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Después de la reunión de Caifanes y su presentación en los festivales Vive Latino y Coachella , el vocalista Saúl Hernández dio a conocer su primer trabajo como solista “Remando” .

Hace muchos años que el artista había expresado su deseo por hacer un trabajo musical como solista, sobre todo, al observar el éxito personal y profesional que sus compañeros del grupo habían alcanzado.

Los 11 temas de «Remando» fueron escritos durante el invierno pasado en Amsterdam, Holanda, cuando fue de vacaciones con su esposa, Julia, y sus hijos, Zoey y Dan. “El proceso de composición no fue tan sencillo, pues en todo momento pensaba en Jaguares o Caifanes y no se trataba de hacer una continuación, sino un proyecto personal. Dijo el Chato, como también es conocido Saúl.

En una larga conferencia realizada en la Univesidad del Valle de México , Saúl dejó abierta la posibilidad de más conciertos de Caifanes, aunque no aseguró nada, pues en este momento esta en plena promoción de su nuevo material.

«En los temas comparto con el público mi necesidad de reflexión, de recuperar una conciencia, pues veo que, de alguna manera, está perdida. ¿Quiénes somos?, ¿a dónde vamos?, ¿por qué llegamos hasta donde estamos?, son preguntas que se debe hacer el mundo.

Respecto a que en este trabajo no esté Alfonso André, su inseparable compañero, dijo que es algo sano para ambos. Además, aseguró que quiso hacer algo diferente a Caifanes y Jaguares. El bajista que participó en este disco es Marco Rentaría, el mismo de Jaguares. Otro personaje que lo acompañó fue el baterista Gustavo Nandayapa.

«Fue cuando me puse a explorar lo que había dentro de mí, quería reencontrarme conmigo y acordarme del Saúl que componía antes de tener un grupo. Descubrí que fue una relación muy hermosa, pues al tocar la puerta me topé con el alma de aquel chavo de 13 años que ya creció y que ahora tiene 46», explicó el músico.

Saúl vive en Playa del Carmen, Quintana Roo, muy cerca del mar, comentó que el título del álbum está estrechamente ligado al lugar que habita. El álbum abre con “Molecular”, corte dedicado a su hijo, y cierra con “Voy a beberme el mar”, canción dedicada a su mamá. Dijo que hasta este momento se daba cuenta de lo significativo que fue abrir y cerrar así su disco.