“Motozen expresa el hecho de caminar sobre una navaja. Es el punto de quiebre entre el riesgo absoluto y el equilibrio. Refleja el acto de meditar con los ojos cerrados, montado en una moto”.

“Motozen expresa el hecho de caminar sobre una navaja. Es el punto de quiebre entre el riesgo absoluto y el equilibrio. Refleja el acto de meditar con los ojos cerrados, montado en una moto”.
“Llamar la atención”, puede ser una de las frases que la banda guayaquileña The Cassettes más repite al momento de entrevistarlas. Todas en diferentes contextos. En un momento pueden negar que la banda tenga ese propósito; luego de cierto tiempo, lo pueden afirmar. Pero pasar desapercibidas no es una de las cualidades de The Cassettes.
Guayaquil, 16 de mayo. Llegué a Diva Nicotina con gran entusiasmo, afortunadamente encontré el segundo mejor lugar para estar en un concierto en este lugar: frente al escenario, pero en el altillo.
Sería la escena de transición en un drama latinoamericano. O la muestra perfecta para algún extraterrestre que siga queriendo estudiar el comportamiento humano. Bocas armando un coro silente de bostezos, miradas perdidas en la lectura de rótulos fluorescentes, y una tímida voz que acompañaba las canciones de la radio. Eso pensé mientras el bus avanzaba desganado hasta el centro.
No juegan pelota. Nunca lo han hecho. Nunca lo harán. Cuando los otros niños jugaban pelota, Los Ultratumba escuchaban Los Toreros Muertos a todo volumen. Ponían los parlantes en las ventanas. El dato era ultrajar la tranquilidad del prójimo todo cuanto fuera posible. Cuando los otros niños se hacían los galanes frente a las niñas, y las invitaban a pasear bajo el atardecer y a endulzar la vida tomando helados de tutti fruti, Los Ultratumba pasaban por ahí eructando y diciendo malas palabras.
La noche prometía. Era una de esas noches despejadas, de esas noches que esperaban acoger a una caterva de muchach@s, y no tanto, para escuchar gratis a la banda de los cuervos ambulantes.
A.N.I.M.A.L fue sin lugar a duda el referente del metal de los noventa en Latinoamérica. Andrés Giménez, la cabeza principal detrás de esta banda.