acertada biopic póstuma del director Joann Sfar  y la excelsa interpretación de Éric Elmosnino, lo colocaron en un altar en el 2010.  ‘Serge Gainsbourg Vie Héroique’ retrata, con precisión y con un delicado enfoque, la vida, música y excesos de tan incendiario genio.

Su sonido ha marcado a varias generaciones de artistas como Franz Ferdinand, Cat Power, Jarvis Cocker, Michael Stipe, Portishead, Tricky entre otros, quienes le brindaron devoción y pleitesía en el disco  ‘Monsieur Gainsbourg Revisited’. Entre grafitis y poemas, sus restos yacen en el mítico cementerio de Montparnasse, en París.

 

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Talking Heads, la música muchas veces no necesita ser entendida

ENTREVISTA: Sustancia Oxidada (Ecuador Jazz 2013)

banner_superior sustanciaoxidadaEs un sonido extraño y difícil de asimilar. Para poder entenderla, es necesario asistir y admirarla en un teatro. No es una cuestión elitista, simplemente “es la música que estamos haciendo en estos momentos”, comenta José Julián Velasco, vibrafonista de Sustancia Oxidada. Cuatro años atrás, Julián tocaba con Yussif Barakat (contrabajo). En una de esas sesiones de Jam, Yussif le presentó unas composiciones para un trío con batería. Tiempo después, entraron al IMC y en enero del 2012 conocieron a José Hernández.

Los tres se juntaron en un momento clave. “Estábamos en la onda de buscar algún sonido propio. Es un proceso larguísimo, dicen que es lo último que te llega. Así que nos pusimos a tocar y salió Sustancia Oxidada”, recuerda Julián. El nombre nació a partir de un cuadro del artista Mark Rothko, llamado Rust & Blue (óxido y azul). Justamente una pintura de tres colores con la que se sintieron identificados.

Dices que su música es rara. ¿Cómo se la podría interpretar?
No tocamos jazz, no hacemos jazz. Es muy pretencioso decir que lo hacemos, pero definidamente, nos encanta y es una de nuestras influencias. En ciertas composiciones, en la improvisación, hay ciertas secciones y hay cosas estilísticas que se parecen al jazz.  Pero es música experimental, jugamos con la improvisación libre, los solos… simplemente tocamos sin saber lo que va a pasar.

Ustedes recurren al espacio. ¿Cómo funciona esto en su música?
Para nosotros es muy importante. Es música con mucho espacio y tratamos de no llenar tanto. Además, por el formato de tres instrumentos, es raro, casi no hay tríos de vibráfonos, es extraño.

Dices que ahora, la manera de estudiar la música académica es a través del jazz. ¿Crees que exista un mayor acercamiento de las masas y de lo académico mediante éste género?
Es muy chévere tocar jazz. Vas a Marruecos y encontrarás un trío de jazz que sabe de estos estándares. Es un estilo súper universal. Se sabe que en mucha música del mundo la improvisación estuvo presente. Creo que a través de ese estilo, hay una acercamiento con las masas.

¿Cómo es el proceso de creación o cómo surge este sonido raro y extraño de su música?
El más creativo es Yussif. Él tiene muchas composiciones y ha estudiado algo de eso, entonces tiene mucha producción. Desde que empecé a tocar, el trío también te impulsa a componer. A veces él trae una composición o yo lo hago… después la leemos y cuando tocamos en concierto, estamos experimentando con la improvisación.

También nos ha servido tocar con grandes músicos, por ejemplo con Rodrigo Becerra, el principal contrabajista de la Orquesta Sinfónica de acá. Con él trabajamos mucho impro libre.

Si su música no es jazz, ¿cuál crees que sea el efecto en la gente que irá a festival?
Definitivamente un shock, además porque somos desconocidos, jóvenes e inmaduros artísticamente. Va a ser un “trauma” para el público. Pero bacán, es una oportunidad para darles ese trauma.

*La banda es parte del cartel de Ecuador Jazz 2013 y tocarán el viernes 1 de marzo en el Teatro Nacional Sucre a las 19:30.

Por: Marcos Echeverría / Fotos: Carolina Velasco

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Delfín en el Youfest 2012

En 2010, en Buenos Aires, se realizó la primera edición del Youfest: fue el primer hervor. Allí se juntaron varias figuras cuyas carreras se dispararon gracias al efecto viral del canal de videos. Entre ellos, en primera línea, estuvo Delfín Quishpe, quien desde entonces se convirtió en uno de los padrinos del evento y en uno de los actos más esperados. En aquella ocasión tocó en vivo junto a una banda comandada por El Remolón, y compartió el escenario con Wendy Sulca y La Tigresa del Oriente.

En 2012, en Madrid, el Youfest creció. Entre viejas glorias del mundo pop (Rick Astley, Locomía, Chimo Bayo, Kaoma), figuras catapultadas por Youtube (Brett Domino, Vázquez Brothers, Sung Bong Choi, Keenan Cahill, El Shakiro) y estrellas consagradas por cuenta propia (Primal Scream, Underworld, Felix Da Housecat, Diplo, Buraka Som Sistema), el cartel se llenó de más de 50 nombres del mundo entero. Entre todos, Delfín Quishpe atraía de manera especial.

Por fuera de los circuitos de la música folclórica ecuatoriana, ya reconocido como una figura global debido a su recorrido por Internet, el público que lo esperaba era joven, fiestero, insignia de esa identidad contemporánea que junta novelería, hedonismo y hipstería. El personaje de Delfín reunía lo kitsch, lo friki, lo gozador y lo pop-ular necesarios para disfrutarse en vivo.

Una orquesta de 13 músicos sirvió de base para las presentaciones de varios de los cantantes. Con arreglos de vientos, cuerdas y electrónica, ésta ensambló para Delfín Las Torres Gemelas, y para él, Wendy Sulca y La Tigresa del Oriente En tus tierras bailaré. Delfín se presentó los dos días del festival: 28 y 29 de septiembre. El primer día en el Centro Cultural Matadero y el segundo en la mítica discoteca La Riviera, donde actuó solo, sin banda, con el apoyo de una pista electrónica en plan popurrí.
Luego del concierto, en el camerino, Delfín recibiría una visita inesperada.

Espera la segunda parte de Delfín en el Youfest.

Revisa la segunda parte de Delfín en el Youfest

Texto y Foto: Santiago Rosero

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