Gracias a Dios ya me pasó la época en que sólo veía ‘Cine Latinoamericano’. Ya saben, como una más de las posturas antitodo, pero en especial antiHollywood. En esa época (hace año y medio) pasé a punte drama filmado en Perú, Argentina, Chile, entre otros. Las escenas comunes eran: resquicios de dictaduras, prostitutas con dificultades para criar a sus hijos, quejas o alabanzas a la Revolución Cubana…en fin. Me intoxiqué. Y ojo, no digo que no valga la pena ver estas cintas, a lo que me voy es a que de vez en cuando hace falta algo diferente.
Por diferente, y no voy a negar que se me sale el dejo intelectual que lastimosamente llevo dentro, me refiero a películas gringas con contenido. Lo confieso: todavía me cuesta gastar USD 1,50 en una comedia de Jim Carrey sin sentirme estúpido. Pero de a poco lo estoy superando.
Volviendo al motivo del post, la última película que vi se llama Frozen River (Río Helado). La compré porque, claro, tuvo nominaciones en los Oscar, en la portada de la versión pirata había tres de esas menciones de premios que van en medio de dos ramas de laurel (si es que es esa planta) y porque lamentablemente no había la temporada de F.r.i.e.n.d.s que buscaba.ver más…